Foto: Marlene Martínez

Ámbar Barrera

@Dra_Caos

Durante ocho meses la Plaza de la Democracia ha estado ocupada por comercio ambulante semifijo: venta de libros, ropa, comida, accesorios, música, entre otros productos. La reglamentación desde el Ayuntamiento para el uso de las plazas públicas no es clara, lo que causa que haya un uso discrecional de los espacios, una posible mafia, abuso hacia los vendedores y la pérdida de espacios para el peatón.

El gobierno municipal otorga anuencias (permisos temporales) para el uso de estos espacios, fijando cuotas de manera no muy clara por metro cuadrado cuando está demostrado que el objetivo de quien solicita el espacio es comercial. Esto no sucede solamente en la Plaza de la Democracia, pues la ciudad cuenta con 130 mil metros cuadrados de espacios y plazas públicas entre las que también se encuentra el Jardín del Carmen y el Paseo Bravo.

–Me parece que existe un vacío legal –dice el regidor Iván Galindo en entrevista para Lado B-. Queda al criterio o a la discrecionalidad de la Secretaría de Gobernación determinar a quién se lo presta (el espacio) y a quién no.

El caso de la Plaza de la Democracia

Desde mediados de enero de este año se han visto todos los días ambulantes semifijos en la Plaza de la Democracia. Casi siempre son los mismos vendedores. Cada dos semanas, más o menos, cambia el “evento” que ocupa el espacio y en algunos casos los vendedores son otros.

En entrevista, uno de los vendedores que pidió la reserva de su nombre explicó: “El espacio está en renta por 120 mil pesos por 15 o 20 días. Nosotros no podemos pagar eso, por eso quien puede pagarlo es el que organiza y nos llama para vender”. Según él, las tarifas para ellos oscilan entre 200 a 600 pesos al día, dependiendo de su ubicación y el tipo de stand que tengan.

–A nosotros nos conviene, es mucho más barato que un local y nuestra mercancía está segura, no es como en la calle que te la pueden robar o te la quitan en los operativos. Aquí hay un velador y la zona es segura. Además se vende bien, siempre hay mucha gente. Para nosotros está bien porque en lugares como los Sapos o John Lennon uno no puede vender así fácil. Ya tienen a su gente y son siempre los mismos. Aquí ahorita organizó un chavo de Morelos, en otras ocasiones ha organizado una mujer. Si alguien quiere vender tiene que preguntar por el organizador y ya después de platicar, ir a reuniones o cosas así, si se gana la confianza del organizador pues ya entra. Ahorita todos los lugares para el próximo evento ya se llenaron.

Foto: Marlene Martínez

El detalle es que desde la ley no se habla de un costo de renta, ni siquiera de un permiso, sino de «anuencias» para el uso del espacio público, y las cuotas se establecen sólo cuando el espacio será ocupado para venta de productos. Esa cuota se establece desde la Ley de Ingresos del Municipio de Puebla dependiendo del espacio ocupado y del giro de productos que se ofrecen a la venta.

La Ley de Ingresos establece en su artículo 25 que la cuota por puesto para la ocupación de un espacio como la Plaza de la Democracia es de 36.36 pesos por metro cuadrado, por día. Y 47.27 pesos por unidades en “otras formas de ocupación” que no especifica.

En respuesta a la solicitud de información 00048715 donde se pregunta acerca de la anuencia otorgada durante el mes de junio de este año para ocupar la Plaza de la Democracia, la Secretaría de Gobernación responde que “la Anuencia se expidió a nombre del integrante del Grupo Cultural y Artesanal Yotl Xochitica Atlixco Puebla para llevar a cabo la venta y exposición de productos artesanales y gastronomía (sic)”. Y que el “Departamento de Concentración de Espacios Públicos emitió el Comprobante de Pago Electrónico por concepto de ocupación de espacios eventos culturales por un total de $14,180.40 (…) por el periodo del 16 al 30 de junio de 2015, con un horario de las 8:00 a las 24:00 horas (sic)”.

Poco más de 14 mil pesos son los que se pagó en ese caso, aunque los vendedores creen que “rentar el espacio” cuesta 8 veces más y ellos pagan al menos 3 mil pesos por vender sus productos.

