Literalmente, es increíble. A Arely Pérez Juan, a quien apodaban «La Negra» la ejecutaron a las puertas de su propia casa y en su propio territorio, San Francisco Tláloc, en San Matías Tlalancaleca, Puebla. Ocurrió a escasos días de que le contara a usted de la guerra en esa zona del estado.
Camionetas negras y dos motociclistas se apostaron frente a la vivienda de la señora, sobre la calle Emiliano Zapata y vaciaron sus cargadores hacia la construcción. Los disparos atravesaron los muros e hirieron a Pérez Juan, quien apenas alcanzó a salir, gravemente lesionada. No pasó de unos cuantos metros y cayó muerta.
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Los sicarios se fueron rumbo a Ixtacuixtla. Otra noticia, igualmente sorprendente, se dio el 23 de marzo. Por goteo, se supo que un embolsado con todo y mensaje de CJNG encima, era el del hermano de Pérez Juan, “El Salinas”.
El golpe no es menor. Es un terremoto territorial. Viene un reacomodo en serio y en serie en el triángulo rojo, responsable del 30 por ciento del robo de combustible en todo el país.
Las dudas
En ese tenor, aparecen de inmediato algunos puntos que, en el entendido que no serán respondidos por el gobierno federal, habrá que dejarlos en la mesa de los pendientes:
El primero y más evidente, es cómo pudo entrar un comando armado hasta la médula, a San Francisco Tláloc, sin ser reportado por la red de cientos de halcones de la zona. Usted seguramente no lo ubica pero en ese lugar, no se movía la hoja de un árbol sin la autorización de Pérez Juan.
El segundo punto es que su guardia personal no disparó una bala en contra de los agresores. Peor aún: parece que no había escolta armada afuera de la vivienda de “La Negra”. Por otra parte, no es menos extraño cómo pudieron levantar y matar a su hermano “El Salinas”, el 23 de marzo, en el mismo lugar. Es por lo menos, extraño.
Otro punto complementario, es por qué Pérez Juan no optó entre escapar del estado de Puebla, apenas se enterara de la ejecución de su hermano o, armarse hasta los dientes y prepararse para la embestida final. ¿Se dejó morir? Recuerde que entre la muerte de su hermano y la de ella, pasaron 9 días, más que suficiente mudarse hasta de planeta.
Y, la prueba del ácido es evidente: si la señora repartía millones a la Guardia Nacional, ¿por qué la abandonaron? Todos los que nos dedicamos al análisis del crimen organizado, sabemos que la señora entregaba fortunas a militares de todo caletre y a personal de la Policía Estatal de Puebla.
En otras palabras, la racional que se inscribe con fuerza en este acontecimiento, es que a “La Negra”, alguien decidió dejarla a su suerte. Si me permite el juego de palabras, le quitaron el derecho de explotación de la franquicia.
Su ejecución a domicilio, genera un torrente de interrogantes respecto al hecho mismo:
Tiene sentido el que Pérez Juan fuera ejecutada, al salir a atender asuntos personales fuera de su territorio o que un sicario le pidiera la renuncia cuando anduviera de compras, como ha ocurrido con otros jefes criminales en todas partes del país. Pero, ¿en su casa?
Llama la atención que las corporaciones militares y policiacas que se mueven por la zona, ni se enteraran del asunto, a las diez de la mañana de un día laboral. O, ¿callaron los radios?
La caída de “La Negra” deja una lectura obvia: la plaza quedó a favor de CJNG y con ello, se irán dando ejecuciones de otros jefes criminales de la zona, hasta que las partes más importantes del triángulo rojo queden en manos de un nuevo dueño.
El que sigue
El ganador evidente de esta ejecución es CJNG, en el entendido que el Operativo Barredora CJNG es eso, un equipo de limpieza y será otro grupo el que se quede con la operación del territorio recién ganado.
Por último, pero no al final, es el tema de la base social de “La Negra”, cifrada en cientos de personas que apenas ella les tronaba los dedos, salían atropellándose a detener a cualquier visitante, llámese convoy de la Marina Armada, de la Guardia Nacional o del Ejército.
Entre los pobladores que le tenían miedo y obediencia, no hubo oposición al atentado en contra de su benefactora. Pragmatismo o cinismo, da lo mismo.
Es evidente que habrá movimientos en la zona: “Las Tortillas” y Óscar “El Loco” Téllez seguramente serán protagonistas. Y a todo esto, apunte usted: el Operativo Barredora CJNG lleva 52 ejecutados.
Epílogo capitalino
Se comentó en los corrillos de inteligencia hace unos pocos días, que el mismísimo Harfuch llamó a cuentas a un poblano para que le explicara qué diantres está pasando con la seguridad en la entidad y que no le saliera con la vaina de la disminución en la incidencia delictiva.
La feudalización avanza.