Foto: Lado B

Mely Arellano

@melyarel

Los ciudadanos que cada domingo –desde el 19 de agosto– bordan por la paz en Puebla denunciaron la mañana de este jueves que han sido acosados por agentes de la Secretaría de Gobernación municipal, encabezada por Pablo Montiel Solana.

En rueda de prensa, Rosa Borrás, Gabriela González y Misraim Hernández explicaron que “Bordando por la Paz y la Memoria. Una víctima, un pañuelo” es un movimiento que nació en la ciudad de México y que poco a poco se extendió a otras ciudades en catorce estados del país y a  una decena de países como Italia, Francia, Guatemala, Nicaragua, Honduras, España, Canadá y Japón.

La dinámica es muy sencilla: se reúnen todos los domingos en plazas públicas y bordan un pañuelo con hilo rojo –que representa la sangre- por cada persona que ha muerto, y un pañuelo con hilo verde –que representa la esperanza de encontrarlas con vida- por cada persona desaparecida, en el marco de la guerra contra el narcotráfico emprendida por Felipe Calderón.

La invitación para bordar es abierta, pues se trata de una actividad de protesta pacífica que busca, al mismo tiempo, “visibilizar a las víctimas de la violencia, sensibilizar a la ciudadanía respecto al hecho de que las víctimas no son sólo cifras y construir un memorial ciudadano”. Los pañuelos bordados en todo el mundo se expondrán el 1 de diciembre en la plancha del zócalo del DF.

Los integrantes del colectivo –que no tiene un representante o líder, pues es una organización ciudadana horizontal- dijeron que desde hace algunos domingos, sujetos que se identifican como trabajadores de Gobernación municipal los han “invitado” a tramitar un permiso para bordar, e incluso les toman fotos y los graban (con una cámara oculta), situación que les preocupa pues a la actividad se suman lo mismo jóvenes que adultos mayores e infantes y temen por la seguridad de todos.

En un inicio hubo quejas directas del gerente del Hotel Colonial pese a que siempre se ha respetado al inmueble, por lo que le hicieron llegar un oficio explicando por qué y para qué se borda, y a partir de entonces ya no recibieron más reclamos de su parte.

Rosa Borrás dijo que amparados en los artículos 6º y 9º de la Constitución es que realizan la protesta de “la manera más respetuosa posible”, por lo que la insistencia de pedir permiso está fuera de lugar; sin embargo, para evitar confrontaciones hicieron llegar un oficio a Montiel Solana notificándole que continuarán con su actividad hasta el 1 de diciembre en la Plaza de la Democracia y en otros espacios públicos, confiando en que esto sea suficiente para que cese el acoso.

“La acción del bordado continuo potencia la introspección, la atención y la calma, y genera el espacio necesario para compartir y reflexionar con el otro. Es una actividad que invita a combatir el silencio y la indiferencia en un contexto donde el miedo nos aleja constantemente del vínculo con los demás. Intentamos cubrir la necesidad de la gente de la calle, del ciudadano de a pie, de participar en una protesta pacífica, de restablecer el tejido social que está tan fragmentado actualmente, y sentirse parte de este tejido, de solidarizarse, de integrarse, de reconocerse, de reconocer al otro. De abordar el problema al lado de otros que son como ellos, como nosotros. Intentamos construir correspondencia, corresponsabilidad y ciudadanía”: Bordando por la Paz Puebla.