Cuando Victoria Nava sintió una dureza en uno de sus pechos, junto al pezón, no tenía idea de lo difícil que sería su diagnóstico. Para no perder tiempo esperando que le dieran cita en el Seguro Social, buscó una ginecóloga particular, quien le realizó una biopsia que no arrojó un resultado concreto.    

Su doctora le recomendó no descartar el cáncer de mama por su historial familiar y buscar a un especialista en oncología. 

El oncólogo ginecólogo le practicó un Trucut, un procedimiento alternativo a una biopsia quirúrgica abierta que permite realizar un diagnóstico más certero para cáncer de mama. Como resultado de ello, Victoria fue diagnosticada con una mastitis infecciosa. 

Según especialistas, este tipo de padecimientos pueden ser incluso más frecuentes que el cáncer de mama, que en 2021 fue la principal causa de morbilidad hospitalaria en México entre la población de 20 años y más, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Sin embargo, respecto de padecimientos no malignos —como la mastitis y la mastopatía fibroquística, también conocida como fibrosis—, hay pocas cifras e información, aunque ambas pueden afectar la calidad de vida de quienes las padecen, principalmente por el dolor que producen.

La mastitis es una inflamación de la mama ocasionada por una bacteria o algún proceso inmunológico, mientras que la mastopatía fibroquística es un fenómeno en la mama, no una enfermedad, que causa bultos en la misma, explica en entrevista para LADO B, la ginecóloga oncóloga del Hospital General del IMSS de Tlaxcala, Rosa Martha Núñez Rodríguez.

A diferencia de estos padecimientos, el cáncer de mama es un tumor maligno originado en las células de la mama, pero al tener síntomas similares, el diagnóstico y el tratamiento se pueden retrasar o equivocar cuando no son atendidos por personal de salud especializado.

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Las bolitas en el seno pueden ser síntoma de cáncer, pero también de la mastopatía fibroquística. Y la mastitis puede producir bultos, enrojecimiento, dureza, inflamación y malformación.  

“Hemos visto que llegan pacientes tarde [porque] pensaron que era un tumor benigno, como la mastitis y desgraciadamente era un cáncer que estaba creciendo”, dice a LADO B el doctor Jorge Enrique Monges Jones, jefe de servicios médicos y cirujano oncológico de la Fundación de Cáncer de Mama (Fucam).  

La importancia de consultar a especialistas

La experiencia de Margarita Velázquez Cerón fue diferente a la de Victoria, ella no sintió una dureza, sino una bolita en el seno. Su médico particular le dio un medicamento para deshacerla, pero al ver que el tratamiento no funcionaba, decidió buscar otras opciones. Así fue como llegó al Hospital de la Mujer.

En el Hospital le hicieron una mastografía y una biopsia; con ello descubrieron que tenía cáncer de mama.

El cirujano oncológico Jorge Enrique Monges Jones subraya la importancia de que ante cualquier sospecha de cáncer de mama, mastitis o mastopatía fibroquística, lo mejor es acudir con un médico o médica oncóloga.

Y agrega: es importante la biopsia en mastitis, porque en la fibrosis no hay mucha confusión. Además, si la mastitis no se trata rápidamente puede avanzar a una infección más grande hasta llegar a la septicemia, que es la presencia de infección en la sangre. En el caso de la fibrosis, sin tratamiento adecuado aumentaría el dolor en la mama o crecería más la bolita.

Detección temprana, la mejor opción

Ilustración: Gogo

El Doctor Monges Jones estima que entre el 50 y 60 por ciento de los casos de cáncer de mamá que hay en el país son diagnosticados de manera tardía, razón por la cual es la principal causa de muerte en mujeres.

De hecho, destaca que la diferencia entre quienes tienen acceso a especialistas y quienes no, se puede ver en los resultados de las Unidades de Especialidades Médicas para la Detección y Diagnóstico del Cáncer de Mama (UNEME- DEDICAM). En los lugares en los que existen estas Unidades de Especialidades hay mayor detección oportuna de distintas enfermedades (entre ellas el cáncer de mama).

