Héctor Rodrigo *

@HectorRodrigo

Hola. Soy Héctor, tengo 29 años y soy consumidor prácticamente desde que nací. El hospital en donde abrí los ojos le bajó una lana a mis papás, a partir de ahí comencé a usar pañales todos los días, un vicio a veces muy tormentoso, pues hubo pañales que ensucié por placer pero otros fueron (d)olorosamente utilizados. En la vida me han hecho muchos regalos materiales, pero nunca como en mi infancia… ¿cuántos juguetes que jamás usé?, ¿cuánta ropa que nunca me quedó? Aún recuerdo aquella pista de carreras eléctrica que solamente armé una vez y la usé alrededor de 25 minutos, decenas de balones ponchados, muñecos destrozados. A mis 13 años recibí una caña de pescar que usé apenas dos veces. Desde entonces y hasta ahora continúo comprando muchas cosas por costumbre, inconscientemente…

Yo pienso que los culpables del consumismo, antes que nadie, somos los consumidores. Las empresas quieren vender y solo siguen las tendencias del mercado, y aunque muchas veces usan psicología y mentiras para que les consumas, solamente tú eres dueño de tu cartera. Así que consume lo que prefieras, lo que necesitas, lo que cambie para bien tu vida. Si nunca has visto el video de The Story of Stuff, recomiendo analices lo que hacemos cuando compramos, usamos y tiramos, todos los días, tantas cosas como no imaginamos.

El consumidor es el primer responsable de comprar con base en NECESIDADES y no en NECEDADES.

La tecnología por un lado, pero sobre todo la evolución de la conciencia, deberían convertirnos en seres más inteligentes para usar las cosas. Tanto empresas como individuos tenemos una gran responsabilidad en frente. Por un lado, las empresas deben centrar sus esfuerzos en producir, promover y vender productos que los clientes sí necesitan. Además, las mismas empresas deben hacerse responsables también por lo que consumen, pues en volumen, son las primeras depredadoras de recursos naturales y productoras de desperdicios antes de que de productos.

En todos los ámbitos, en el político por ejemplo, los partidos deben voltear a las necesidades de los ciudadanos, quienes consumimos sus campañas, sus declaraciones, pero sobre todo sus buenas o malas decisiones, somos todos.

La solución para que las empresas modifiquen sus vicios o malas prácticas está en los consumidores  : 1. No consumir. 2. Protesta colectiva. En la primera es una decisión personal a no comprar por modas sino por servicio y por calidad. En la segunda se necesita de que las personas se organicen, se sumen en contra de un problema que afecta a sus vidas y familias.

Los consumidores, por nuestra parte, tenemos que ser menos compradores compulsivos. Tenemos que tener menos deseos de poseer. En México estamos imitando un modelo mundial de consumir cualquier novedad que entra al mercado, y no valoramos realmente las funciones del producto, el uso real en tiempo que le daremos, etc.

Uno de los consumos más ilógicos es el de comprar películas piratas, ¿para qué quieres comprar un disco y una caja que usarás solamente una vez?, ¿para qué amontonarlos como posesiones si además son ilícitos? Hay que buscar soluciones para que las personas no tengan que hacerse dueñas de las cosas y solo usen éstas por el tiempo necesario. Además de que ni somos dueños, nos vamos sin nada al final de la vida. Pero esa es otra historia.

Por eso es importante la formación de buenos consumidores, para que se consuma material de calidad, porque así como hay productos piratas también hay políticos piratas. Nosotros provocamos que las empresas nos dominen y también que los mismos partidos y políticos nos dominen. En nuestras manos, en nuestra cartera, está la decisión.

La comunidad por naturaleza puede identificarse de acuerdos a gustos, simpatías o problemas comunes. Lamentablemente creo que estamos acostumbrados a quejarnos en grupo pero no a organizarnos y a cambiar las cosas en equipo.

En México urge una comunidad responsable de sus consumos y de su vida propia.

*Ciudadano poblano por nacimiento, crecimiento y convicción. Mi profesión es la vinculación.