• Para la BUAP los expedientes de incorporación de las universidades de bajo costo son «información clasificada»

Ernesto Aroche Aguilar

@earoche

En 2009 la consultora Aregional ubicaba a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) en el segundo puesto de su ranking de transparencia en universidades. En septiembre de 2011 la consultora Moodys otorgaba a la máxima  casa de estudios un reconocimiento por su transparencia institucional, y por el manejo sano de sus finanzas.

Casi un año después la transparencia premiada de la BUAP se volvió opacidad, al menos en lo que se refiere al gasto en publicidad oficial y en la información referente a las escuelas incorporadas de nivel superior.

Para la institución educativa el que el gobierno del estado hiciera público su gasto en medios entre 2008 y 2011 no sirvió de ejemplo para comenzar a transparentar dicha información y prefirió negarla argumentado que se trata de información clasificada.

Y la misma respuesta entregó al serle cuestionado sobre los expedientes de las 15 escuelas de estudios superiores que tiene incorporadas, lo único que ofreció al respecto fue las actas de reunión del consejo de Docencia, dónde se validan y aprueban dichas incorporaciones.

Por el momento la Comisión de Acceso a la Información (CAIP) registró el viernes pasado los primeros recursos de revisión –es decir el procedimiento para analizar las negativas a hacer pública alguna documentación solicitada— que se promueven contra la BUAP, y tendrá que analizar si la institución está cumpliendo o  no con la ley en la materia.

Vedado el gasto en revistas

A mediados de julio de 2009 la revista Líderes Mexicanos que edita Grupo Ferráez –Ferráez Comunicación S.A. de C.V— incluyó al rector Enrique Agüera Ibáñez en su lista de los 300 líderes mexicanos.

La noticia, que se replicó de inmediato entre los medios de comunicación locales, era la primera que se tendría de la relación entre la BUAP y la empresa editorial. El 15 de septiembre de 2009 salía a la venta un número especial dedicado en su totalidad a la BUAP llevando como reportaje central un artículo sobre el rector.

La última publicidad sobre la institución educativa que se pudo observar en dicha revista salió en el número especial que Ferráez Comunicación dedico al gobernador del estado en febrero pasado. El número dedicado en sus 82 páginas a entrevistas con el mandatario estatal y su gabinete incluyó en su segunda de forros publicidad sobre la biblioteca central y el estadio universitario junto con la leyenda “vamos por más” y los logos del gobierno del estado y la BUAP.

Cuestionada la institución sobre el monto del contrato o contratos que firmó la institución con la revista Líderes Mexicanos de 2005 a la fecha la unidad de transparencia se limitó a informar que “los gastos del  Programa de Comunicación Institucional, están a su disposición en la Página de Transparencia Institucional” y dio a conocer los montos del presupuesto total asignado a Comunicación Social.

También se le pidió dar a conocer las facturas respectivas al pago del servicio, ahí la BUAP argumentó que “no es posible proporcionarle dicha documentación en virtud de la cláusula de confidencialidad que la Institución establece con dichas empresas”.

Escuelas incorporadas, un secreto

Pero el gasto en revistas no es el único tema tabú dentro de la universidad, tratar de  conocer los expedientes de incorporación de las escuelas profesionales es entrar en terrenos de la “información clasificada”.

Ese fue el argumento que utilizó la titular de la Unidad Administrativa de Acceso a la Información de la BUAP, Cecilia Moreno Romero, al serle solicitado acceso a los expedientes de incorporación de las 15 instituciones que forman parte del padrón de escuelas profesionales incorporadas.