“Los estados con UNEME tenían 23 por ciento más en mujeres captadas por las mastografías, es decir, estas mujeres tienen más probabilidad de sobrevivir [al cáncer de mamá] porque fueron detectadas a tiempo”, explica la Doctora investigadora Gabriela Torres Mejía, directora de Investigación en Enfermedades Cardiovasculares, Diabetes Mellitus y Cáncer en el Instituto Nacional de Salud Pública. 

Monges Jones considera que para mejorar el tratamiento de cáncer de mama sería necesario un mayor presupuesto por parte del gobierno mexicano, ya que hay muy buenos tratamientos a nivel mundial, pero son costosos. 

Además, hace falta más información dentro de las instituciones del sector Salud en cuanto a detección temprana y diagnósticos.  

La falta de información es otro problema importante, pues “no todas [las personas] cuentan con un centro de salud a la mano donde reciban esta información. El 70 por ciento de las mujeres mexicanas están desprotegidas [porque no tienen acceso a una mastografía o un especialista]. También hay ginecólogos o médicos que no tienen una buena información y se pierde tiempo en el diagnóstico”, dice Monges Jones.

La investigación 

Aunque son padecimientos para los que ya existen tratamientos, la ciencia no ha dejado de investigar para prevenir o curar con éxito, sobre todo, el cáncer de mama, que mata a una mujer cada dos horas en México.

En el Instituto de Ciencias de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (ICUAP), las doctoras María Guadalupe Hernández Linares y Maura Cárdenas García, de la Facultad de Medicina, lideran un estudio con buenos resultados a base de extractos de plantas como el casahuate, el xoconostle y el barbasco (Dioscorea mexicana).

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Estos compuestos ya se han probado antes en cáncer de mama y cáncer cervicouterino, la primera y segunda causa de muerte en mujeres en México.

“La materia prima que nosotros utilizamos son esteroides, pero esos esteroides provienen de fuentes naturales, hay plantas que son ricas en moléculas esteroidales y entre ellas está el barbasco”, explica la doctora Hernández Linares.

Prevención

Para evitar cualquier tipo de padecimientos de mama, las y los especialistas recomiendan: 

• Autoexploración una vez al mes, cinco días después de la menstruación.
• Usar tops deportivos o brasieres sin varillas.
• Personas de 25 a 40 años que tengan antecedentes de cáncer de mama u ovario deben hacerse un ultrasonido de manera anual, además de la autoexploración mensual.
• Personas mayores de 40 años deben hacerse mastografía y ultrasonido mínimo una vez al año y la autoexploración continua.
• Evitar el consumo excesivo de chocolate, nueces, almendras, semillas, bebidas con cafeína y refrescos de cola, ya que contienen sustancias llamadas metilxantinas que alteran la estructura de las unidades funcionales de los senos.
• Se deben evitar lácteos y bebidas de color oscuro, ya que contienen metilxantinas, alcaloides estimulantes del sistema nervioso central, que alteran la estructura de las unidades funcionales del seno, provocando dolor y fibroadenomas (tumores benignos).
• Tener una buena higiene: lavarse las manos siempre antes de tocar los senos, lavar bien y delicadamente el pezón.
• Autoexplorarse tres o cuatro meses después de dejar de lactar y dentro de los dos años siguientes.
• No fumar, evitar el alcohol y las harinas, mantener un peso sano, hacer ejercicio, tener una alimentación balanceada.

Fucam además recomienda su aplicación para celular y computadora llamada Keep A Breast México, la cual ayuda a obtener información sobre la autoexploración, la programación mensual de la misma y apoyo guiado con asesoría médica de la asociación, en caso de detectar algo sospechoso.

*Ilustración de portada: Gogo