Josué Mota

Cierta ocasión un profesor de introducción a la sociología me dijo que una de las canciones más machistas que conocía era la de Te solté la rienda de José Alfredo Jiménez. Explicaba que en la canción se compara a la mujer con un animal, en este caso un caballo blanco:

“Como al caballo blanco

le solté la rienda

a ti también te suelto

y te me vas ahorita”…

 Lo reflexioné y me pareció cierto, la canción es machista, como lo son muchas de José Alfredo, quien murió, hoy, hace 38 años.

Tiempo después, entre tragos, una amiga que es feminista, me dijo que no le gustan las canciones de José Alfredo porque son muy machistas. Lo volví a reflexionar y me siguió pareciendo cierto, pero injusto.

El oriundo de Dolores Hidalgo, Guanajuato, es considerado uno de los mejores compositores mexicanos. Muchos opinan que el mejor de la música vernácula o popular. Y es admirado y escuchado en otros países. Pero al mismo tiempo muchas personas reconocen que sus letras son machistas. ¿se puede desasociar el talento del machismo en el caso de José Alfredo Jiménez?  La pregunta me viene a cuenta de que este miércoles se cumplieron 38 años del fallecimiento del también cantante y el viernes se conmemora el día internacional contra la violencia hacia la mujer.

Personalmente creo, como muchos, que José Alfredo tenía un talento formidable para escribir canciones, las cuales me gustan también mucho. Pienso también que un gran artista no necesariamente es una gran persona, es decir, lo uno no está relacionado con lo otro.

Ese mismo profesor me dijo en otra ocasión: “conozco muchos marxistas que le pegan a sus esposas, y a otros que no les pegan pero que son muy machistas”. El profesor del que hablo es marxista, y piensa que serlo es ser una persona liberal, pero reconocía que la ideología teórico-política no siempre se refleja en el ámbito personal. Me ha tocado comprobar personalmente lo que me decía.

Muchos “críticos” –que así se llaman a sí mismos- consideran que la música de Clapton contribuye a mantener el estatus quo y por tanto es “antirrevolucionaria”. Clapton ha declarado y escrito que tiene posturas y opiniones políticas pero ha decidido no mezclar la música con la política, y públicamente se mantiene como músico y no como líder de movimientos políticos, eso para no contaminar el arte. Y estoy completamente de acuerdo.

Pero en el caso de José Alfredo la mayoría de sus canciones, casi todas, hablan de su relación con las mujeres y en ellas, a la luz de lo que ahora se considera machismo, también casi todas son machistas, ¿entonces se puede separar al compositor de una actitud machista?

Quitarle el tinte machista a esas canciones equivale a quitar el nombre de José Alfredo de sus composiciones, creo que lo uno va con lo otro. ¿Eso demerita su calidad como músico?

Un amigo me contó que leyó –no recuerdo dónde- que José Alfredo llevó a su hijo a escuchar un concierto de Pink Floyd y le dijo que el grupo le gustaba mucho. Jiménez tampoco sabía teoría musical, por eso a veces le chiflaba la tonada que había pensado para sus canciones a los mariachis, pero es notorio que tenía un gran instinto musical. No era buen cantante, pero como decimos los mexicanos, cantaba con sentimiento, y eso era lo importante. La calidad de sus composiciones me parece a prueba de cualquier crítica.

José Alfredo tiene, además, todas las características necesarias para ser un ídolo mexicano: nació pobre, alcanzó la cúspide de la fama, compartió tragos con sus amigos en las cantinas, se hizo de mucho dinero y murió pobre. Además, tenía debilidad por las mujeres y eran tan borracho que murió de cirrosis (aunque la cirrosis no sólo es provocada por el alcoholismo).

Al arte, ya se ha dicho, es el reflejo de un momento determinado de la realidad, también es el reflejo de una sociedad  y el caso de José Alfredo lo demuestra. Sus canciones fueron y siguen siendo tan escuchadas porque algunos mexicanos, hombres y mujeres, se sienten identificados con esas letras cuando pasan por la ruptura de una relación amorosa, y por otras tantas cosas relacionadas con el amor. Si esto es así, quizá entonces la sociedad mexicana no haya cambiado tanto a 38 años de la muerte de José Alfredo.

Las preguntas se siguen surgiendo ¿entonces si me gustan las canciones de José Alfredo hay un algo machista dentro de mí? Creo que no, pero la verdad tengo la duda.