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Lado B

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Más de 60 mil inmigrantes africanos se enfrentan a la deportación o cárcel por una orden de Israel, que les impide el reconocimiento como asilados. Declaraciones de Eli Yishai, ministro del Interior de dicho país, alertan sobre la poca tolerancia que existe hacia los refugiados por conflictos armados.

Inmigrantes de Sudán, Sudán del Sur, Eritrea y Costa de Marfil, llegan a Israel huyendo de la violencia en sus países, sin embargo se encuentran ante un panorama desolador a su llegada: “Los africanos son una amenaza tan grave para Israel como un Irán nuclear, la respuesta a la inmigración debe ser más prisiones y campos de detención. Hay que encarcelarlos a todos, sin excepción. Los inmigrantes nos traen enfermedades y convierten las sinagogas en lavaderos”, ha declarado el Ministro del Interior.

Periodismo Humano dio a conocer que “Israel se sumó a la Convención del Estatuto del Refugiado en 1951, aunque luego nunca ha desarrollado un marco legal para atender a quien pudiera estar en esta situación”.

Y agrega: “Los refugiados siguen llegando porque Israel es el pedazo de primer mundo más cercano que tienen, porque la necesidad sigue empujando. Se ha pasado de los miles semanales que cruzaban la frontera antes, entre 2010 y 2011, a 350 al mes como máximo.”

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