Lado B
Especialistas señalan el creciente tráfico de especies protegidas en Puebla
Cientos de ejemplares de vida silvestre fueron decomisados por la Profepa en 2021, y aunque las cifras de por sí son alarmantes, existen especies que no son recuperadas por la dependencia federal y aún así se sustraen y venden ilegalmente en Puebla, ocasionando graves daños medio ambientales
Por Daniel Cruz Cortés @DanielCortesMx
17 de enero, 2022
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El jueves 30 de diciembre del 2021 Esteban Fuentes de María, un conocido pintor poblano que ha hecho su carrera al amparo del poder político, fue detenido en las calles del centro histórico de Puebla por “presuntamente, intentar vender un mono araña”  –Ateles geoffroyi, especie en peligro de extinción, de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM 059–, y no poder acreditar la posesión legal del animal.

El caso del pintor que suele fotografiarse con animales salvajes y especies protegidas fuera de su hábitat natural –el mono araña confiscado estuvo incluso en las oficinas del secretario de Cultura del estado, Sergio Vergara Berdejo, según se observó en una fotografía que el funcionario publicó en sus redes sociales– no es el primero que registran las autoridades sobre el tráfico y posesión ilegal en el estado.

La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) reportó el decomiso de 611 ejemplares de animales silvestres entre 2015 y 2019, de acuerdo con una respuesta a una solicitud de información, que puede ser consultada en la Plataforma Nacional de Transparencia, y boletines informativos de la dependencia.

Una cifra que ha ido al alza, pues durante todo el 2021 fueron asegurados 319 ejemplares, de acuerdo con información que la dependencia entregó a esta casa editorial, principalmente reptiles y tarántulas.

Los animales fueron rescatados de zoológicos particulares o circos que vivían en condiciones de hacinamiento y mala alimentación, pero también del mercado negro de especies, como en el caso del pintor, en cuyo caso la Profepa “emitió un dictamen y formuló una denuncia por un ilícito contra la biodiversidad en su hipótesis de posesión ilícita de un mono araña (Ateles geoffroyi)”.


Y que en su mayoría fueron aves y reptiles, pero también grandes especies como felinos salvajes, endémicos y no; coyotes, osos, un dromedario y primates en peligro de extinción.

En el mismo periodo la Profepa sólo tiene registrados dos casos de animales silvestres autorizados para vivir con humanos como mascotas (“los especímenes registrados corresponden a ejemplares que cuentan con la documentación que avala la legal procedencia de los mismos”), de acuerdo con la estadística de esa dependencia.

Animales viven capturas crueles y traumáticas 

Casos como el del primate en manos de Fuentes de María representan devastadores y sangrientos episodios de dolor para los animales, confiesa José Alfredo Hernández Díaz, curador de anfibios y reptiles del centro de conservación de Africam Safari, a LADO B: “estos animales nunca van a regresar a su hábitat natural y ese es un factor que está afectando poblaciones de muchas especies”, precisa.

Desde pequeños reptiles que son forzados a sobrevivir como mascotas en hábitats inadecuados para ellos, anfibios que son usados para fines alimenticios y medicinales, hasta aves y mamíferos que fungen como meros artículos ornamentales, son solo algunas de las caras de esta práctica ilegal pero común en la entidad.

Hernández Díaz, biólogo por la Universidad de las Américas Puebla (Udlap) insiste en que cualquier animal cuya procedencia sea desconocida, ilegal o fuera de criaderos registrados y sostenibles, muy seguramente fue forzado a salir de su hábitat y, por ende, su adaptación a condiciones domésticas es complicada o, incluso, imposible.

Para servir de ejemplo, el especialista cuenta a LADO B que las probabilidades de que la familia del mono araña decomisado a Fuentes de María, haya sido asesinada por los cazadores que lo llevaron hasta las manos del comprador, son desgarradoramente altas.

