Lado B
Margolles, Romero y Cuevas: Arte para reaccionar
Betsabeé Romero, Teresa Margolles y Minerva Cuevas, artistas conceptuales que hacen crítica social, invitan al público a apropiarse de su arte
Por Ámbar Barrera @astrobruja_
22 de marzo, 2017
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La historiadora de arte Caroline Perrée analiza desde La Parole, una serie de diálogos en la Alianza Francesa de Puebla, el trabajo de Betsabeé Romero, Teresa Margolles y Minerva Cuevas, artistas mexicanas conceptuales que hacen crítica social e invitan al público a apropiarse de sus obras

Obra de Minerva Cuevas | Tomada de internet.

Ámbar Barrera

@Dra_Caos

“El arte plástico, en el contexto social contemporáneo, ha dejado de ser una actividad creativa individual para transformarse en una vía adicional de reflexión que atañe tanto a la vida política y económica de las sociedades como a su propia dinámica de transformación y desarrollo”.

Así lo afirma la crítica de arte María Elena Morató y, con esa misma idea, la Doctora Caroline Perrée, historiadora del arte y asociada del Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos (CEMCA), participó con una ponencia en La Parole, la primera de una serie de diálogos que se han llevado a cabo en la Alianza Francesa de Puebla.

El nombre de la ponencia fue México, arte comprometido al femenino y la Dra. Perrée habló del trabajo de Betsabeé Romero, Teresa Margolles y Minerva Cuevas, artistas mexicanas que desde el arte conceptual hacen crítica social y promueven la inclusión del público para que se apropie o participe de sus obras.

–Con estas artistas vemos que el arte contemporáneo no es tan oscuro y elitista como la gente lo cree. Es nuestro arte, es el de hoy. Y muchas veces tiene una mirada muy crítica sobre  nuestra sociedad y constituye un contrapeso que se libera, esencial con la situación que vivimos hoy, y porque asume un papel también comprometido con la denuncia de la violencia y de las injusticias.

Teresa Margolles (Sinaloa, 1963)

Además de estudiar Arte en Sinaloa y Ciencias de la Comunicación en la UNAM, Teresa Margolles también se formó como técnica en Ciencias Forenses en el Servicio Mexicano Forense. De 1990 a 1999 formó el colectivo artístico Proyecto SEMEFO, en el que fluidos, partes de cadáveres y objetos usados en el proceso forense, fueron el material para la realización de piezas que hablaban de la violencia y la muerte en México.

Obra de Teresa Margolles | Tomada de internet.

Uno de sus trabajos más significativos en 2009 tuvo lugar en la Bienal de Venecia. Su obra, performática e instalativa, se trataba de telas impregnadas de sangre humana, específicamente la derramada en asuntos relacionados con el narcotráfico. El público era invitado a bordar esas telas y, quienes lo hicieran, estaban en interacción directa no sólo con la muerte, sino con el contexto de violencia. No sólo era un impacto visual, sino una interacción olfativa y táctil.

–La obra de Teresa Margolles presenta la violencia sin representarla. La artista parece decir que no es útil representar la violencia porque eso ya lo hace muy bien la prensa amarillista. Entonces, su obra busca crear un contacto entre la muerte y nosotros, para vivir la violencia desde dentro, poniendo en contacto el cuerpo vivo con el cuerpo muerto.

Comparando obras como esa y otras donde directamente utiliza cadáveres como materia prima para sus piezas, Perrée considera que en los últimos años su obra se ha suavizado. Una de las piezas más recientes son paredes con impactos de bala (resultado de encuentros violentos entre narcotraficantes), que fueron extraídas de sus contextos originales.  

–Lo interesante del arte es conocer el proceso del artista a lo largo de los años. Será importante ver hacia dónde irá después el trabajo de Teresa Margolles.

Betsabeé Romero (1963)

Originaria de la Ciudad de México, Betsabeé trabaja la instalación, el arte objeto, la intervención y el videoarte, mezclando el arte contemporáneo con el arte popular. Sus materiales predilectos son los automóviles y todas las piezas que los conforman. Los temas sobre los que reflexiona son principalmente la migración y el mestizaje.

–Para ella el arte no es un mundo separado que funcionaría a puerta cerrada porque debe desempeñar un verdadero papel  social en la comunidad humana. Por eso crea obras con la gente y muchas otras las deja en la calle, para que las personas se las apropien porque, de cierta manera, se reconocen en ellas.

Obra de Betsabée Romero | Tomada de internet.

