Periodistas en México que cubren noticias relacionadas con el crimen organizado sufren niveles de estrés traumático que los corresponsales de guerra, de acuerdo con un estudio científico.
La encuesta fue realizada por el Dr. Anthony Feinstein, profesor de siquiatría de la Universidad de Toronto, quien hace 10 años publicó también un estudio sobre el trauma y el estrés entre los reporteros de guerra.
Feinstein halló que 25 por ciento de los 104 periodistas encuestados reportaron que han dejado de cubrir noticias del crimen organizado debido a intimidaciones dirigidas a ellos o a sus familiares – y que los periodistas reportaban más síntomas de estrés post traumático (PTSD), depresión y problemas sicológicos que otros colegas.
México es uno de los países más peligrosos del mundo para ser periodista, en parte debido a que las organizaciones criminales tratan de influir en las noticias. Los datos del Instituto Internacional de Seguridad en las Noticias (INSI) con sede en Londres, demuestran que se trata del país con mayor número de asesinatos con 11 muertes y ocupa el quinto lugar este año con siete periodistas asesinados. México ha sido uno de los seis países más mortíferos para la prensa en forma continua durante los últimos 15 años. El nivel de impunidad es alto pues en raras ocasiones, los asesinos de periodistas son juzgados.
El estudio de Feinstein, realizado con la ayuda de INSI, fue el primero de su tipo sobre los efectos de trauma en periodistas que cubren un país que no se encuentra en guerra. Feinsten halló que más de 70 por ciento de los periodistas viven en la provincia donde ocurre la violencia contra el crimen organizado. Casi la mitad de ellos conocen a un colega asesinado por miembros de organizaciones criminales y uno de cada 10 tenía un familiar amenazado.
El trabajo emblemático de Feinstein, Vidas Peligrosas: los Hombres y Mujeres que Reportan la Guerra, expuso los traumas que sufren los corresponsales de guerra. Ahora, el experto dice que los periodistas que tienen signos de daños sicológicos es similar a los datos de reporteros de guerra.
Pero agrega:»A diferencia de los corresponsales de guerra, que entran y salen de la zona de conflicto… la mayoría de los periodistas mexicanos estudiados trabajan y viven en las áreas donde existe una violencia extrema. No tienen ningún respiro de esos riesgos…»
UNESCO, que financió la investigación, dijo que el estudio levanta cuestionamientos importantes sobre la libertad de prensa en México.
«Si los periodistas están demasiado intimidados para reportar las noticias y su estrés emocional es tal que no pueden continuar trabajando en un reportaje, eso afecta el flujo de información para el público,»declaró la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y la Cultura.
«Estos hallazgos sicológicos deberían ser un llamado a las organizaciones mexicanas de noticias para apoyar a los hombres y mujeres que, bajo un riesgo considerable, cuentan las historias de un conflicto regional con implicaciones para todos en las Américas».
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