Desde siempre, en la esfera de la actividad política en el país, y seguramente en el mundo, se habla de posiciones ideológicas. Se habla de los espectros que van desde la derecha, pasando por el centro y llega a la izquierda. Las personas, las organizaciones, los movimientos y los partidos políticos que buscan el poder se mueven bajo esas ideologías. Sin embargo, en el mundo real, solo utilizan las ideologías como discurso, y en la vía de la práctica o de los hechos, los comportamientos de las personas son  diametralmente diferentes a su “forma” de pensar, esto significa que no son consecuentes.

En nuestro país o estado, la situación no es diferente. Peor aún, parece ser que son masters en la simulación, ya que, en el devenir de la historia, las personalidades, los grupos y los movimientos se comportan como señalan algunas autorías en la ciencia política, como élites; es decir, identifican un objetivo y se mueven sobre ese objetivo para lograrlo, pasando por quien tengan que pasar; para otras autorías sería pragmatismo puro y llano.

A pesar de ello, también existen movimientos, personas u organizaciones, quienes todavía —y a pesar de todo este pragmatismo que invade el planeta— piensan que se puede actuar consecuentemente, desde sus posiciones ideológicas.

Es decir, las otras, los otros, les otres, aún existen. Marginadas, marginados, marginades, pero con la convicción de ello.

Durante muchos años, mujeres, hombres y personas de diferentes lugares, en diferentes momentos, han dado sus luchas para buscar otra realidad, que nada o poco tienen que ver con lo que se vive. Durante todo el siglo pasado, muchas de esas luchas, se aglutinaron en diversos movimientos o hasta partidos políticos, y que pusieron su cuota de sangre, de muerte, de desapariciones, de encarcelamientos creyendo que otro proyecto podría realizarse. Desde guerrillas, hasta partidos políticos, en la búsqueda de ello. Así llegamos a 2018, pasaron 99 años para que por la vía electoral, se pudiese realizar otro proyecto. Pero no se puede dejar de señalar que, en los últimos años, antes de ese anhelado triunfo electoral, todas las figuras del pasado, aquellas figuras que caminaron, que compartieron, que ejercieron el poder, en el proyecto capitalista, neoliberal, quienes reprimieron, encarcelaron, desaparecieron, asesinaron. Esas personas, tuvieron la habilidad de brincar y acomodarse en éste. Se supieron enquistar.

Sí querían resultados diferentes, necesariamente tenía que haber sido con personas diferentes, con las mismas personas del pasado, los resultados serían los del pasado. Ahora a cuatro años del arribo de la izquierda partidaria al poder vemos los resultados. Esos, esos los evalúan ustedes.

*Foto de portada: @lopezobrador_ | Twitter