En 1997 participó en la Bienal InSite organizada por las ciudades de Tijuana (México) y San Diego (Estados Unidos), un evento que pide a los artistas trabajar in situ. Betsabeé Romero realizó en automóvil Ford de los años 50 cubierto con una tela con rosas y lleno en su interior de rosas secas. El coche era funcional y las llaves estaban adentro. Ella dejó el automóvil parado muy cerca de la frontera, como una ofrenda para las personas fallecidas al intentar cruzar la frontera.

Las personas que vivían en la zona más cercana no lo tomaron aunque sí se lo apropiaron de otra manera. Ahora se dedican a cuidarlo y lavarlo de vez en cuando.

–La artista se hace testigo del ojo crítico de la sociedad en la cual vive. Despierta las conciencias de los espectadores que conviven con sus instalaciones que conmemoran el destino de los migrantes. Betsabeé presenta sus obras como espejos que nos ayudan a observar la realidad, el cotidiano y las problemáticas sociales. Su vocabulario estético es el lenguaje del pueblo, desde el más rico al más pobre es sensible a su obra. Todos los objetos que usa son símbolos de una cultura nacional.

Betsabeé ha explorado muchas posibilidades conceptuales sobre el automóvil: el consumismo, la apropiación, la identidad urbana y desde un lado más metafórico: el progreso, la memoria y el tiempo. Las huellas del auto son el pasado, la llanta es el presente que va girando y su avance se proyecta al futuro y también, a un destino.

Perrée habló también de una pieza donde Romero colocó llantas de automóvil en la pared, lo que inevitablemente hace relación en la cultura mexicana con el juego de pelota. A Ferrée le gusta cómo las formas antiguas regresan en sus obras como fantasmas de la identidad.

Minerva Cuevas (1975)

Artista conceptual originaria de la Ciudad de México y licenciada en Artes Visuales por la Escuela Nacional de Artes Plásticas. Realiza instalación, video, fotografía, gráfica y performance. Su trabajo se enfoca en la denuncia y hace crítica sobre las consecuencias ambientales y sociales del capitalismo globalizado a través de las grandes corporaciones.

Algunas de sus piezas consisten en una intervención a nivel gráfico de los logotipos de grandes marcas para cambiar su sentido. Las modificaciones muestran con ironía las irregularidades sobre dichas marcas.

Un ejemplo es el logo de los enlatados Del Monte, modificado por Minerva como “Del Montte” y agregó la leyenda “Pure murder” (asesinato puro), lo que hace referencia a un conflicto importante en Guatemala desde los años 80, que involucra explotación de los recursos naturales y la explotación humana del pueblo guatemalteco en las fincas bananeras por parte de Del Monte Corporation y otras industrias más. La doble “t” en el nombre de la marca, hace referencia al dictador guatemalteco que permitió la invasión y explotación en primer lugar: José Efraín Ríos Montt.

La pieza además nace de la colaboración y el acercamiento que la artista tiene con grupos de defensores de Derechos Humanos en América Latina.

Performance de Minerva Cuevas | Tomada de internet.

Este tipo de críticas y denuncias continúan en su obra con otras empresas como Epura (sobre la privatización del agua), Melate (la capitalización sobre la pobreza) y McDonalds (sobre la calidad de sus alimentos y las condiciones laborales de sus empleados), por mencionar tan solo algunos ejemplos.

Minerva Cuevas también ha dedicado su obra a crear credenciales de estudiante falsas y distribuirlas para que así la gente pudiera entrar gratuitamente a los museos de la Ciudad de México. También ha repartido boletos del metro y códigos de barras sobrepuestos en algunos artículos de supermercado para abaratar su precio final en cajas.

–La artista encara a los consumidores. Juega con sus costumbres visuales para denunciar a las grandes industrias que consumen todos los días. Esto le da una gran fuerza crítica a su trabajo. Su obra además es comprometida, defiende una acción local y la igualdad en la distribución de los recursos.

Retomando de nuevo a Morató, puede concluirse que las obras de estas tres artistas juegan un importante papel no sólo para el arte sino para incidir en la consciencia y las acciones de quienes interactúan con ellas..

“El arte de las últimas décadas ha jugado de forma creciente el papel de visualizador de las nuevas realidades sociales y ha evidenciado los fracasos de los agentes encargados de gestionar tales cambios. Pero lejos de limitarse a dar fe o indagar en los porqués de estos fracasos, ha querido tomar las riendas de la acción para proponernos soluciones y exigirnos a todos, en mayor o menor grado, una implicación. De manera que el arte que hoy en día está tomando posiciones como interlocutor y parte activa de la sociedad es un arte que no acepta paseantes contemplativos”.

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Autor Lado B
Ámbar Barrera
Periodista, comunicóloga, fotógrafa, feminista y amante del arte.
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