“Los monos araña son nativos de las selvas tropicales de México y para capturarlos, [los cazadores] buscan cazar crías, porque son más fáciles de manipular. Los monos adultos son agresivos y pueden morder y lastimar, son animales con una fuerza bastante importante. Los traficantes capturan a las crías y, en muchas ocasiones, tienen que matar a la madre, que es la que se encarga de su cuidado”, asegura.

Especialistas señalan el creciente tráfico de especies protegidas en Puebla

Foto: Profepa

Aunado a ello, cuando las crías capturadas aún dependen de la alimentación materna, suelen morir también al poco tiempo por falta de nutrientes. Algo muy similar ocurre con otra especie en riesgo y que también es vendida en Puebla: el mono aullador. 

La dieta de esa especie consiste en puras hojas de árboles. Y aunque el especialista asegura que pueden llegar a comer cualquier otra cosa, lo hacen por el simple hecho de querer saciar su hambre, y a la larga pueden enfermar y morir.

Ante esta realidad, el biólogo afirma que “la captura y venta de estos animales difícilmente tendrá un final feliz. (…) El sacarlos de su hábitat implica un estrés para ellos y muchos animales dejan de comer y se dejan morir”.

Y, aunque en menor frecuencia, el comercio de mamíferos más grandes y vistosos es también una amenaza latente en Puebla, principalmente por sus usos ornamentales, señala el especialista. En años previos, la Profepa ha decomisado decenas de serpientes, iguanas, tigres, leones, venados, llamas, dromedarios, avestruces, etcétera.

Para el biólogo, la posesión de estos animales responde principalmente al deseo de algunas personas —sobre todo aquellas con altos recursos económicos—, por poseer mascotas exóticas, trofeos de caza y animales curiosos.

Caza desmedida para fines medicinales y alimenticios

No solo las especies exóticas y vistosas que son decomisadas por Profepa sufren los estragos del tráfico de fauna en Puebla, el peligro es latente para otras especies que son capturadas y no figuran en las cifras de la dependencia, asegura Hernández Díaz.

Tal es el caso de los ajolotes del altiplano (Ambystoma velasci), que son usados con fines medicinales, para producir jarabes para la tos y con fines alimenticios, principalmente. Estos anfibios son capturados en los límites de Puebla y Tlaxcala, y en los municipios de Chignahuapan y Oriental.

Al respecto, el especialista afirma que al menos en el ámbito local, las poblaciones de ajolote se han reducido drásticamente, gracias a la caza furtiva y por la desaparición de muchos cuerpos de agua en la región.

Los reptiles se venden con regularidad para fines alimenticios, asegura. La iguana negra —especie endémica nacional—, al igual que la iguana verde, son comercializadas con esos fines; aunque las segundas también se venden como mascotas cuando son crías y estas suelen estar en condiciones indignas.

Otra de las especies que atraviesa esa misma suerte son los cocodrilos, ya que el biólogo cuenta a esta casa editorial que son objetos de la caza para cocinar diversos platillos: “Se captura a las crías de cocodrilos y las venden en los mercados”, declara.

Tráfico trae grandes consecuencias negativas para el ecosistema

Foto: Profepa

Ya que las especies que son comercializadas, decomisadas y abandonadas nunca van a regresar a su hábitat natural, esto está afectando a muchas poblaciones de fauna, reitera Hernández Díaz. 

Uno de los ejemplos más alarmantes en Puebla ocurre en la Sierra Norte. Ahí, la caza desmedida ha provocado que las aves que regularmente volaban en la zona, hayan tenido que modificar sus rutas y hogares, e incluso se hayan vuelto tímidas. Las aves que son sustraídas con fines ornamentales son, principalmente: cenzontle, cardenal rojo de Tres Marías, siete colores y clarín —estas últimas tres consideradas en riesgo por la NOM 059—.

