Los pájaros están indignadosporque unos cerdos les robaron sus huevos. Deciden vengarse. Es el argumento de Angry Birds, el juego para teléfonos móviles más popular del planeta. El jugador debe usar a los pájaros como kamikazes, lanzándolos con una honda para así destruir los obstáculos bajo los cuales se esconden los cerdos y terminar con ellos. Lo notable de este juego es lo real que nos parece el modo en que los pájaros-proyectiles vuelan, provocando una cadena de colisiones.
Todo esto se lo debemos a Sir Isaac Newton. Tras el juego hay instrucciones (un algoritmo) que utilizan las leyes de la mecánica para simular la realidad. Pero ¿qué significa “simular” la realidad? En este caso, que en cada instante de la acción el programa usa las posiciones y velocidades de todos los objetos en pantalla para calcular la configuración de los objetos un instante más tarde. La historia se calcula en vivo. El computador simula, así, el actuar de la naturaleza.
La pregunta inmediata que surge es hasta dónde podemos llegar con esto. Si podemos simular las leyes de la mecánica, también podemos simular todas las leyes de la física, y por lo tanto, en principio, cualquier proceso que ocurra en la naturaleza. Podríamos también simular moléculas complicadas, células, cerebros, comportamientos, incluso conciencias. Y aunque es posible hacer esto en ciertos casos, la cosa es bastante más complicada.
El anuncio, hace un par de semanas, de un grupo de científicos en California y Maryland, recordó que esa carrera ya comenzó: simularon vida.
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EL PEPO