Lado B
Agustina Besada, la exploradora del mar que tiene un velero llamado Fanky
Por Paula Hernández Gándara @
05 de febrero, 2019
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Tania Chacón | Distintas Latitudes

A mediados de 2018, Agustina Besada se montó en su velero llamado Fanky y comenzó una expedición por el Atlántico. El objetivo de su aventura era tomar muestras para estudiar y generar conciencia sobre la contaminación en el océano por plásticos.

La expedición fue la primera etapa de Unplastify, una iniciativa dedicada a educar y facilitar soluciones para reducir los plásticos, de la cual Agustina es la codirectora. La segunda etapa consistirá en compartir los hallazgos con la intención de llegar a acciones de impacto que generen cambios. El equipo de cuatro mujeres que conforman Unplastify quiere hacer esto a través de charlas, talleres, trabajo con escuelas y organizaciones, promoción de políticas públicas, entre otras actividades.

Tras completar la expedición, la argentina de 33 años fue nombrada exploradora de National Geographic y ha estado realizando actividades para la campaña ¿Planeta o plástico? de la organización.

Para conocer más detalles de su expedición, sus hallazgos y posibles soluciones al problema de los plásticos platicamos con Agustina Besada.

¿De dónde vino tu interés o pasión por documentar la contaminación de plásticos?

Trabajo en gestión y revalorización de residuos hace años. Sobre todo durante mi trabajo en un centro de reciclaje en Nueva York fue que el tema del plástico se volvió mi foco de estudio y decidí dedicarme a trabajar en que este material no llegue a ser residuo en primer lugar.

¿Qué fue lo más impactante de tu experiencia en el centro de reciclaje en Nueva York?

Una de las cosas que aprendí en el centro de reciclaje es la cantidad de trabajo y energía que se necesitan invertir para que los materiales valiosos descartados sean reciclados. Recibíamos entre 30 y 50 mil latas y botellas por día, y había que clasificarlas, contarlas, empaquetarlas, almacenarlas y luego cargarlas en los camiones que venían a diario a recolectarlas. Y eso era sólo una etapa en el proceso de reciclaje.

¿Cuál fue la ruta de la expedición?

La expedición al Océano Atlántico empezó en mayo de 2018 y duró hasta fin de octubre. Fueron dos cruces Atlánticos, de Norteamérica a Europa y de Europa a Sudamérica. Más de 10 mil millas náuticas navegadas y más de 24 puertos.

¿Por qué el Atlántico?

La idea era conectar Nueva York, donde estaba viviendo hace 5 años, con mi ciudad natal, Buenos Aires, y en el camino explorar la realidad del plástico en este océano que no está tan estudiado como el Pacífico, por ejemplo. En el camino tomamos muestras para un instituto científico que revela el estado de la contaminación plástica en los océanos de todo el mundo.

¿Cuál fue el descubrimiento más impactante de la expedición?

Es difícil resumir o elegir un solo aprendizaje de esta travesía. Pero si tuviera que compartir una idea que me quedó resonando en la cabeza es que cuando tiramos plástico a la basura, no desaparece. Yo me encontré con plástico en los lugares más remotos del océano. El plástico que usamos todos los días, pocas veces se recicla, y muchas veces termina contaminando suelos y aguas. Es un material casi indestructible, y lo estamos usando excesivamente y de manera descartable. Eso tiene que cambiar.

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*Ilustración de portada por Alma Ríos

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Autor Lado B
Paula Hernández Gándara
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