Lado B

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Los hechos de violencia a manos del ejército de quien fue el dictador de Libia, Muammar Gadaffi, recorrieron todo el país dejando relatos que ensombrecen la historia de este país; sin embargo, una vez que las fuerzas rebeldes derrocaron al dictador, la venganza parece haber cobrado ímpetu contra quienes apoyaban la dictadura.

El informe “Death of a Dictator: Bloody Vengeance in Sirte”dado a conocer por Human Rights Watch, presenta “evidencias de que milicias originarias de Misrata habrían capturado y desarmado a miembros del convoy de Gadafi y, luego de reducirlos, los habrían golpeado ferozmente. Posteriormente, las milicias ejecutaron al menos a 66 miembros del convoy en el Hotel Mahari, ubicado a poca distancia. Las pruebas señalan que milicias opositoras trasladaron herido a Mutassim, el hijo de Gadafi, desde Sirte hasta Misrata y una vez allí lo mataron”, da a conocer Periodismo Humano.

Y es que las milicias de Misrata se encuentran implicadas  en la ejecución de decenas de detenidos tras la captura y muerte de Muamar Gadafi. A pesar de estos hechos que han sido evidenciados por diversos organismos internacionales, las autoridades libias no han cumplido su compromiso de investigar la muerte del ex dictador de Libia Gadafi, de su hijo Mutassim y otras decenas de personas que estaban bajo la custodia de fuerzas rebeldes.

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