Lado B
Náusea y alergia
En el año de 2006 los compiladores Verónica Murguía y Geney Beltrán, hicieron un trabajo de búsqueda sobre aquellos que serían algunas de las voces más importantes del ensayo mexicano, en el libro El hacha puesta en la raíz. Entre los nombres de algunos ya reconocidos autores como Rogelio Guedea, Vivian Abenshushan y otros, despunta el joven atípico por su nombre, Lobsang Castañeda.
Por José Luis Prado @pepepradog
26 de junio, 2016
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José Luis Prado

@pepepradog

La náusea es desasosiego, escalofrío,
capacidad de flagelación. La alergia
es respuesta, réplica, capacidad de reacción.

Lobsang Castañeda

[dropcap]E[/dropcap]n el año de 2006 los compiladores Verónica Murguía y Geney Beltrán, hicieron un trabajo de búsqueda sobre aquellos que serían algunas de las voces más importantes del ensayo mexicano, en el libro El hacha puesta en la raíz. Entre los nombres de algunos ya reconocidos autores como Rogelio Guedea, Vivian Abenshushan y otros, despunta el joven atípico por su nombre, Lobsang Castañeda.

En 2011 publicó Los habitantes del libro y el libro Náusea y alergia (Tierra Adentro, 2013.)

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Mientras leía el libro editado por el Fondo editorial Tierra Adentro con la paciencia de quien espera acumular alguna experiencia ajena, en alguna de las viñetas, que es la estructura en que está formado este libro, encuentro un reflejo de Oblomov, aquel singular personaje de Goncharov quien decía, “Me estorba la vida”. El pensamiento de este personaje es la síntesis que se traduce en “gastar las ideas y el alma en pequeñeces”. La lectura, algunas veces, nos hace decir aquello que no nos atrevemos siquiera a balbucear.

Los pequeños textos aquí reunidos muestran diferentes preocupaciones del autor, la civilización como leitmotiv de la idea del progreso, terminar, llevar a cabo:

“Lo terrorífico de la actividad civilizatoria descansa en esta armonía de opuestos donde lo ideal y lo concreto, los preceptos formales y la dureza palpables, los fundamentos y las conclusiones se confunden. Funcionar en una civilización significa concentrarse en la rigidez de la obra terminada…”

En las ideas de Castañeda podemos sentir una voz punzante, una mirada ajena a los hechos que damos por sentado.

Otro de los temas que explora es la velocidad en la ciudad, ese complejo de despersonalización, en palabras del autor “La ciudad es la repetición intermitente de la diferencia, la secuencia de lo heterogéneo, el transitar eterno de un lienzo atiborrado de colores.” Pero la ciudad también es un recuerdo, por ejemplo la ciudad de México en el año de 1985 como una imagen ridícula de aquello que mira hacia arriba. Castañeda sentencia con aquella idea de “la dicotomía de lo que se erige y lo que se desmorona.”

El tema de la escritura también es una de sus preocupaciones, sobre todo el texto fragmentario en donde el yo disperso es el que enuncia, dice Lobsang del autor de textos fragmentarios que “está siempre ahí, presente en sus textos, íntegro en su desintegración.” El fragmento, nos recuerda Quignard, “permite la renovación constante de la postura del narrador y del brillo perturbador del ataque.” De Cualquier forma, un fragmento se convierte en género literario, una forma acabada de sentido.

Sirvan entonces como una pequeña colección de obsesiones del autor Lobsang, estos fragmentos que se dispersan y encuentran su hilo común al finalizar ese puzzle impreciso de preocupaciones.

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Autor Lado B
José Luis Prado
José Luis Prado ha sido becario del Fondo estatal para la cultura y las artes de Puebla en las emisiones 2011 y 2013 en la disciplina de cuento; publica en revistas nacionales e internacionales. Actualmente imparte talleres de cuento en la Escuela de Escritura y en los talleres artísticos de la BUAP.
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