Lado B
Caminar al lado del pensamiento
Ya en otro comentario (Sauntering: la palabra como trayecto) he querido describir la idea de caminar como un proceso creativo. En este texto, me voy a referir al libroCaminar (Impronta Casa Editora, 2014) de Henry David Thoreau que establece una analogía entre vivir al aire libre y quedarse en casa en donde la primera idea produce cierta dureza de carácter ya que “la solución natural ha de hallarse en la proporción de día que puede aguantar la noche
Por José Luis Prado @pepepradog
17 de abril, 2016
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José Luis Prado

@pepepradog

La mitad del camino no es otra cosa
que desandar lo andado.

Henry David Thoreau

[dropcap]Y[/dropcap]a en otro comentario (Sauntering: la palabra como trayecto) he querido describir la idea de caminar como un proceso creativo. En este texto, me voy a referir al libroCaminar (Impronta Casa Editora, 2014) de Henry David Thoreau que establece una analogía entre vivir al aire libre y quedarse en casa en donde la primera idea produce cierta dureza de carácter ya que “la solución natural ha de hallarse en la proporción de día que puede aguantar la noche; de verano, el invierno; de experiencia, el pensamiento.” El filósofo invita a andar por sendas alternativas que proporcionan un camino salvaje frente a la idea de quedarse en casa a producir en la piel la suavidad y finura:

En la literatura, sólo lo salvaje nos atrae. El aburrimiento no es sino otro nombre de la domesticación. Lo que nos deleita de Hamlet y la La Ilíada, de todas las Escrituras y las mitologías, es la visión del mundo incivilizada, libre y natural, que no se aprende en las escuelas.

Pasear sin rumbo es un acto de subversión. Cuenta Thoreau de algunas sectas filosóficas que mantuvieron la necesidad de acercarse a los bosques, están, sin más, en esta línea los casos de Moisés, Homero o Chaucer que se adentraban en la naturaleza a través de sus pasos, quizá porque en ese camino uno retorna a sí mismo en el trayecto, un mándala en el trote solitario.

La pregunta que surge algunas veces, es saber ¿por qué resulta difícil decidir hacia dónde caminar? El autor de Walden sabe que cuando nos hallamos en la disyuntiva entre emprender un camino en el mundo real, que es el símbolo perfecto del mundo interior, y el camino conocido, elegimos el segundo por lo fácil y dado su reconocimiento. Sin embargo, la fragilidad de esta decisión se da porque aún no tenemos la existencia clara de aquel mundo real en nuestra mente. Basta recordar alguna de las acepciones de la palabra sauntering “persona ociosa que vagaba en la Edad Media por el campo y pedía limosna so pretexto de encaminarse á la Sainte Terre, a Tierra Santa.” Pensemos entonces en la idea interior como si fuera la metáfora de aquella Tierra Santa medieval.

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En definitiva, salir a dar un paseo es no dar concesiones, librarse de los asuntos del día para que, en palabras de Thoreau, podamos ser “más amplios, como nuestras praderas; nuestro intelecto, en términos generales, de una escala mayor, como truenos, nuestros relámpagos, ríos, montañas y bosques; e incluso que nuestros corazones se correspondan en amplitud, profundidad y grandeza con nuestros mares interiores.” Queda la invitación no sólo a leer el libro, sino a perderse en el espacio del pensamiento que se corresponde al de los kilómetros andados.

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Autor Lado B
José Luis Prado
José Luis Prado ha sido becario del Fondo estatal para la cultura y las artes de Puebla en las emisiones 2011 y 2013 en la disciplina de cuento; publica en revistas nacionales e internacionales. Actualmente imparte talleres de cuento en la Escuela de Escritura y en los talleres artísticos de la BUAP.
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