Tuss Fernández

@ituss79

No es momento de extrañarte, es momento de saberte tinta entre mis manos.

-Lo mío, lo mío, es la papaya!

Eso dijo mi amiga mientras me contaba sus fallidos intentos  –un poco tardíos, by the way– por ser buga. Lo intentó, me consta que lo intentó, pero no hubo manera. La primera vez que decidió probar suerte en el lado hetero, lo hizo como Dios manda. Nada podía fallar. El galán perfecto, simpático, conversador. La fiesta que acababa, los invitados que se iban, los tragos que quedaban. La casa sola, los gatos durmiendo, la cama vacía… 20 centímetros de maquinaria sexual presumidos por ese rubio encantador –comprobables, dice y le creemos–, ¡y todo para qué!

-¡Salí sintiéndome más gay que nunca!

Aquí es cuando ustedes insertan en su Ipod interno la rolita ‘Stereosexual’ de Mecano y la adaptan a la vida gay. Es decir, hacen el ejercicio imaginario de que vivimos en un planeta donde la mayoría es LGBTTTTI  y los menos son bugas. Luego la cantan diez veces y ya pueden volver a la lectura.

En fin, uno en esta vida debe perseverar y así lo hizo mi amiga. Por segunda ocasión y digamos que de nuevo por casualidad, otra vez había unas chelas, otra vez había un galán –menos dotado que el anterior pero con más actitud–, otra vez la casa sola, los gatos durmiendo, la cama vacía… ¡Dos de dos y N-A-D-A!.

No vamos a discutir más este caso y no necesitamos más ejemplos. Queda claro que lo suyo, lo suyo, es la papaya.

“…luego ya razoné,

la culpa es del alcohol,

debí mezclar ayer hasta volverme…»

Perdón pero no pude evitarlo. Se me quedó la tonadita. Sigamos.

Si de perserverantes se trata yo tengo amig@s expert@s en la materia. Como me pidió que lo mantuviera anónimo sólo puedo decirles que su nombre empieza con ‘F’ y termina con ‘ederico’. Vamos a ponerle Fede, pa que nadie sepa que hablamos de un diseñador gráfico, delgado, estatura promedio, blanco, pecoso, treintañero que vive cerca de Far Fara Away  y que trabaja en el negocio de los textiles. Un Don Nadie, pues.

Fede es un orgullo para Miguel Ángel Cornejo –no me odien, tuve que chutarme sus videos en la secundaria– porque no sólo es perseverante, sino un perseverante excelente. Ah porque Fede no tuvo sólo noches casuales de pasión, no. Fede tuvo dos –Sí, DOS– larguísimos años de relación con la chica más guapa del cole. Es decir, con LA chica. ¡¿Pero qué creen?!

“Y qué dirán de mí,

dirán que eres gay,

lo tendré que asumir,

no te apures rey,

me aceptarán tal cual,

veras como sí…”

Ah sí, de estar cantando olvidé mencionar que Fede hizo su propia versión de Brokeback Mountain, nomás que en Amozoc y con un jugador de fútbol americano en lugar de con un arriero. De la porrista guapa –LA chica– ya nadie se acuerda; no tenía futuro en esta columna, mucho menos en la vida de Fede.

O sea que uno anda por ahí, queriéndose hacer el buga al menos en alguna etapa closetera de su vida . No se hagan, tod@s lo han hecho. ¿O me van a decir que no son como yo que llevé mi vida hetero hasta las oficinas del Registro Civil? –Bueno, no eran oficinas y acepto que lo del Registro Civil fue una exageración– . ¿O ahora resulta que nadie se casó en la Kermesse de la escuela? –con alguien del sexo opuesto–.  Todos muy gays y muy asumidos desde chiquitos, ¿no?

“por otro la’o,

por el la’o de atrás,

no debe estar tan mal,

pero si es normal,

sí es tanto personal,

pruébalo y verás…”

PD. Supongo que este será el primer capítulo de los ‘Intentos fallidos’. Tengo la impresión de que nos sobra tela de dónde cortar.