En México cada vez hay más opciones para ver una película en línea. En 2017 operaron 16 plataformas digitales con más de 7.4 millones de usuarios. La más conocida es Netflix, que concentra el 64% de los suscriptores, seguida por Claro video, con el 25%, y Blim con el 7%, según datos del Anuario Estadístico de Cine Mexico 2017.
Entre todas esas opciones se encuentra FilminLatino, plataforma de streaming del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE) y donde el 42% de su contenido es mexicano. Para tener una comparativa, de todos los títulos que ofrece Netflix, solo 2 % es nacional, según el mismo informe.
En cuanto a precios, FliminLatino también es la menos costosa: $69 pesos al mes. Los usuarios pagan de $109 a $199 mensuales por Netflix; $149 por HBO Go; $109 por Blim y $99 por Amazon Prime Video.
Si FilminLatino es menos costosa, ofrece más contenido mexicano que el resto de las plataformas digitales en México y además incluye contenido selecto de autores reconocidos mundialmente como Luis Buñuel, Akira Kurosawa e Ingmar Bergman, ¿por qué no es tan consumida?
Una respuesta está en su poca promoción.
La plataforma se creó a mediados del sexenio de Enrique Peña Nieto, concretamente al 21 de julio de 2015. Nace “con la finalidad de consolidar un espacio digital donde el cine mexicano conviva al mismo nivel de las cinematografías del mundo y crear un lugar para el disfrute y la promoción de una cultura en torno al cine”. Es un proyecto creado entre el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (actual Secretaría de Cultura), con Rafael Tovar y de Teresa al frente; el IMCINE, bajo la dirección de Jorge Sánchez Sosa, y la empresa española Comunidad Filmin S.L.
Previo al lanzamiento de FilminLatino, el IMCINE trabajó durante más de un año y medio en poner películas mexicanas a la disponibilidad del público, sin embargo se dieron cuenta que se estaba gastando mucho dinero “en desarrollar tecnología propia cuando el objetivo del IMCINE es contribuir a fomentar la cultura fílmica poniendo al alcance del público las producciones mexicanas en el contexto de la cinematografía mundial”, cuenta Yissel Ibarra, fundadora de FilminLatino y exencargada de proyectos estratégicos de la Dirección General de IMCINE.
Es entonces cuando se da la relación con Filmin España.
“Decidimos trabajar con los mejores en su momento en términos de desarrollo de tecnología, curaduría, esquemas de negocios”, cuenta Paola Stefani, fundadora de FilminLatino y productora del documental “Huicholes: Los Últimos Guardianes del Peyote” y quien el año pasado dirigió el Fideicomiso para la Promoción y Desarrollo de Cine Mexicano en la Ciudad de México.
“Hubo crítica al principio porque decidimos trabajar con una empresa extranjera y no realizar un desarrollo 100 % mexicano. Trabajar con expertos era un beneficio además de contar con servicios técnicos que no hay en México o que desde la institución era difícil contratar”, agrega.
Las fundadoras señalan que FilminLatino no es una concesión española, pues no hay un acuerdo de copropiedad con Filmin España. Se paga una renta por la arquitectura web, el uso de marca y un servicio integral que incluyen subservicios, pero la plataforma mexicana es propiedad del IMCINE.
El IMCINE se encarga de hacer la gestión con los dueños de los derechos, curaduría y promoción del contenido en la plataforma de México.
“Pensar que FilminLatino debe de ofrecer únicamente contenido mexicano es como decirle a la Cineteca Nacional que solo podrá programar películas nacionales. El público que va a la Cineteca va también por la experiencia, va a descubrir películas de todo el mundo que conviven de manera natural con el cine mexicano”, señalan las fundadoras.
FilminLatino ofrece más de 1,600 títulos cinematográficos, entre películas, series y cortometrajes. Su catálogo tiene producciones de todos los géneros, de autores de renombre y de nuevos talentos. “Nos parecía fundamental la convivencia mexicana con otras cinematografías, directores consagrados y alternativos en el mundo que tuvieran un diálogo dentro de la plataforma con los directores mexicanos”, dice Yissel Ibarra, también productora del documental “Presunto Culpable”.
En la página principal de FilminLatino.mx aparece un carrusel con las recomendaciones de la plataforma, por ejemplo: “La libertad del diablo” (2017), del mexicano Everardo González; “Los 400 golpes” (1958), del francés François Truffaut; “El imperio de la fortuna” (1985), de Arturo Ripstein, o “Our Zoo”, una serie de Reino Unido lanzada en 2014.
FilminLatino es una plataforma de divulgación que en alianza con festivales nacionales e internacionales invita al público mexicano a descubrir y ver de manera legal películas que no están disponibles en otra ventana para todo el país todos los días del año.
“Es una plataforma de nicho, no es comercial”, admite Paola. Hay toda una curaduría para presentar las películas. Al momento cuenta con 108 colecciones. Hay 85 filmes que han desfilado por el Festival de Cannes; 156 que tienen a la Ciudad de México como protagonista; 48 cortos animados; 212 documentales, y 8 películas dirigidas por el español Pedro Almodóvar, por mencionar algunas.
“Es una Cineteca Nacional digital, mucha gente ve las películas que no puede ver en otro lado”, cuenta Yissel.
FilminLatino sólo puede verse dentro del territorio mexicano, pero le da cobertura a todo el país.
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