Lado B
Variante sudafricana de COVID se rebela contra los anticuerpos monoclonales
Estudios recientes muestran que la variante B.1.351 es capaz de resistir incluso el plasma de pacientes convalecientes y el suero de personas vacunadas
Por Agencia SINC @
09 de marzo, 2021
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Sergio Ferrer

En los últimos meses se han descubierto tres “variantes preocupantes” (del inglés, Variant of Concern, VOC) del SARS-CoV-2. Uno de los motivos tras este nombre es la posibilidad de que nuestra respuesta inmunitaria, ya sea natural o mediada por vacunas y tratamientos contra el COVID-19, se vea mermada por su culpa. Un artículo publicado esta semana en la revista Nature a partir de experimentos de laboratorio arroja algo de luz sobre el asunto.

Varios especialistas de la Universidad de Columbia (EE UU) analizaron la susceptibilidad de virus auténticos y artificiales (pseudovirus) de las variantes  B.1.1.7 (británica) y  B.1.351 (sudafricana) a la neutralización con 30 anticuerpos monoclonalesplasma de 20 pacientes convalecientes y suero de 22 personas vacunadas.

En el trabajo participó la empresa biotecnológica Regeneron, responsable de uno de los tratamientos con anticuerpos monoclonales cuya eficacia han puesto en jaque las variantes. Esto es debido a que estas terapias se diseñaron para trabajar frente a una versión distinta del SARS-CoV-2, al unirse a unas zonas específicas del virus que hoy han cambiado demasiado.

Los resultados mostraron que la variante B.1.1.7, dominante en países como Reino Unido e Israel, resiste la neutralización por parte de la mayoría de anticuerpos monoclonales dirigidos a una de las zonas de la espícula afectada por las mutaciones (el dominio N-terminnal, NTD). Sin embargo, no es capaz de escapar del plasma de pacientes que hayan superado la enfermedad ni al suero de personas vacunadas contra el COVID-19.

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Estas diferencias son debidas a que los anticuerpos monoclonales son idénticos y se unen al mismo sitio, por lo que una mutación puede impedir su tarea. Por el contrario, en nuestro cuerpo la respuesta inmunitaria es más compleja e incluye un cóctail de anticuerpos diferentes, entre otras medidas, que dificultan que haya problemas en condiciones reales. Los datos procedentes de países como Israel y Reino Unido, y publicados en revistas como NEJM, corroboran la idea de que las vacunas contra el COVID-19 funcionan contra la variante B. 1.1.7.

El problema de la variante sudafricana

Los y las autoras consideran más “preocupantes” los experimentos llevados a cabo con la variante B.1.351 que hoy es dominante en Sudáfrica, y una de las que más temor ha causado en relación con la respuesta inmunitaria y las vacunas.

En este caso, no solo observaron una resistencia a los anticuerpos monoclonales dirigidos al dominio NTD, sino también al RBD (dominio receptor-obligatorio). Esta es la zona afectada por la mutación más característica de esta variante, la E484K.

 

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*Foto de portada: Una enfermera sudafricana administra la vacuna de Johnson and Johnson a un trabajador sanitario en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, el 17 de febrero de 2021/ Foto: EFE/EPA/NIC BOTHMA

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