Lado B
No soy la mujer de tu vida… Intento ser la mujer de la mía
Hace unos días compartía reflexiones y discusiones sobre el amor romántico con las integrantes de la 4ª escuelita feminista de El Taller A.C. En esta retroalimentación, por supuesto que salieron a relucir cuestiones del tipo: el amor incondicional como mecanismo para mantener la violencia, el amor que duele, el amor que se sufre, el amor que se vive como propiedad privada, que te pone como objeto, el amor para otras y otros, pero no para una misma… El amor maternal, el amor que mata… En fin, la lista es larga.
Por Lado B @ladobemx
14 de julio, 2015
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Natalí Hernández

@natali_ha

[dropcap]H[/dropcap]ace unos días compartía reflexiones y discusiones sobre el amor romántico con las integrantes de la 4ª escuelita feminista de El Taller A.C. En esta retroalimentación,  por supuesto que salieron a relucir cuestiones del tipo: el amor incondicional como mecanismo para mantener la violencia, el amor que duele, el amor que se sufre, el amor que se vive como propiedad privada, que te pone como objeto, el amor para otras y otros, pero no para una misma… El amor maternal, el amor que mata… En fin, la lista es larga.

Así, decidimos dedicar un momento para pensar esas cosas que le diríamos a las mujeres… ¡Vaya! A las personas para que intenten (junto con nosotras) amar de manera distinta a sí mismas, a los otros y a las otras.

Recordando que planteamientos sobre “otras formas de amar” ya se han dado varios como poliamor, poligamia, relaciones abiertas, claves para la negociación del amor, cómo separarte de forma amorosa, el amor como postura política, etc. Y que de todas formas, a la hora que se atraviesa “el lazo amoroso” seguimos cometiendo un montón de estupideces… Peor aún, seguimos sin poder explicar a otras personas estas “otras formas de amar”, lo que da como resultado propuestas poco prácticas e incomprensibles. Entonces, decidimos repensar, enunciar e imaginar qué podemos decir a cualquier mujer que está en una relación amorosa y a la que le deseamos que no muera en el intento.

A continuación, recupero once puntos que fueron proponiendo de manera aleatoria alrededor de 25 mujeres de la escuelita feminista, retroalimentando y consensando entre nosotras… Intentando organizar las ideas para enviar este mensaje a otras mujeres, como lo pensamos aquel día: con mucho corazón feminista.

  1. Suena a receta de libro de autoayuda, pero nunca esta demás repetirlo: ¡Mujer! No olvides ser feliz, vivirte plenamente y disfrutar,  con todo y que los demás siempre te critiquen.
  2. 1Teje redes con otras mujeres. Cree en sus historias, en lo que sienten, confía en las otras, en que también les han mentido y deja de competir con ellas.
  3. 2Es importante reconocer que, contrario a lo que nos dijeron durante siglos y siglos de educación sobre el amor y las relaciones amorosas: ¡no!, el amor no es para siempre… ¡Vaya! Las cosas no son para siempre, tienen un tiempo o ciclo en tu vida y se irán. Y nosotras preferimos que se vayan antes de que aplasten tu dignidad y terminen con tu amor propio.
  4. 3Ten redes de seguridad. Es importante poder contar con una, dos o más mujeres cercanas a quien puedas confiar que sales con algún chico, que verás a tu ex, que tienes problemas con tu pareja, que tienes un/una amante o donde le ves, en pocas palabras tener confidentes, de forma que haya alguien externo que sepa dónde estás y en determinado momento pueda ayudarte a prevenir una situación de riesgo o peor aún, pueda estar pendiente de que continúes con vida.
  5. 4Si estás en una relación donde sufres violencia (de cualquier tipo), la recomendación es: ¡Correee! de esa relación, no esperes a que avance o que la situación cambie, que eso no ocurrirá. Mucho menos des segundas oportunidades, tememos informarte que quizá seas tú la que no llegue a la segunda oportunidad.
  6. 5A veces, cuando otras mujeres vienen a solicitar tu ayuda o te piden escuchar sus problemas, puede resultar desesperante que la mujer en cuestión venga una, dos o más veces a contarte de la violencia que ejerce su pareja (familia o personas). En situaciones como éstas  muchas veces se termina “regañando, sermoneando o culpando a la mujer” por no saber salir de la situación de violencia. Pese a que estas mujeres tomen decisiones que no nos gustan o que no entendemos, recuerda que si acude a ti, quizá es porque tú puedes ser la única persona con la que esa mujer cuenta, es complicado, pero es importante que “siempre estés ahí” para ella, mejor aún que sepa que puede contar contigo para cuando decida correr de esa situación que la violenta.
  7. Recuperemos y hablemos más de los buenos ejemplos que nos han dado nuestras antecesoras (madres, abuelas, hermanas, tías, amigas)… Porque en efecto, hay mujeres de nuestra vida que también nos dan mensajes de fortaleza, libertad, poder y autonomía. Nos enseñaron a luchar y a ser distintas.
  8. 7Lee y busca otros mensajes sobre el amor, que hablen de libertad, de amores sanos, no dependientes, respetuosos, alegres y que no coaccionen tu libertad. Busca en libros, notas, canciones y sobre todo ¡¡difúndelas!! con otras mujeres.
  9. 8Por siglos a las mujeres nos han enseñado que debemos depender de otras personas (amigas, pareja, familia, etc.) y parece que eso aplica hasta para tomar nuestras propias decisiones y resolver frustraciones o tristezas.  Así que toma un momento para ti, para tu soledad, para tus lagrimas, tus pensamientos y ¡Empodérate! porque no necesitas de nadie más para resolver eso que te preocupa.

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10. ¡Busca tus espacios! ¿Dónde te sientes más cómoda? ¿Qué quieres hacer cuando no hay nadie contigo? ¿Qué te hace disfrutar sólo a ti?

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11. Busca encontrarte con esas mujeres que alientan tu autonomía y emancipación, esas mujeres que pueden parecer tan raras como tú.

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Les dejo la propuesta, compartan con sus comadres, debatan y reformulen lo aquí expuesto. Que sirva como punto de partida y que nos invite a construir entre nosotras.

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