Hoy iniciamos la semana con la primera parte del reportaje de Aranzazú Ayala sobre la contaminación en el río Atoyac, el cual lleva dos décadas convertido en un vertedero.
En esta primera entrega se detallan las omisiones por parte del gobierno, pues incluso después de haber firmado un convenio al respecto el año pasado, ha permitido que distintas empresas derramen sus desechos en el Atoyac con consecuencias mínimas, ya que, al parecer, pagar las multas correspondientes es mucho más barato que invertir en sistemas de tratamiento de residuos adecuados.
El próximo miércoles, en la segunda entrega, hablaremos de cómo el estado del río ha afectado a las personas que viven en las zonas aledañas, principalmente su salud. Suscríbete a nuestra lista de difusión para no perdértela.
El agua, el acceso a ella y su preservación son temas urgentes, y no es ninguna sorpresa que en diferentes partes del país la escasez de este recurso cada vez sea más evidente.
Pues en Saltillo, Coahuila, a principios de este siglo, se intentó solucionar el problema de la escasez al invitar a una empresa privada (Aguas de Barcelona) a administrar su sistema de agua. Así surgió la empresa mixta Aguas de Saltillo (Agsal), de la cual el gobierno municipal es accionista mayoritario.
Si bien Agsal ha tenido resultados generales positivos y una gran aceptación entre la ciudadanía, en Saltillo todavía hay personas que no pueden ejercer su derecho al agua. En este reportaje del Semanario Vanguardia se recopilan historias que demuestran que los resultados no pueden medirse solamente a partir de las cifras macro que convierten en “estadística marginal” las historias de seres humanos para quienes el agua constituye un lujo inalcanzable.
La vacunación contra COVID-19 en Puebla avanza y, con el objetivo de llegar a toda la población, el gobierno del estado ha organizado jornadas de inoculación para personas rezagadas de más de 18 años. Desafortunadamente, no han tenido el éxito esperado. Aquí les dejamos la nota con la información al respecto.