Desde el viernes, las industrias de la construcción, el comercio y los servicios, así como parques, acuarios e iglesias retomaron sus actividades bajo ciertas restricciones: aforo máximo del 30 por ciento, horarios diferenciados y evitar la aglomeración de personas.
Por hora aún siguen cerrados museos, cines, bares, cantinas, centros nocturnos y salas de conciertos.
Por favor, si tienes que salir, cuídate.
Quizás ya hayan leído alguna, quizás no. El asunto es que desde hace tiempo comenzamos a publicar las Cartas de la Pandemia, empezamos con la de una maestra que reflexionaba sobre el silencio; luego la que un doctor le escribió a su futuro paciente; la de una fotoperiodista que le hablaba a su pequeña hija Ari; la de un artista que nos contó su acercamiento con la muerte; la del Doctor X y las horas de frustración en Cuidados Intensivos; y de un docente/artista a sus estudiantes o umpalumpas.
Son testimonios de un tiempo que pasará, pero que, por el momento, nos recuerdan la fragilidad de la vida, nos enfrentan con nuestros temores y nos recuerdan que lo importante es muy diferente a lo que hasta hace poco pensábamos.
Un ejemplo: en la canción de La Sentencia le estamos dando voz al hijo de El Mayo Zambada. En su discurso pide perdón y dice que está arrepentido, que quiere una segunda oportunidad. Obviamente, siendo quien es pues nadie le va a creer. Y nos pueden cuestionar: ‘¿por qué le dan voz?’. La reflexión es: no es que le demos voz a este tipo, sino qué tanta capacidad de perdón tenemos como sociedad ante quien nos hace daño, porque el perdón es uno de los caminos para sanar como sociedad”.
La voz es de Francisco Cuamea, quien arrastra años de experiencia periodística en Culiacán, Sinaloa, y que ahora, junto con el productor televisivo del diario Noroesta, Osiel Hernández; el director de la agencia de medios digitales “Mente Interactiva”, Heber Martínez; y el productor en Radio UAS, Roberto Fernandez conforma los Bravos Black Buches, una banda que suena a blues, country, folk o rock, dependiendo de la historia.
LADO B hizo un análisis de 25 cuentas de Twitter relacionadas con la venta y/o difusión de contenido íntimo o la promoción de servicios sexuales, principalmente de Puebla, y encontró que entre todas sumaban un total de 304 mil 730 seguidores. Cerca de la mitad fueron creadas este mismo año, y para que un usuario tenga acceso al material que comparten no necesita darles follow.
La cuenta analizada más antigua fue creada en enero de 2015 (cinco años activa, pese a infringir las normas de Twitter) y sólo 10 del total de cuentas revisadas fueron creadas este año. El número de seguidores en esas cuentas van desde los 6 hasta los 162 mil 580.
De los 25 perfiles analizados, 17 están relacionados con la venta e intercambio de contenido íntimo, 7 con la promoción y venta de servicios sexuales offline y 1 se dedica a calificar páginas de escorts y moteles en Puebla.
La pugna por el mando de la seguridad del municipio de Puebla, que se revivió hace algunas semanas tras la adición de un artículo transitorio al decreto del 24 de marzo –por el que el Estado tomó de facto el control de la seguridad municipal–, es la capa más visible de una confrontación que se nutre de varias fuentes: el autoritarismo heredado del morenovallismo, las trayectorias de Claudia Rivera y Miguel Barbosa, e incluso el acelerador de procesos políticos en el que se ha convertido la pandemia.
Especialistas consultados por LADO B coinciden, sin embargo, en que una vez que se termine el efecto colchón de la pandemia, es decir la baja incidencia delictiva asociada a la drástica reducción de la movilidad y la suspensión de la actividad económica, lo que puede ocurrir es un efecto tsunami en materia de seguridad: un incremento significativo en los delitos.
A esto habrá que sumarle el costo político de la conducción y contención de la pandemia de cara a los comicios del 2021; por desgracia, en la ecuación la gran perdedora puede ser la sociedad.
