• «¡Puebla sí, Chiapas no!, ¡Puebla sí, Chiapas no!», gritaban los simpatizantes de Armenta y Morales,  a su llegada a la sede tricolor

Foto: EEF

Joseline Santos Enríquez

@joss_santos

«¡Puebla sí, Chiapas no!, ¡Puebla sí, Chiapas no!» gritaban los simpatizantes de Fernando Morales Martínez y Alejandro Armenta Mier, mientras estos solicitaban su registro como precandidatos para la fórmula al Senado de la República.

Centenas de militantes abarrotaron el patio del edificio que alberga al Comité Directivo Estatal (CDE) del PRI para apoyar ambas candidaturas.

Un par de horas antes, un grupo ligeramente menor acompañó al ex candidato al gobierno del estado, Javier López Zavala, quien acudió al lugar para realizar el mismo trámite.

La segunda en registrarse fue la ex presidenta municipal capitalina, Blanca Alcalá Ruiz, pero no tuvo la convocatoria suficiente para igualar los grupos de apoyo que tuvieron sus compañeros de partido.

Al parecer los esfuerzos del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI para concretar una candidatura de unidad al Senado de la República fueron insuficientes, toda vez que en Puebla se registraron 4 aspirantes y no una dupla o fórmula de unidad.

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“No es un acto de rebeldía, es un acto de congruencia”, justificó Fernando Morales, quien ponderó la importancia de cambiar la cara del PRI, y erradicar la “soberbia” que en 2010 les hizo perder su hegemonía en la administración estatal.

El contexto político es diferente, tras la derrota electoral –dijo- la militancia ganó el derecho de escoger candidatos porque ya no existe el “dedo divino” que imponga candidatos.

Sus acompañantes recibieron con júbilo el mensaje.

-“¡Sí son poblanos!, ¡Sí son poblanos!, ¡Sí son poblanos!”- interrumpieron al orador los de su porra.

-Hoy podemos decir lo que pensamos, tener la pasión por hacer política, olvidarnos que hay alguien más que decide por nosotros, ese debe ser el nuevo PRI, no un PRI anquilosado, un PRI acartonado donde te dicen qué es lo que tienes que hacer y solamente tienes que agachar la cabeza y decir: sí señor candidato- expresó emocionado Morales Martínez.

El ímpetu ocasionó que el aspirante retara a Zavala y Blanca Alcalá a debatir sobre proyectos políticos. Si bien no los apreció como enemigos, consideró necesaria la confrontación de ideas.

A la par, convocó a la unidad, a cerrar filas en torno a un propósito, a un ideal. Aseguró que ni él, ni Alejandro Armenta, están interesados en quién ocuparía la primera fórmula al Senado pues eso lo decidirá la militancia, por eso –precisó- llegaron juntos al registro y ambos se levantaron la mano, contrario a sus adversarios cuyos “egos son mayores a los intereses que tienen por el partido”.

Armenta Mier dirigió un discurso similar, llamó a erradicar los “ismos” (sic), a impulsar a candidatos jóvenes “con visión, con empuje y experiencia”, porque la militancia y los ciudadanos están cansados de las mismas caras.

El exdirigente evidenció que su linaje poblano será la bandera de campaña, aunque hay que recordar que en el proceso electoral de 2010 él mismo descalificó los señalamientos emitidos por los adversarios políticos de Zavala que denostaban su origen chiapaneco.

-¡Sí son poblanos!, ¡Sí son poblanos!, ¡Sí son poblanos!- se unió Armenta a las voces de sus simpatizantes.

 A Zavala nadie lo busca; “ni la Procu, ni la PGR”

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El panorama era similar al de 2010. El mismo lugar y la misma intención: buscar una candidatura. En primera fila apareció el presidente del Congreso local, José Luis Márquez Martínez; su correligionario, Filiberto Guevara; el coordinador de diputados federales poblanos del tricolor, Alberto González; hasta los militantes del Partido Verde Ecologista, Jesús Morales Manzo y Rodolfo Huerta, manifestaron su respaldo a favor del ex candidato al gobierno del estado.

Javier López Zavala presumió que encabeza las encuestas, que la voluntad del priismo poblano está con él, y sobre todo, que no está dentro de la lista de los 81 exfuncionarios marinistas -entre ellos su ex compañero de gabinete, Alfredo Arango García– que son investigados por las autoridades.

Sin embargo advirtió que habrá guerra sucia y que será víctima de calumnias: “No tengo ninguna denuncia de ningún tipo, ninguna denuncia penal, ni en la Procu (Procuraduría General de Justicia del estado), ni en la PGR, nadie me busca, que quede claro, soy orgullosamente poblano y honesto, porque el día de mañana que empiece la campaña vienen las calumnias y la guerra sucia, no se crean de mentiras, los que los hagan siempre será (sic) porque nos tienen miedo y saben que vamos a ganar”.

 Alcalá busca la primera fórmula

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Ataviada en un vestido blanco, sin cambios, fiel a su estilo, y con un discurso mesurado, Blanca Alcalá Ruiz solicitó su registro como precandidata al Senado.

Acompañada de la regidora capitalina, Sandra Montalvo; de Víctor Manuel Giorgana Jiménez, haciendo gala del apoyo manifestado por los diputados federales y también exaspirantes al Senado, Alberto Jiménez Merino y Jorge Juraidini Rumilla, la priista adelantó que buscará la primera fórmula al Senado.

Se dijo abierta al diálogo, a la concertación, a impulsar un proyecto con altura de miras, y hasta celebró que al interior del partido exista pluralidad, así como diversidad de grupos y opiniones.

“Este proceso interno no es una disputa entre enemigos, por el contrario es un espacio para aspiraciones proyectos y anhelos”, dijo.

Abundó sobre las cualidades de una buena política, de la importancia de garantizar la libertad al interior del PRI, de la necesidad de erradicar la política que denigra y que genera desconfianza.

Reconoció que la candidatura será un reto, que asumirá con gusto y con el compromiso de representar a los poblanos.

Blanca Alcalá se mostró pasiva, al igual que el grupo que la acompañó a registrarse ante la Comisión Estatal de Procesos Internos del PRI.