Grupo Gencotech y Mizco Consultores son dos empresas fundadas en Puebla por socios poblanos y dedicadas a la venta de servicios y aparatos y tecnología para la seguridad pública.
Una de ellas, Grupo Gencotech, tiene una base de conocimientos en la materia, pues fue fundada por Hugo Juárez Salgado, quien fue director del Centro de Control, Comando y Cómputo (C4) poblano; y Pedro Rubén Mier Vargas, que fue analista en la Secretaría de Seguridad Pública de Puebla desde marzo de 2019 hasta febrero de 2021, y hoy es jefe del departamento de Informática en la Agencia de Energía del estado.
La otra tiene más bien una red de relaciones políticas, pues sus socios fundadores son Eduardo Izcoa Reyes y Moisés Arturo Villaverde Mier.A Villaverde Mier lo respalda un árbol genealógico importante, es sobrino de Moisés Ignacio Mier Velazco, coordinador de la bancada de los diputados federales de Morena y primo del alcalde electo de Tecamachalco, Ignacio Mier Bañuelos, así como de la diputada local plurinominal, Daniela Mier, ambos por la fuerza política de Morena e hijos del líder parlamentario. Él mismo es diputado federal suplente por el distrito de Atlixco, claro, también abanderado por Morena.
Las dos empresas han tenido contratos con gobiernos poblanos, especialmente en el sexenio en el que Moreno Valle y su grupo controlaron prácticamente todo el estado, aunque se expandieron a otros estados dejando tras de sí una estela de notas que hablan de sus malos oficios, por decirle de alguna manera (me dice con menos finura una fuente dedicada también al negocio de la seguridad: “se sienten expertos en seguridad pero son unos ladrones”), especialmente en el contrato por más de 50 millones de cuando Luis Banck Serratos gobernó la capital poblana.
Mizco y Gencotech llegaron hasta una de las orillas de México a hacer negocios con otro gobierno municipal. En 2020 tocaron las puertas de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana Municipal y se encontraron con Jorge Alberto Ayón Monsalve, el titular de la dependencia, quien aprovechó el momento pandémico para entregar contratos por millones de pesos a los poblanos por productos a sobreprecios o con una vida de duración prácticamente efímera.
Desde hace unos meses, Daniel Ángel Rubio, reportero de El Sol de Tijuana, tomó el tema y comenzó a investigar la entrega discrecional de contratos millonarios para compras infladas o inútiles y descubrió además que, durante el periodo de Ayón Monsalve, la dependencia a su cargo no adquirió nada para proteger la salud de sus policías.
No siempre es fácil desde el periodismo probar que la corrupción mata, pero en este caso Daniel Ángel nos da los elementos para confirmar la sentencia. La investigación fue compartida con LADO B por el Hub de Periodismo de la Frontera Norte, no se la pierdan.
Notas que no deberías perderte:
De vuelta a casa… Damián Genovez Tercero ya está en su casa. Un año y medio después de que salió de su casa en Chiapas en busca de una mejor vida en el norte y 11 meses después de ser ejecutado por los militares a los que admiraba.
Poner a las familias al centro… La desaparición de personas no es una moda, una tendencia o un boom, es una tragedia, un delito de lesa humanidad (este texto más que nota es un artículo de opinión, pero igual no se lo pierdan).