Entre la canción de autor y la música mestiza de factura española y latinoamericana se ubica la propuesta del músico y poeta murciano Muerdo, alter ego de Paskual Kantero, quien actualmente promociona su tercer álbum, Viento sur (2016), un collage de influencias musicales que van desde España hasta Cuba e Israel, naciones de origen de algunos de sus músicos.
“El concepto es el puro mestizaje”, explica el cantautor a Lado B antes de su participación en el Festival Guacamaya. “Se trata de todas las influencias que vamos recogiendo a través de los viajes y de nuestra propia interacción de personas de diferentes culturas. Se llama Viento sur porque trae mucha influencia de estas latitudes, de América Latina básicamente”.
Justo así, en la tercera entrega del músico se escucha, primero, una introducción con voces infantiles recitando el poema homónimo de María Elena Walsh, luego un tema con sonidos clásicos del ska latinoamericano, otros más afines al reggae, al swing, y entre cada parte referencias a muchas cosas, como samples con versos de Benedetti.
El proyecto musical, cuenta Muerdo, “nació en 2011 un poco al calor de movimientos sociales de mi ciudad, que es Murcia, en el sur de España. Yo hacía canciones y las tocaba para este tipo de eventos sociales, digamos, con un discurso político de izquierda y con una intencionalidad social y política. A partir de ahí trascendió un poco al circuito más comercial, de concierto”.
Poco después el joven poeta se trasladó a Madrid, donde inició su aventura. En su primer disco, Flores entre el acero (2011), producido de manera independiente y “entre amigos”, se incluyó una colaboración de Luis Eduardo Aute, lo que ligó al cantautor y su trabajo con el género de la canción política.
“A nivel lírico o textual tiene mucha influencia del género de la canción de autor y la música de protesta social o intimista”, dice. “De hecho, colaboramos con Luis Eduardo Aute, que es un gran referente de este género. Posteriormente, el proyecto se fue proyectando a un género más mestizo, una propuesta más instrumentada, porque al principio yo empecé solo con mi guitarra”.
Ya en su segundo disco, la propuesta estilística de Muerdo estaba más cercana al sonido llamado “Made in Barcelona”, de grupos como Manu Chao y Ojos de Brujo, que fusionaron los ritmos gitanos del sur de España con los provenientes de América Latina y el Caribe y los más posmodernos, como la electrónica y el hip hop. De hecho, fue Amparo Sánchez, vocalista de Amparanoia, uno de los grupos más representativos de esta generación, quien produjo su segundo álbum, Tocando tierra (2013).
Muerdo no ha dejado de hablar de temas sociales y de criticar problemáticas que pueden verse tanto en España como en otras latitudes, como la desigualdad entre el campo y la ciudad o la pertenencia a la tierra.
“No es que tenga una pretensión de hablar de temas sociales, yo escribo de todo lo que me pasa”, cuenta. “En un disco de doce canciones, siete son de amor y el resto sociales. No me marco como un artista de protesta pero yo escribo sobre las cosas que vivo y desgraciadamente me toca vivir cosas desagradables o que merece la pena que sean mencionadas o analizadas en una canción”.
Sobre las preocupaciones sociales que los jóvenes españoles de su generación tienen, dice: “motivos para protestar hay muchísimos. Actualmente en España estamos viviendo una crisis económica sin precedentes, con mucha gente migrando fuera, viniendo incluso a Latinoamérica y a otros países de Europa. Evidentemente hay muchos motivos por los que protestar”.
EL PEPO