El patriarcado ya no existe.

Es el año 3021 y nuestras sororas del futuro, usando medios “arcaicos y obsoletos” como Facebook y YouTube, nos mandan un mensaje para celebrar el Día internacional de la caída del patriarcado, que se conmemora cada 19 de febrero desde el año 2052.

La Musea M.A.M.I es un proyecto colectivo que surge del trabajo creativo de cerca de 15 compañeras de distintos países de América Latina que en el año 2017 se reunieron en Santiago de Chile, en un taller facilitado por Lucía Egaña, Joana Varon y Paz Peña, donde se invitó a les participantes a pensar en formas de responder a la violencia patriarcal cotidiana, estructural y en redes. 

Como consecuencia de esto, nace la Musea M.A.M.I, un espacio virtual, arqueológico, que recopila, resguarda y honra las obras de arte del imaginario popular feminista de los siglos XX y XXI, buscando así dar cuenta del trabajo de todas las personas que lucharon en contra del patriarcado, utilizando el arte como resistencia, y creando así una ficción/predicción sobre la caída del patriarcado. 

Ese día, 19 de febrero de 2052, feministas y personas disidentes sexuales, tras una semana de organización, coordinaron la acción que se realizó con mucha música y danza en un día de eclipse, mientras se hacía un llamado a la Tierra para vengarse de sus opresores. Hubo un fuerte ruido, se abrieron grietas y la Tierra se tragó al patriarcado y a todas sus instituciones y violencia. 

Para presentar este proyecto, las creadoras de la Musea M.A.M.I, con lenguaje incluyente, inventaron una ficción en la cual narran el origen de la musea. Se trata de una época en el futuro lejano, donde el patriarcado ha caído desde hace tiempo y cada año se conmemora la fecha. Según la narrativa, en el año 3021, descendientes de las feministas que lucharon en contra del patriarcado deciden crear un espacio donde puedan resguardar e inmortalizar las obras de arte que, según ellas, fueron indispensables para ganar la batalla.  

También puedes leer: Las 5 colectivas ciberfeministas que debes conocer para enfrentar la violencia digital

Continuando el relato, deciden que esta musea debe ser compartida con las feministas del pasado (nuestro presente) y mandan una transmisión a través del tiempo, inaugurando virtualmente la musea, compartiéndonos sus contenidos y respondiendo algunas preguntas de “la pública” sobre el futuro que nos espera. 

En ese sentido, M.A.M.I podría ser un regalo para nosotres, un vistazo al futuro para aquelles que sienten que la lucha sigue sin fin. 

Las obras de la musea son archivos digitales, ya sean memes, videos, gifs, canciones y pinturas, clasificadas con base en las violencias machistas que escenifican, y contra la cual resisten. También se puede recorrer la musea a partir de visitar sus propuestas curatoriales.

Como se menciona en la página oficial, el nombre M.A.M.I es un acrónimo que puede significar muchas cosas y que se puede usar libremente. Entre sus significados están: Museo Arqueológico del Machismo Inmemorial, Musea de Antigüedades Misóginas Increíbles, Musea Anti Machismo Interactivo, Musea de Arte Moderno e Insumiso, Musea Autónoma de Mujeres Intergalácticas, etc. 

La apertura del nombre da pie a una resignificación, a una ambigüedad, que a su vez es una invitación a colaborar, como se menciona en la página: “La colección de M.A.M.I. está permanentemente abierta a nuevas incorporaciones”.

El futuro que nos espera

La manzana de Adán (1983), autora: Paz Errázuriz / Foto: museamami.org

¿Cómo es el año 3021? Para las mujeres del futuro, contactar con nosotres no significa ningún reto. En efecto, ellas pintan un futuro donde, gracias a la caída del patriarcado, las tecnologías ya no son invasivas, quedaron descentralizadas y conectan a las personas sin necesidad de pasar por medios comerciales que guardan y comercializan nuestros datos. Esto, a diferencia del pasado —es decir, el siglo XXI— donde el internet y las redes sociales se habían vuelto un espacio inseguro donde todas las personas perdieron autonomía.

Ya no hay propiedad intelectual, ya que, según nos cuentan desde el mensaje del porvenir, por ahí del año 2599 hubo un reconocimiento de la memoria colectiva como creadora de contenido y, por lo tanto, no tenía sentido que una idea perteneciera a una sola persona. 

Este es un mundo donde, gracias a los movimientos de mujeres indígenas y campesinas, sobrevivieron las semillas no transgénicas. Ya que ellas, en su labor de resistencia, crearon bancos inmensos de semillas-madre, donde cualquier persona puede intercambiar semillas para crecer frutas y verduras de temporada. Crearon también huertos comunitarios y todo está delimitado territorialmente, de tal forma que todo lo necesario para el bienestar no queda más allá de a 15 km de distancia para cada persona, por comunidad. 

La forma de festejar ha cambiado también, les cuerpes se mueven libremente, sin prejuicios, sin esas mediaciones del capitalismo que manipulaban la forma que vemos el deseo, el cuerpe ajeno y a les otres. 

Este es un universo donde ha surgido la autonomía del aprendizaje, donde el pensamiento crítico y feminista se impulsa desde la primera infancia; una educación donde se reconoce a las personas que quieren aprender como personas pensantes con su propio criterio y su propio conocimiento. 

Y el trabajo ya no existe; como consecuencia de esto, ya no hay necesidad de educar a les niñes para que sean productivos dentro de una máquina capitalista.

Se vive en un mundo donde sin una sola persona machista, acosadora o violadora. La Tierra se las tragó. Y el mezcal, nos cuentan nuestras hermanas del mañana, se convirtió en la bebida sagrada por excelencia en todos los rituales y aquelarres.

***

Si quieres visitar la Musea M.A.M.I da click aquí

*Foto de portada: La Quinceañera 2015), autora: Lía García / Foto: museamami.org