En el primer trimestre de este año en Puebla prácticamente cada día desapareció un o una menor de edad, pues según datos de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) en respuesta a la solicitud de información (folio 0010501), en ese lapso 80 infantes han sido reportados como desaparecidos, 51 niñas y 29 niños, y de esos 46 seguían sin hallarse al momento de la respuesta, 25 niñas y 21 niños.
En los últimos meses las redes sociales se han llenado de anuncios de desaparición de menores, pero, ¿por qué están desapareciendo los niños y las niñas en Puebla?
El Diagnóstico Nacional sobre la Situación de Trata de Personas en México, realizado con recursos de la Secretaría de Gobernación y a cargo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc por sus siglas en inglés), puede darnos algunas pistas pues revela que 41.1% de las personas mexicanas que son víctimas de trata en el extranjero, sobre todo en Estados Unidos, son de Puebla.
Del total de mujeres que son explotadas en el extranjero 47% son víctimas de trata, obligadas a hacer trabajo sexual, mientras que el 53% de los varones son utilizados para explotación física y laboral, aunque esto no los exenta de ser explotados sexualmente.
Pese a que la mayor parte de los casos son de personas que se encuentran en trata según el informe están en el rango de entre 18 y 35 años (30%), hay un dato que a tomar en cuenta: el 77.7% de los mexicanos que fueron explotados sexualmente fueron enganchados desde la adolescencia o al cumplir los 20, esto es desde los 15 hasta los 22 años. Y este rango de edades es muy cercano al más peligroso para los menores poblanos.
Según datos de la PGJ, el grupo de entre 13 y 18 años es el más vulnerable. En 2013 desaparecieron 127 niñas de este rango de edad, y 13 del rango de 5 a 12 años de edad. Al año siguiente, en 2014, fueron 315 las menores de entre 13 y 18 años que fueron reportadas como desaparecidas, y 36 de entre 5 y 12 años de edad. En ambos casos 9 de cada diez desaparecidas son adolescentes.
Para el primer trimestre de 2015, solo se reportó como desaparecida a una menor del grupo de edad entre 5 y 12 años, mientras que del rango crítico, de 13 a 18, fueron 26 mujeres.
Las cifras y los estudios apuntan a que la trata de personas es una de las razones que puede explicar la desaparición de menores. Al respecto, Guillermo Donado Gutiérrez, director de la Fundación Nacional de Investigaciones de Niños Robados y Desaparecidos, mencionó que Puebla es parte del corredor sur de trata de personas del país, que va del Estado de México hacia Veracruz y pasa también por Tlaxcala y la Ciudad de México.
“Hemos detectado que indudablemente es el Estado de México un foco rojo de desaparición de niñas”, dijo, y sobre todo en municipios de la zona conurbada del Distrito Federal que además colindan con el estado de Puebla, que es según el especialista el primer lugar al que llegan para ser explotadas.
Además, de 2013 a 2015 las cifras siguen al alza. Al 30 de marzo de 2015, de 51 niñas reportadas como desaparecidas 25 siguen sin ser localizadas, prácticamente la mitad. En 2014 la proporción entre las que fueron halladas y las que no es de dos por cada tres, con 263 localizadas y 103 todavía extraviadas. Para 2013 la diferencia entre las que aparecieron y las que no es de cuatro por cada cinco, con 113 niñas localizadas y 32 desaparecidas (nota se incluyen también las menores de 0 a 4 años).
El caso de Ángeles Abril Sánchez Contreras, de 15 años, quien desapareció en su escuela el 20 de marzo de 2015, en San Francisco Totimehuacán, Puebla, ha destapado, durante el último mes, la problemática que se vive en la entidad. La familia reportó su desaparición, que se produjo dos días después de que la adolescente cumpliera 15 años. Más tarde denunciaron omisiones de las autoridades hasta que el 22 de abril la PGJ envió a dos medios de comunicación locales un video donde aparece Abril, pidiendo que dejen de buscarla y de propagar mentiras, y asegurando que todo está bien.
La PGJ no quiso activar la Alerta Ámber, pese a que se trataba de una menor de edad, y ha intentado dar carpetazo, hasta mediático, a la desaparición de la niña, cuya familia cree que está siendo víctima de trata.De acuerdo a Guillermo Gutiérrez, el programa de Alerta Ámber para el robo o desaparición de menores, que según la PGJ tiene una eficacia cercana al 100 por ciento, no está funcionando correctamente.
La desaparición de menores en Puebla es preocupante, dijo “porque las autoridades poblanas minimizan este tipo de situaciones”, por ejemplo cuando son mujeres argumentando que se fueron con el novio. Mencionó que la activación de la Alerta Ámber termina quedando a criterio del Ministerio Público, y a veces no es activada o se da un periodo de espera de 72 horas.
La Fundación de carácter privado, que trabaja directamente con el programa de Alerta Ámber, basa sus datos en las cifras oficiales de este programa de desaparición de menores. Y la mayor parte de alertas en Puebla, alrededor del 70%, siguen activas. Mencionó el caso de los hermanos Roberto y Ana Julia Mortera Nava, desaparecidos el primero de agosto de 2013 en el municipio de Izúcar de Matamoros, hace ya casi tres años, quienes todavía siguen desaparecidos.
Gutiérrez dijo también que la alerta de Yolanda Ávila Martínez, de 17 años, desaparecida en el municipio de Zacatlán, sigue activa. Lo que se puede deducir, dijo, de los casos de Yolanda y de Abril, de 15 años, desaparecida en Puebla, es que por sus edades se trata de víctimas de trata de personas. El corredor de explotación sexual desemboca en Veracruz, y del puerto muchas veces las víctimas son llevadas a otros estados o países. El caso de Abril, dijo, denota la complicidad de las autoridades y la falta de atención a este fenómeno.
Y pese a que más de la mitad de niñas desaparecidas han sido localizadas, se trata de una situación que aún es un foco rojo para la entidad.
En 2014 desaparecieron más del doble de niñas que de niños, pero en 2015 la diferencia era casi nula, con 25 niñas y 21 niños. Gutiérrez dice que pese a que las más vulnerables son las niñas, también desaparecen muchos varones para ser explotados sexual y laboralmente.
Es preocupante que en el caso de los niños la tendencia de que en su mayoría fueron localizados en año previos se está revirtiendo en 2015.
En 2013 fueron hallados 40 y ocho continuaban desaparecidos, y al año siguiente fueron hallados 83 y 43 seguían desaparecidos. Pero al 30 de marzo de 2015, ocho fueron encontrados y 21 seguían desaparecidos.
Si bien el municipio Puebla registra el mayor número de desapariciones (461) por ser el más poblado, Tepaca, cuyo índice de desaparición de personas es igual al de Reynosa, Tamaulipas, de acuerdo a una investigación de Lado B, le sigue con 101 casos, y después Tehuacán, parte del mismo corredor de desaparecidos, con 82. En cuarto lugar está Teziutlán, del corredor de la Sierra Norte de desaparición de personas, con 44.