Tuss Fernández

@ituss79

De esas distancias que se guardan en defensa propia

Lo intenté. Les juro que lo intenté.

Yo que siempre había criticado eso de jugar a la rotación de parejas (que no es lo mismo que el swinger play) y terminé armando mi propia serie de Beverly Hills 90210. No, mejor mi propia serie de Melrose Place. Ahí igual tod@s se daban entre tod@s pero eran como menos preparatorianos y más nice.

Como si fuéramos una Aldea Pitufo (con una sola Pitufina), como si en el mundo no existieran otros 7 mil millones de habitantes (vayan haciendo close up), 112 millones de ellos en México, casi 6 millones en Puebla y más de 1 millón y medio en la Angelópolis [recuerden que como bisexual yo no discrimino entre géneros], ah, pues tuve el tino de ‘enamorarme’ de la ex pareja de mi ex pareja. No digo que lo mío lo mío sean las triangulaciones, pero ahí la llevo.

Ahora bien, yo soy totalmente amateur en estos asuntos, pero tenemos a verdaderos Euclides (Padre de la Geometría) de las relaciones amorosas. Veamos.

Caso 1. Fiesta de cumpleaños cualquiera.

Universo de invitados: 15

Total de invitados relacionados entre sí: (4+6) = 10

Figura(s) geométrica(s) que se forma(n): 2 triángulos o una estrella de 6 picos + 2 triángulos o una estrella de 6 picos + 4 triángulos o 2 estrellas de 6 picos

Letra(s) del abecedario que podemos formar por vértices: N+ (X+I)

Número de correlacionados que pueden despejar la ecuación: 8

Número de correlacionados que no entenderán esto: 2

Caso 2. Reunión accidental en un parque

Universo de personas que coincidieron en el parque: 5

Total de personajes relacionados entre sí: 5

Figura(s) geométrica(s) que se forma(n): *no encontramos

Letra(s) del abecedario que podemos formar por vértices: V+I

Número de correlacionados que pueden despejar la ecuación: 4

Número de correlacionados que no entenderán esto: 1

Para quienes no están entendiendo nada, les sugiero correr a Google a buscar ‘poliamor’; ahí van a entender cómo descifrar el abecedario. En cuanto a las figuras geométricas, regresen a sus épocas de secundaria y hagan que cada vértice sea una personita. Más no puedo hacer por ustedes.

Ya ven por qué criticaba yo este asunto. No es cuestión de prejuicios, no. Es cuestión de matemáticas porque, seamos honestos, una vez que acepté convertirme en ‘pivote’ –individuo que tiene más de dos conexiones-, quedó claro que mis esquemas éticos de por qué no debes relacionarte con un ex de tu ex, son mucho, pero mucho más flexibles que un monito de Play Mobil.

A partir de aquí voy a intentar tomar el caso con un poco más de seriedad porque me parece que el tema lo amerita.

En los esquemas no heterosexuales de relaciones, es mucho menos común que se presenten este tipo de interconexiones pero, en el caso de los LGBTTTIQ, es increíblemente frecuente. Sucede que somos minoría y dentro de la minoría hay más minorías. A eso hay que sumarle el hecho de que frecuentamos los mismos lugares y nuestros amigos son generalmente de la misma especie. Las posibilidades de salir de la Aldea Pitufo y encontrar a otra Pitufina, se reducen espantosamente. De hecho, creo que la  Teoría de los Seis Grados de Separación –corran de nuevo a Google y no lo cierren nunca mientras leen esta columna-, en este caso, bien podría reducirse a sólo dos o tres grados. Triste, pero cierto.

Ni modo, nadie está exento de tejer su propia telaraña porque como versa el dicho: Dios l@s hace y ell@s se juntan.

Pd. A ver si voy haciendo más amig@s porque con esta columna se me hace que si pierdo a dos o tres.

Material de apoyo.