Ámbar Barrera
El rock y el metal son géneros de energía explosiva, desde la voz soprano de Tarja para el metal sinfónico hasta la voz rasposa de Marilyn Manson y su metal industrial. Y sin duda, por su historia se han forjado personajes de culto como Ozzy Osbourne o Slash.
Millones de fanáticos siguen sus pasos en cada país y cada ciudad a la que asisten, creando historias paralelas de viajes que están íntimamente ligadas a la música. La fotógrafa Rebeca Martell, apasionada del rock desde que era una adolescente, decidió viajar para asistir a los conciertos de bandas que no podía esperar que llegaran algún día a México.
Ese viaje duró 8 años. Tan sólo el verano pasado estuvo en 11 países para ver a diferentes músicos.
De esos viajes, que resultaron ser también viajes al interior de la consciencia de la artista, se presenta Always Somewhere, una muestra de 72 fotografías en la Fototeca Juan C. Méndez (7 oriente 15, Puebla) que estarán expuestas hasta el 2 de junio con entrada libre.
–Es una colección de momentos. Es un viaje en otro sentido, más personal –dice Rebeca Martell-. Tú crees que estas en busca de algo que está fuera de ti pero en realidad todo vuelve hacia dentro. Te das cuenta que a lo mejor no tenías que ir muy lejos para encontrar lo que buscabas, pero yo creo que esa misma dinámica de ir a otro lado buscando algo, también te lleva a nuevas experiencias o a revalorar lo que has vivido y de dónde eres.