Lado B
¿Es verdad que aumentó la incidencia delictiva en Puebla capital en los últimos diez años?
Hay una tendencia de “U” en los datos estadísticos, con altas cifras de delitos denunciados en las orillas y baja en los años intermedios
Por Aranzazú Ayala Martínez @aranhera
02 de mayo, 2019
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Imagen de TheDigitalWay en Pixabay

Aranzazú Ayala Martínez | Dafne Betsabe García Mendoza

@aranhera | @DafneBetsabe2

Durante las últimas semanas han circulado en redes sociales y medios de comunicación noticias alarmantes que dan cuenta de un incremento en la incidencia delictiva en el municipio de Puebla, mencionando que las cifras son las más altas de la última década. Pero, ¿es eso cierto?

Lo que las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) muestran es que hay una tendencia de crecimiento delictivo, especialmente en los delitos de alto impacto entre los años 2011 a 2018. Las cifras disponibles sólo registran ese periodo.

Se trata, en términos generales, de una tendencia con altos picos en las orillas del periodo analizado y con baja en la zona intermedia.

Esto nos muestra una incidencia a la baja en el cierre del gobierno que encabezó Eduardo Rivera, y un crecimiento en el cierre de la administración municipal que concluyó Luis Bank.

Claro, es necesario apuntar que si bien las cifras del SESNSP son los datos oficiales disponibles, esto sólo refleja los delitos denunciados.

Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reconocen que el porcentaje de delitos que no se denuncia, también conocido como cifra negra, fluctúa entre el 90 y el 98%, dependiendo el delito y el estado, lo que significa que sólo entre el 2 y 10% de lo delitos son denunciados.

Delitos de alto impacto

De acuerdo con analistas de seguridad, los delitos como el homicidio doloso, el secuestro y el robo de vehículo son considerados como indicadores del avance o retroceso de la delincuencia organizada.

Y en esos delitos Puebla tiene picos importantes, especialmente en los últimos dos años.

Específicamente, en homicidio doloso la capital poblana mantiene una tendencia al alza en los dos últimos años del periodo analizado, cuando se registró una Carpeta de Investigación cada 2.5 días y luego cada 2.

Otro de los delitos que registró un aumento considerablemente en el periodo es el robo de vehículo, pues entre 2011, el primer año analizado de la serie, a 2018 se registró un incremento del 80.6%.

La gráfica nos muestra, además, que hay una tendencia similar a las denuncias (sean Averiguaciones Previas o Carpetas de Investigación) registradas por homicidio doloso. Cifras altas al inicio del periodo, un descenso entre el 2012 y el 2016 y, a partir de ese año, un repunte del delito.

Hay que anotar que el robo de vehículo es uno de los indicadores más certeros para medir la incidencia delictiva pues tiene una cifra negra muy baja, ya que casi siempre se levantan denuncias por el tema del cobro de los seguros.

En donde hay una tendencia a la baja es en el secuestro y la extorsión. En el primer caso pasamos de 19 a 4 casos, lo que significa un descenso del 78% por ciento para el periodo 2011-2018; aunque tuvo sus picos en 2014 y 2017.

Para el delito de extorsión, 2012 fue el año con mas denuncias llegando a registrarse 265 mientras que para 2018 hubo 87.

Delitos patrimoniales

En los delitos patrimoniales el Secretariado concentra el robo en sus diferentes modalidades. Así, con las cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública, alimentadas por datos de la propia Fiscalía General del Estado (FGE), encontramos que el robo en casa habitación ha venido en descenso desde el 2011. En ese año se reportaron 2,228 denuncias mientras que para 2018 la cifra bajó a 1,192.

En tanto que el robo a negocio y el robo a transportistas han tenido un repunte del 24.5% en el periodo para ambos casos.

En el robo a negocio el peor año fue 2017, 2018 y 2012 con un promedio de 9.4, 8.7 y 7 denuncias por día, respectivamente.

La tendencia que representa la gráfica muestra una situación similar a la que se observa en los delitos de alto impacto, con años de alta incidencia en las orillas y un descenso intermedio y repunte a partir del 2016.

En el robo a transportista los años con lo picos más altos están en 2012 y 2017 con 177 y 172 casos denunciados, respectivamente.

En la nueva metodología se incluye el delito de robo de autopartes, siendo los años con más carpetas de investigación iniciadas 2015 y 2017, con 365 y 249, como corresponde.

Delitos sexuales, los que han incrementado

Como ya se ha señalado, a partir del 2015 el SESNSP cambió su metodología de registro de la estadística delictiva, y aumentó el catálogo de delitos a registrar.

Ese cambio impactó de manera importante en la categoría de delitos sexuales, pues hizo más precisa la estadística.

De esta forma, con los datos de la nueva metodología (2015 a 2018) lo que se observa es un repunte constante de ese tipo de delitos en la capital poblana durante todo el periodo.

Las líneas tenues representan la tendencia registrada en cada delito. Fuente: SESNSP

En términos generales, el incremento en el periodo es del 42%, pero como se observa en las gráficas la tendencia general es de crecimiento al alza año con año.

La percepción de inseguridad a la alza

A la par del repunte delictivo la percepción de inseguridad en la capital ha aumentado de una manera importante más allá de la media nacional, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) que el INEGI realiza desde el  2016.

En septiembre de 2016, el primer año reportado en la ENSU, el 71.3% de los habitantes de la capital se sentían inseguros en su ciudad; para 2018, dos años después, el porcentaje subió  84.9%; es decir, empeoró en 13.6 puntos porcentuales en 3 años.

Y aunque a nivel nacional también se registró un crecimiento en la percepción de inseguridad, este fue de tan sólo 3 puntos al pasar de 71.9 a 74.9% en el periodo analizado.


Aclaraciones metodológicas

LADO B realizó un análisis con datos de denuncia de delitos entre los años: 2011 a 2018, tomando como fuente los datos disponibles de incidencia delictiva recabados por el SESNSP a nivel municipal, pero eso supone dos fuentes con diferencias entre sí.

Los datos de 2011 a 2014 tienen una clasificación de delitos y a partir de 2015 la clasificación se amplía de 22 a 53 posibles delitos en el catálogo, entre ellos: feminicidio, robo de autopartes y robo en transporte público colectivo e individual; además del incremento y detalle en el grupo de delitos sexuales.

Así, para este trabajo se usaron los datos con el primer catálogo de delitos 2011 a 2014, y de 2015 a 2018 se usó la nueva metodología. Eso hace que algunos delitos no hayan podido ser comparados pues no existían hasta el 2015.

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Autor Lado B
Aranzazú Ayala Martínez
Periodista en constante formación. Reportera de día, raver de noche. Segundo lugar en categoría Crónica. Premio Cuauhtémoc Moctezuma al Periodismo Puebla 2014. Tercer lugar en el concurso “Género y Justicia” de SCJN, ONU Mujeres y Periodistas de a Pie. Octubre 2014. Segundo lugar Premio Rostros de la Discriminación categoría multimedia 2017. Premio Gabo 2019 por “México, el país de las 2 mil fosas”, con Quinto Elemento Lab. Becaria ICFJ programa de entrenamiento digital 2019. Colaboradora de “A dónde van los desaparecidos”
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