La filtración de una serie de fotos que muestran que el gobierno de Estados Unidos utilizó un aeropuerto en Groenlandia para transportar prisioneros musulmanes pone en crisis al gobierno de Dinamarca.
La Primera Ministra de ese país Birgitte Nyborg acude a entrevista con la periodista que reveló la información con un as bajo la manga, se trató de un aterrizaje de emergencia. La fuente de la periodista le asegura que esos aterrizajes son cosa común desde hace varios años, y que los disfrazan de aterrizajes de emergencia, pero no puede presentarle los documentos a la primera ministra porque la policía les emplazó a no hacerlo bajo un argumento legal.
–Fue un aterrizaje de emergencia –dice la Primera Ministra.
–Es el único que tienen registrado, o hubo otros –insiste la reportera.
–No tengo información de que hubiera otros.
–¿No hubo otros? –insiste la periodista, aunque desde la cabina de producción le dicen que pare, que ya no hay tiempo.
–No tengo información –dice Nyborg y el programa se acaba.
En el auto, la primera ministra le dice apesadumbrada a su jefe de prensa: pensé que pasarían más de 100 días antes de que tuviera que mentirle al pueblo de Dinamarca.
La escena es parte de uno de los capítulos de la primera temporada de Borgen, una serie Danesa que muestra los conflictos políticos de ese país y su relación con la prensa teniendo como figura principal a la primera ministra, una mujer que llegó al cargo casi de rebote luego de un escándalo mediático que involucró al anterior Primer Ministro en un debate televisivo.
La serie muestra las entretelas del poder y el quehacer político, es una especie de House of Cards sin un Frank Underwood obsesionado por el poder y el control.
Y en esas entretelas del poder está la mentira como una decisión política. Y si en un país como Dinamarca los políticos mienten como método, ¿que podría pasar en un país como México en una campaña electoral como la que se inició hace unos días?
Los ejercicios de verificación del discurso público no son nuevos en México, en 2018 una coalición de más de 80 medios encabezada por Animal Político y AJ+ lanzaron Verificado 2018 para hacerle frente a la desinformación durante la campaña electoral.
Desde unos años antes Animal Político ya tenía a El Sabueso, su sección de verificación. Lado B replicó el modelo y lanzó a la Cazamentiras y hemos realizado, igual que Animal Político, verificaciones en vivo de informes de labores de mandatarios.
Hoy para contener la intoxicación del discurso público en las campañas electorales lanzamos Detector Puebla junto con los medios Manatí, Serendipia, El Popular y Poblanerías, un ejercicio de verificación electoral.
Trabajaremos principalmente con los dichos y las frases que emitan candidatos y candidatas a presidencias municipales y diputaciones de la ciudad de Puebla y su zona connurbanada para revisar si mienten o no, si sus promesas son engañosas o no, si sus acusaciones tienen sustento o no, para que ustedes que nos leen tengan elementos para tomar una mejor decisión en las urnas.
Arrancaremos el próximo lunes y terminaremos hasta que concluyan las campañas en junio próximo. En ese lapso también estaremos pendientes de las dudas que les surjan en las campañas sobre las y los candidatos.
Ellas investigan.
Seguimos con la lista de las reporteras de investigación mexicanas cuyo trabajo me parece admirable.
Jennifer González. Reportera freelance con sede en Aguascalientes que ha cubierto temas políticos de ciencia y negocios Fue becaria del Programa Prensa y Democracia (Prende) de la Universidad Iberoamericana, participó en la producción del podcast La Nota Roja, que aborda los feminicidios de Ciudad Juárez y fue parte del equipo que realizó la investigación Los explotadores del agua.
Mónica Cerbón. Trabaja en el bajío mexicano,y desde allá investiga. Igual que Jennifer fue becaria en Prende y fue parte del equipo que el año pasado ganó el Premio Latinoamericano de Periodismo de Investigación Javier Valdez, por la investigación Los explotadores del agua.
Kennia Velázquez, Reportera guanajuatense que trabaja en el Laboratorio de Periodismo y Opinión Pública (Poplab para los cuates) que trabaja investigaciones en temas de derechos humanos y género, sus investigaciones más recientes han girado en torno al acceso al agua y la voracidad de las empresas de alimentos procesados.