Haciendo una aproximación con la información de las cuotas por subarrendar (de 200 a 600 pesos el día), cada organizador ganaría alrededor de medio millón de pesos por evento, considerando que en ese evento a finales de junio se contaron hasta 50 vendedores.

Durante estos 8 meses, hay personas (algunas que dicen formar parte de organizaciones de las que no puede encontrarse información) que han pedido más de 3 anuencias, lo que los deja ganando más de un millón de pesos en menos de un año.

Además, durante todo ese tiempo los peatones han perdido de vista la fachada de la Iglesia de la Compañía, objetivo principal por el que durante la década de los 80 esa calle se volvió peatonal y posteriormente se convirtió en una plaza.

¿Quiénes están haciendo uso lucrativo de la Plaza?

Se solicitó a través de Infomex (folio 00054715) una lista detallada de las anuencias otorgadas desde enero para el uso de la Plaza de la Democracia, en principio la Secretaría de Gobernación Municipal envió una lista ocultando los nombres personales argumentando que se trataba de datos personales (incluso se ocultaron nombres de funcionarios públicos). Sin embargo, luego de un recurso de revisión, la Comisión de Acceso a la Información Pública (CAIP) determinó que esos nombres son de interés público porque el espacio que se ocupa es público también y se está haciendo un uso comercial de él, por lo que finalmente el ayuntamiento amplió la respuesta con los datos completos.

Foto: Marlene Martínez

Exceptuando algunos eventos que no involucraron actividades comerciales, como un acto político de Morena (que sólo duró un día) o el uso del espacio para un festival de cine, son los mismos grupos o personas quienes ocupan el espacio incluso más de una vez.

• La organización de Mujeres Microempresarias, (a través siempre de Susana Sánchez) hizo uso del espacio en 3 ocasiones: del 9 al 22 de marzo, del 1 al 17 de mayo y del 20 al 31 de julio. Cabe mencionar que los mismos grupos o personas pueden pedir anuencias para otros espacios (como en este caso que la misma organización ocupó el Callejón John Lennon del 13 al 23 de enero).
• El Grupo Cultural Yaotl Xochitica Atlixco Puebla (a través de Juan Carlos Ramírez Molina) también ocupó la plaza en tres ocasiones: del 27 de febrero al 8 de marzo, del 18 de mayo al 1 de junio y del 16 de junio al 1 de julio.
• Edgar Quintero Sánchez recibió 3 anuencias (una de ellas que además extendió al doble su tiempo de ocupación): Del 11 al 22 de febrero con una ampliación del periodo al 25 de febrero, del 17 al 31 de mayo y del 2 al 16 de julio.
• Otros tres personajes sin pertenecer a ningún grupo realizaron expos de venta artesanal o agroindustrial: Adolfo Fernández González (del 30 de enero al 8 de febrero), Tomás Garate Norato (del 4 al 17 de mayo) y Roberto Antonio Cruz Merino (del 1 al 13 de agosto).
• Hay 3 organizaciones más que sí pueden rastrearse (unas más que otras) y que también ocuparon el espacio: Asociación de Libreros y Artesanos el Porvenir (del 23 de marzo al 1 de abril), Unión de Libreros (del 6 de abril al 3 de mayo), Unión de Artesanos de la Cultura Popular Poblana A.C. (del 1 al 15 de junio) y Fundación Pies Secos A.C. (del 18 al 31 de agosto)

Además del ambiguo control respecto a quién se le otorgan y por qué las anuencias y el cobro por la comercialización en el espacio, se encontró otra irregularidad: La comisión de asuntos indígenas del Ayuntamiento, a través del Regidor Oswaldo Jiménez, solicitó la Plaza de la Democracia del 14 al 16 de agosto para un Festival Cultural Indígena y la anuencia les fue otorgada. Sin embargo, pocos días antes de la fecha estipulada, los miembros de la Comisión encontraron más pertinente realizar el evento en la Casa de la Cultura.

La Regidora y Presidenta de la Comisión de Asuntos Indígenas, Ángeles Ronquillo, contó a Lado B que aunque no hubo tiempo de cancelar la anuencia y el Festival se hizo finalmente en otro espacio, esos 3 días (14, 15 y 16 de agosto), la Plaza de la Democracia estuvo ocupada con comerciantes semifijos.

