Lado B
Gastan 100 millones en medir la contaminación del Atoyac y no hay resultados
Clasifican la información que la SDRSOT reconoce no haber procesado; el área encargada está conformada por sólo dos personas
Por Suzana de los Ángeles @suzange
24 de julio, 2017
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Clasifican la información que la SDRSOT reconoce no haber procesado; el área encargada está conformada por sólo dos personas

Foto: Luis Colchado.

Suzana De los Ángeles

@suzange

Hace dos meses el gobernador Antonio Gali lanzó la campaña “Denuncia a los enemigos del Atoyac” para promover, como su nombre lo indica, que los ciudadanos denuncien vía telefónica a quienes contaminen el río. Sin embargo, se trata de información que la autoridad estatal ya debería conocer, pues de 2012 a 2016 destinó más de 100 millones de pesos a una red de monitoreo que mide en tiempo real los niveles de contaminación del Atoyac, así como su procedencia, el problema es que los resultados de estas mediciones no son públicos y ni siquiera están procesados.

El área técnica de la Secretaría de Desarrollo Rural, Sustentabilidad y Ordenamiento Territorial (SDRSOT), integrada por sólo dos personas, es la encargada de depurar y procesar el monitoreo del Atoyac que mide los parámetros de oxígeno en el río, su turbidez, así como el nivel de sustancias tóxicas y contaminantes presentes en el agua, producto de las descargas industriales y municipales.

[quote_right]Basta recorrer el río Atoyac a cualquier hora del día en puntos como Villa Alta, Tlaxcala y el Ecoparque Metropolitano para ver cómo se descargan varios litros por segundo de aguas tóxicas[/quote_right]

La SDRSOT tampoco comparte los resultados del monitoreo con las organizaciones que trabajan en el rescate del río contaminado, como Dale la Cara al Atoyac. Violeta Trinidad, presidenta de esta organización dijo en entrevista para LADO B que ante la falta de información ellos han realizado sus propios monitoreos, los cuales dice, confirman la grave contaminación que padece el río.  

Basta recorrer el río Atoyac a cualquier hora del día en puntos como Villa Alta, Tlaxcala y el Ecoparque Metropolitano de Puebla, donde por cierto hay estaciones de monitoreo, para ser testigo de cómo se descargan varios litros por segundo de aguas tóxicas rojas, azuladas o espesas por los tubos de desagüe conectados directamente al cauce.

La exposición crónica de los humanos a dichos contaminantes presentes en el río Atoyac puede provocar enfermedades como cáncer y leucemia. De hecho el pueblo de Villa Alta, Tlaxcala, registra una elevada incidencia, para una población de 5 mil habitantes, de dichos padecimientos en niños menores de doce años.

Cien millones para monitoreo

En octubre de 2012 el gobierno de Puebla, entonces encabezado por Rafael Moreno Valle, lanzó una licitación internacional para instalar una Red de Estaciones de Monitoreo de la Calidad del Agua del Alto Atoyac en la cual sólo participaron dos empresas, Rossbach de México y la española Adasa Sistemas S.A.

La compañía extranjera ganó el contrato por el que estuvo obligada a montar la Red y capacitar al personal durante dos años, y por el que recibió del gobierno estatal 87 millones de pesos, y de 2014 a 2016 le asignó 13.6 millones de pesos más por equipamiento y mantenimiento, sumando 100.6 millones de pesos en total.

[quote_left]El Centro de Control de la Red de Estaciones de Monitoreo del Agua del Alto Atoyac es apenas un cubículo de cuatro metros cuadrados[/quote_left]

La red consta de  dos casetas móviles y nueve fijas a lo largo del río en puntos como  San Martín Texmelucan, San Miguel Xoxtla, Barranca Honda, Barranca del Conde, Ecoparque Metropolitano, Panzacola y Villa Alta, Tlaxcala.

El objetivo es tener una “foto del momento” en tiempo real, de la contaminación que fluye en el Atoyac, así como ubicar su procedencia, con la finalidad de sancionar a los responsables.  

La red cuenta con equipo de alta tecnología, cada estación fija y móvil tiene una sonda conectada directamente al río y de forma automática recoge la muestra, la cual pasa por la cámara de medidas, recorre el circuito, registra la toma y la  desecha por medio de un tubo de desagüe.

De acuerdo con el contrato de la licitación pública cada estación de monitoreo fija tuvo una inversión de 3.9 millones de pesos y está equipada con un analizador multiparamétrico, equipo de toma de muestra automático, sonda de medición del nivel del río, equipo de demanda bioquímica de oxígeno, sistema de videovigilancia interior y exterior, así como un sistema de control y adquisición de datos y comunicación.