El biólogo señala, además, que las personas que lucran con estos animales han encontrado nuevas formas de caza: “Los pajareros tienen métodos bastante sofisticados para capturarlas. Ponen el canto de esas aves y jaulas con comida y ahí los cazan. Eso ha reducido significativamente la población de aves en la zona”, confiesa.

Otro de los problemas que enfrenta la venta ilegal de especies es el abandono. El cuidador de anfibios y reptiles en Africam Safari, cuenta a LADO B que ese centro de conservación en Puebla recupera decenas de especies que son abandonadas en el parque. Y aunque ahí les dan un trato ético y responsable, el especialista alerta que no pueden recibirse todos los animales, especialmente porque carecen de su posesión legal.

En Puebla, sitios como Valsequillo o Flor del Bosque, son sitios elegidos por diversas personas para abandonar a sus mascotas cuando ya no pueden tenerlas en casa. 

No obstante, sólo algunas pueden adaptarse a ese nuevo hábitat, y cuando lo hacen, se convierten en especies invasoras, amenazando gravemente al ecosistema local.

Animales recuperados no pueden ser liberados

Cuando Profepa decomisa uno o varios ejemplares, estos son llevados a centros de cuidado temporal, y se resguardan ahí hasta que son enviados a alguno de los diversos zoológicos y criaderos registrados en México.

Una vez en posesión de estos últimos, los animales deben ser cuidados, atendidos y alimentados por un periodo indefinido. Esto se debe a que el estatus legal de dichos ejemplares permanecen en propiedad de la nación, y se queda así hasta que el Estado los requiera nuevamente, indica Hernández Díaz.

En 2020, Africam Safari recibió un grupo de 49 dragoncitos (Lagartijas arborícolas, Abronia spp.) provenientes del Centro de Investigación y Conservación de la Vida Silvestre (CIVS), dependiente de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en Los Reyes La Paz, Estado de México.

No obstante, el especialista señala que inicialmente se hablaba de un grupo de 64 ejemplares de esta especie pero, para su sorpresa, solo recibió 49. Y es que aún después de haber sobrevivido al operativo de decomiso, los dragoncitos vivieron por un periodo de quince días en condiciones poco favorables para ellos, razón por la que muchos de ellos no sobrevivieron. El especialista pudo constatar que dicho centro carece de los cuidados que especies de reptiles y aves requieren, asegura.

Especialistas señalan el creciente tráfico de especies protegidas en Puebla

Foto: Profepa

Para conocer la postura oficial de la Profepa al respecto, LADO B solicitó una entrevista desde el 9 de enero; sin embargo, la petición no ha sido atendida al momento.

Sobre ese caso particular, los dragoncitos fueron asegurados junto a un cargamento de armas. Por esa razón, los animales pasan a convertirse en evidencia, la cual no debe ser alterada por ningún motivo. Por esa razón, diversas especies no pueden ser liberadas, indica.

Pese a ello, considerando que los animales protegidos son los únicos que se encuentran bajo posesión del Estado, Africam Safari propondrá un proyecto que permita evaluar el ingreso de las crías de estos ejemplares resguardados, a sus hábitats naturales, adelanta.

Por último, para hacer frente a esta amenaza, personal de prensa de la Profepa indicó a través de un comunicado a LADO B, que se realizan constantemente inspecciones y operativos en distintos puntos comerciales y geográficos del país, con la intención de combatir el tráfico ilegal de ejemplares, productos y subproductos de especies de vida silvestre y acuáticas, sobre todo aquellas en riesgo.

 

*Foto de portada: Profepa

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Autor Lado B
Daniel Cruz Cortés
(He/Him/Él) De la Ciudad de México, pero adoptado por Puebla. Estudio Comunicación en la BUAP. Me gusta hablar, escribir, hacer radio y estar en permanente estado de aprendizaje. Me apasiona el periodismo, la comunicación política y el cambio social. Con el objetivo de mantener y defender siempre el derecho a la libertad de expresión e información.
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