Especialistas en derechos humanos de las Naciones Unidas alertaron, este lunes 9 en que las corporaciones Pfizer y BioNTech anunciaron sus primeros éxitos con su vacuna contra el coronavirus, sobre el riesgo de que los países ricos acaparen ese recurso para enfrentar la pandemia COVID-19.
“Lamentablemente, parece que algunos gobiernos se han comprometido a garantizar vacunas solo para sus ciudadanos. Las políticas de salud y adquisiciones aislacionistas están en contradicción con las normas internacionales de derechos humanos”, señaló la agrupación personas expertas de la organización mundial.
Las empresas farmacéuticas “tienen la responsabilidad de no anteponer las ganancias a los derechos de las personas a la vida y la salud”, dijeron las personas especialistas, y “el acaparamiento de estas herramientas por países específicos y el nacionalismo no tienen ligar en la lucha contra la pandemia”, aseveraron.
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La estadounidense Pfizer y la alemana BioNTech anunciaron que su vacuna BNT162b2, tras un proceso de ensayos clínicos, resultó 90 por ciento efectiva en prevención de la COVID, en participantes sin evidencias previas de infección.
Fabricantes confían en que la vacuna reciba una pronta autorización de los reguladores de Estados Unidos -el país con más casos y muertes por COVID-19 para colocarla a disposición del público, lo que podría suceder antes del final de este año.
“Basados en nuestras proyecciones, esperamos producir globalmente hasta 50 millones de dosis de la vacuna en 2020 y hasta 1300 millones en 2021”, señaló Pfizer en un comunicado. Las autoridades estadounidenses darían prioridad al personal sanitario, empleados esenciales, poblaciones de riesgo y a zonas de mayor infección.
Según medios de prensa, Pfizer y BioNTech firmaron contratos para suministrar a la Unión Europea 200 millones de dosis de una vacuna contra el virus, 100 millones a Estados Unidos, 30 millones al Reino Unido y 120 millones de dosis a Japón.
Para personas expertas y relatores en derechos humanos de la ONU, puede que esos países que han prometido las vacunas a su población no logren proveerlas por una limitada capacidad de producción, un obstáculo que puede atenuarse si se produce un esfuerzo global coordinado.
Recordaron que según la coalición contra la pobreza Oxfam, ya en septiembre 51 por ciento de las dosis de vacunas que se producirían según la capacidad global considerada en esa fecha, las habían reservado países con solo 13 por ciento de la población mundial.
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*Foto de portada: Especialistas trabajando en la británica Universidad de Oxford para tratar de obtener una vacuna contra el COVID-19/ Foto: John Cairns | Universidad de Oxford
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