Lado B
Investigadoras analizan propagación de parásitos en peces guppys
Con esto se pueden generar recomendaciones a los acuicultores y así ayudar a detener la propagación de parásitos entre sus bancos de peces.
Por Axel Espinosa @axelbeto
06 de agosto, 2020
Comparte

¿Sabías que los peces guppys pueden pasarse los parásitos entre ellos, ya sea tan sólo con estar en el mismo espacio o durante el apareamiento? Pues sí, al parecer, los peces parasitados deberían empezar a practicar también la sana distancia.

El estudio “The effect of male mate choice on parasite transmission in guppies, Poecilia reticulata”, busca ofrecer respuestas a los por qué de la transferencia de parásitos entre estos peces en distintas circunstancias: sociales y sexuales.

Con un correcto análisis, se pueden generar recomendaciones a los acuicultores, quienes suelen tener grandes cantidades de peces en tanques, y así ayudar a detener la propagación de parásitos entre ellos. 

Este proyecto, que forma parte de la tesis de Natalia Vivar, alumna de posgrado en la maestría en Ciencias Biológicas de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), es una de las cinco investigaciones ganadoras de un financiamiento de 2 mil dólares por parte de de la Animal Behaviour Society.

La doctora Palestina Guevara Fiore, profesora investigadora de la Facultad de Ciencias Biológicas de la BUAP y creadora del Laboratorio de Ecología en 2013 –en donde se desarrolla el estudio de Vivar–, dijo en entrevista para LADO B que se trata de un proyecto que trabaja con una metodología de investigación básica, es decir, que sólo ofrece respuestas (teóricas) a los por qué de la transferencia de parásitos. 

Aunque, aclaró, en un futuro este mismo estudio se podría usar para desarrollar una investigación aplicada, que se enfocaría en resolver problemas en concreto.

“Académicamente, este estudio respondería a la pregunta: ¿qué es más influyente y más importante en la transmisión de parásitos entre peces? […] Con la respuesta de esta pregunta se entenderán las dinámicas poblaciones de la relación parásito-hospedero”.

Los parásitos que se están estudiando en este proyecto se llaman ectoparásitos gyrodactylus, lo que significa que se encuentran sobre la piel de los peces –contrario al caso de las lombrices, que están dentro de los organismos–. Debido a esta cualidad específica, los ectoparásitos son muy pequeños y sólo pueden ser vistos mediante un microscopio; ocupando este instrumento, es fácil contabilizar cuántos de estos pueden atacar a un solo pez.

Ahora, a pesar de que se trata de una investigación básica, la doctora señala que, específicamente, en situaciones de apareamiento, la transferencia de parásitos podría ser mucho más fuerte debido al contacto directo que tiene ambos peces. Esto genera una probabilidad muy alta de contagios, tanto en forma como en la cantidad de parásitos transmitidos.

Bajo este contexto, la doctora comenta que los peces guppys hembras suelen ser las más afectadas, “puesto que estas son constantemente acosadas por machos que pueden pasar hasta el 50% de su tiempo persiguiendolas. Por lo que, si un macho está parasitado, puede contagiar a las hembras”.

Pero, cabe destacar que, dentro de este acoso, “hay ciertas hembras preferidas por los machos”, dice la doctora Guevara. Esto se debe a que son más grandes y receptivas, por ello reciben mucha más atención.

Foto: Basuka | Pixabay

También puedes leer: Conservación de los colibríes en México: jardínes y observación ciudadana

Así, el proceso a seguir para hacer un correcto análisis es poner a machos parasitados con hembras que no están parasitadas, y ver cómo se transfieren los parásitos entre ellos. 

Posteriormente se analiza a cada pez y se llevan a cabo las observaciones para saber con exactitud bajo qué concepto (social o sexual) existe un mayor riesgo de contagio de parásitos. Por último, se generan las conclusiones de lo observado.

De esta manera, con el estudio se espera que no solo se cuantifique y se demuestre la transferencia de los parásitos de peces machos a hembras en condiciones sociales y sexuales, sino también saber si las hembras que son preferidas por los machos son propensas a tener una mayor cantidad de parásitos que las hembras menos acosadas.

A decir de la doctora Palestina, este proyecto es relevante porque, hasta el momento, la transmisión de enfermedades y de parásitos por interacción sexual y social se conoce solamente en animales terrestres, pero no se ha estudiado en especies acuáticas y, mucho menos, el conflicto sexual que pudiera existir entre peces machos y hembras por la transmisión de parásitos.

El impacto positivo de un apoyo económico para investigar

Gracias a esta investigación, el trabajo de Natalia Vivar, alumna BUAP, fue seleccionado para ser financiado en la convocatoria “Student and Developing Nations Research Grants”. El apoyo brindado por la Animal Behaviour Society ha sido una gran ayuda para el desarrollo de un proyecto que, de otra manera, tendría dificultades para llevarse a cabo. 

“El premio, que fue de 2 mil dólares, lo hemos destinado a la adquisición de comida para los peces –los cuales son nuestro sujeto de estudio–, entre otras cosas. Pero en sí, el financiamiento sólo será ocupado para cuestiones e instrumentación que ayuden y fortalezcan en la investigación de este proyecto”, comentó la profesora de Ciencias Biológicas.

De igual manera, comenta que actualmente existen dos proyectos más que están trabajando en el Laboratorio de Ecología de la BUAP. Uno de ellos se enfoca en cómo los parásitos afectan específicamente a las hembras guppys; mientras que el otro se centra en cómo el ejercicio constante afecta a los machos guppys en su desarrollo sexual. Ambos son trabajos de tesis desarrollados por alumnos de postgrado del laboratorio.

**Contenido patrocinado**

Comparte
Autor Lado B
Axel Espinosa
Suscripcion