En ese caso queda la pregunta: ¿Cómo autorizaron el uso del espacio incluso sin contar con una cancelación oficial de la anuencia anteriormente programada? ¿A quién le permitieron usar el espacio esos 3 días? ¿Hubo un cobro por el uso del espacio durante esos tres días?

La normativa que no llega

El Templo del Espíritu Santo es mejor conocido como Iglesia de la Compañía por haber sido edificada por órdenes de los jesuitas en el siglo XVI y XVII. Su fachada tiene muchos detalles para apreciar desde el exterior y frente a ella, la calle se convirtió en un paso peatonal y posteriormente, durante la década de los 80 pasó a ser una plaza pública, por pocos conocida por su nombre: Plaza de la Democracia.

La Plaza de la Democracia cuenta con bancas para poder descansar y observar la Iglesia de la Compañía. Todos los días, personas de todas las edades se sientan ahí para platicar, pensar u observar en silencio. En ese lugar se han llevado a cabo manifestaciones, lecturas de poesía, conciertos callejeros, bordados por la paz, etc.

Foto: Marlene Martínez

Justo durante la Feria del Libro que se realizó a principios de este año en la Plaza de la Democracia, los vecinos se quejaron de la difícil circulación peatonal por la manera en que estaban instaladas sus lonas sobre la banqueta de la calle Palafox y Mendoza. Ese fue el primer y último incidente respecto a la circulación peatonal, pues en meses posteriores ya no se presentó ese problema. Sin embargo, a raíz del incidente en los medios comenzó a hablarse nuevamente del Plan Parcial de Desarrollo, que busca repoblar el centro histórico de Puebla, y el cual incluye una mejor regulación del uso de los parques y plazas públicas, como lo declaró en mayo el director de la Gerencia del Centro Histórico, Sergio Vergara Berdejo.

Recientemente, en entrevista con Lado B, Sergio Vergara dijo que el propósito original (en los 80) de activar esas calles peatonales o plazas, era que la gente pudiera observar la arquitectura, en el caso de la Plaza de la Democracia, la Iglesia de la Compañía que es una de las construcciones barrocas más importantes, por lo que incluso en el Coremun (Código Reglamentario del Municipio de Puebla) se estableció que su uso sería solamente para eventos culturales.

–Desgraciadamente en estos últimos años se empezó a usar para eventos comerciales –dice Sergio Vergara–. En el Plan Parcial del Centro Histórico se aborda el uso de las plazas pero no estaba normado, el cómo se deben usar las plazas, entonces ahí hubo, hasta se podría decir, una anarquía de uso por parte de los que pedían usar la plaza y la ocupaban toda.

Durante la entrevista, realizada a mediados de septiembre, Vergara aseguró que la norma técnica que regularía de manera ordenada el uso de los 130 mil metros cuadrados de espacios y plazas públicas de la ciudad sería aprobada en pocos días (con dictámenes de la Gerencia del Centro Histórico, Turismo, Infraestructura y Servicios Públicos), donde además se establecería que su uso fuera sobre todo cultural y que no se saturara. Mientras tanto, han dejado de otorgarse anuencias que impliquen un uso comercial de este espacio.

Por su parte, Iván Galindo dice:

–Una propuesta que ya está empezando a caminar al seno del Cabildo es quitarle esa potestad a la Secretaría de Gobernación y dársela a un área más técnica como la Secretaría de Desarrollo Urbano y Sustentabilidad. El Plan Parcial de Desarrollo sigue en gestión pero cambiar las facultades está pendiente.

El 11 de septiembre se aprobó en Cabildo el Programa Parcial de Desarrollo Urbano Sustentable del Centro Histórico, sin embargo, en el documento de más de 400 páginas de extensión no se incluye nada acerca de la norma técnica, de la regulación de anuencias para las plazas públicas y de hecho no se menciona ni una sola vez la Plaza de la Democracia.

Este Programa Parcial se enfoca principalmente en la repoblación del Centro Histórico y será puesto a consulta pública a través del Foro Ciudadano “Plan de manejo del Centro Histórico de Puebla” en la Facultad de Arquitectura de la BUAP del 21 al 23 de octubre.