Los resultados del monitoreo se dirigen al Centro de Control de la Red de Estaciones de Monitoreo del Agua del Alto Atoyac situado en el área técnica de la SDRSOT.  

Foto: Luis Colchado.

En una visita al área técnica, realizada el 22 de marzo pasado, LADO B confirmó que este departamento, encargado de procesar los resultados de la medición del Atoyac, es apenas un cubículo de cuatro metros cuadrados.  

En la oficinita donde apenas entran tres personas de pie, hay dos escritorios uno al lado del otro, repletos de cerros de hojas, tres sillas en mal estado y dos computadoras de modelo atrasado.

Las dos personas que integran el área técnica admiten que no se dan abasto con la carga de trabajo de la dependencia, la cual implica no sólo procesar los resultados de los monitoreos, sino también hacer trabajo de oficina y de campo.  

Millones de datos sin procesar

En marzo pasado LADO B solicitó a la SDRSOT, por medio del acceso a la información con el folio 50-2017, los resultados de las estaciones fijas en Villa Alta, Tlaxcala, y San Martín Texmelucan, correspondiente al 10 de enero de 2010 y 2017,  puntos considerados por el propio sistema con altos niveles de contaminación debido a la actividad industrial de la región.

En respuesta, la dependencia encabezada por Rodrigo Riestra, reservó como clasificada la información con el argumento de que el área técnica de la SDRSOT no ha procesado, ni depurado los resultados que a la fecha deben ser millones de datos pues el muestreo se realiza cada quince minutos.

El Instituto de Acceso a la Información Pública (ITAIP) avaló la reserva por un periodo de cinco años al considerar que la difusión de los resultados del monitoreo del Atoyac podría caer en manos de los responsables de contaminar el río Atoyac y ponerlos en alerta para evadir una visita de verificación por parte del gobierno estatal; aunque dichas inspecciones le competen a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Procuraduría Federal de Protección Ambiental (Profepa), según la Ley Federal Aguas Nacionales.

De acuerdo con Verónica Mastretta la red fue construida por el gobierno de Puebla, sin el aval de la Conagua y a cuatro años de su funcionamiento sus mediciones no están  certificadas por la Profepa o el Instituto Nacional de Ecología, porque las autoridades locales no han realizado los trámites para regularizarlas.

Ante la falta de información, afirma que con laboratorios certificados la organización Dale la Cara al Atoyac ha realizado sus propios monitoreos en el río, los cuales confirman la grave contaminación en el río:  químicos altamente dañinos para los humanos como diclorobenceno, tetracloroetileno o dicloroetano, heces fecales que superan 25 veces los niveles permitidos, así como metales pesados como plomo, cromo y arsénico, entre otros contaminantes.

Violeta Trinidad, presidenta de la organización dijo que esconder los resultados de los monitoreos no ayuda para trabajar en el rescate del Atoyac y al contrario dificulta su labor como asociación.

Añadió que la dependencia encabezada por Rodrigo Riestra no tiene facultades, ni atribuciones para proceder contra las empresas que contaminan el Atoyac, pues esas acciones le competen a dependencias federales como Profepa y Conagua.

Y mientras tanto la contaminación continúa

Según los diagnósticos de la Conagua, en el Atoyac se vierten a diario 146 toneladas de desechos, equivalentes al tamaño de 24 elefantes africanos, de los cuales 62 toneladas son sólidos suspendidos (basura, excremento, animales muertos y plásticos), mientras que el resto son sustancias tóxicas, producto de los procesos de producción de las fábricas e industrias que arrojan sus desechos al río.  

La Red de Estaciones de Monitoreo de la Calidad del Agua del Alto Atoyac fue instalada con la finalidad de identificar en tiempo real la procedencia y el nivel de contaminación del tercer río más contaminado de México, desarrollar políticas públicas de remediación y sancionar a los responsables.

Al inicio de su administración, Antonio Gali se comprometió al rescate del río Atoyac y próximamente firmará un nuevo convenio de colaboración con el estado de Tlaxcala, y aunque desde hace cuatro años se han financiado proyectos millonarios para el rescate del río, la contaminación no se detiene.

 

Solicitud de información 00111917 by Lado B on Scribd

FALLO LICITACIÓN PÚBLICA INTERNACIONAL by Lado B on Scribd

Solicitud de información folio 00112017 by Lado B on Scribd

Solicitud de información Número: SDRSOT/DGJ/UT-Infomex/067/2017 by Lado B on Scribd

Solicitud de información Número: SDRSOT/DGJ/UT-Infomex/069/2017 by Lado B on Scribd

Convocatoria Gesalf-049-2012 Estaciones Monitoreo by Lado B on Scribd

GESALF-049 Dictamen de Fallo-dos Propuestas Estaciones by Lado B on Scribd

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