Lado B
Buscando a Abril
La familia cree que aunque la muchacha dice en un video que está bien, no lo está y piden a las autoridades continuar la búsqueda
Por Aranzazú Ayala Martínez @aranhera
27 de abril, 2015
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AngelesAbrilSanchezContreras

Aranzazú Ayala Martínez

@aranhera

Ángeles Abril Sánchez Contreras acababa de cumplir 15 años, dos días antes del 20 de marzo, cuando su familia la vio por última vez. Sus padres fueron a dejarla a la escuela secundaria a la que asistía en la junta auxiliar de San Francisco Totimehuacán, en la ciudad de Puebla, pero cuando fueron por ella, a las dos de la tarde como todos los días, ya no estaba. Como si se hubiera desvanecido.

Algunos de sus compañeros dijeron que no la habían visto, otros que sí, que ya no tardaba, que estaba en el baño, pero nadie dio una certeza. Ahí comenzó la búsqueda que se extendió a los demás familiares. Su tío Rogelio cuenta que fueron a las tiendas cercanas, en los alrededores y con los amigos, pero nadie sabía nada. Ese mismo día alrededor de las 5 de la tarde, la mamá de Abril, Ángeles, presentó la denuncia por desaparición, que ratificó 72 horas después. 

Toda la familia ayudó a tapizar Totimehuacán con carteles con la foto de Abril, “y por supuesto todos nos los quitaron”, dice Rogelio. “Sentíamos que esa era una manera de ubicarla”. El domingo 22 de marzo, mientras seguían con la búsqueda, Abril llamó a su mamá. Dijo que estaba bien y en seguida se acabó la llamada. Más tarde la llamada se repitió. Y una vez más, se escuchó la voz de Abril diciendo que estaba con su amiga Karla. Ese mismo domingo, ya muy noche, Abril nuevamente le habló a Ángeles, ya con un tono de angustia y preocupación en la voz.

“Le hablaba para decirle que pues no se preocupara, y alcanza a decir que la llevan para Monterrey. Y entonces toda la familia en ese momento, pues un poco en la angustia, en la desesperación y en la ingenuidad, algunos nos vamos a la Capu, otros al aeropuerto, otros a las casetas, a donde hubiese la posibilidad que pasara por ahí. Sin embargo, no fue así”. 

Cuando la mamá de Abril ratificó la denuncia en el Ministerio Público le entregaron un boletín ciudadano, que tenía varios errores. Rogelio dice que la fecha de ese boletín era del 18 de marzo, dos días antes de que su sobrina desapareciera. Tampoco se activó la Alerta Ámber de inmediato, pese a que los protocolos determinan que por tratarse de la desaparición de una menor de edad esto debe hacerse al momento. En la Procuraduría General de Justicia (PGJ) les dijeron que no era necesario activarla y en cambio les ofrecieron activar una pre-alerta. Rogelio se pregunta dónde en todo el protocolo de la alerta de desaparición de menores está la pre-alerta, y dice que eso es un recurso inventado.

Como en otros casos de desaparición de mujeres, en la PGJ las autoridades le dijeron a la mamá que su hija tenía un novio y posiblemente se haya querido ir con él. Pero la señora tenía una relación cercana a Abril y les dijo que no era verdad, que su hija no tenía novio y además, cuando se fue, no estaba embarazada.

Desde la ratificación de la denuncia, los tíos le entregaron a la PGJ la fotografía de un sujeto que creen que podría ser el responsable, de acuerdo a la investigación que ellos hicieron con los amigos y conocidos de su sobrina. Su nombre, sus datos y su dirección, todo estuvo en manos de las autoridades. Pero la Procuraduría no hizo nada con esa información. 

El miércoles 22 de abril, más de un mes después de la desaparición, TV Azteca y Diario Cambio transmitieron en su noticiero y publicaron un video en su portal, respectivamente, en el que la muchacha le habla a su mamá, diciéndole que está bien, que no se la llevaron a Monterrey, que ella le dijo “me voy a Monterrey”. De camisa amarilla sin mangas y recargada en una pared, Abril sostiene y acaricia a un conejo blanco mientras habla. Sus ojos se ven hinchados, su maquillaje es exagerado y a la mitad del corto video se escucha una canción que dificulta escuchar sus palabras; la canción es “qué tiene de malo”, de El Komander y Calibre 50, principales expositores del “Movimiento Alterado”, música de banda que en sus letras habla del estilo de vida del crimen organizado. Abril le dice a su mamá que está embarazada y que cuando considere prudente le dará a conocer a su nieto, y se despide entre el ruido de la música.

Rogelio dice que el video no es normal. Para ellos es muy doloroso verlo, porque Abril, dicen, no está bien. Todo en el montaje es sospechoso: ¿por qué el conejo? ¿Por qué esa canción? También cuestionan por qué la PGJ no les mostró primero el video a la familia, y los llevó directamente a dos medios de comunicación.

El mismo día de la aparición del video los tíos de la muchacha fueron al Ayuntamiento, a la oficina del alcalde Antonio Gali, buscando hacer una cita. Finalmente los atendió un funcionario que les dijo que ya había visto el video y que tenía que confesarles dos cosas. “Una, que ahorita tenemos mucho trabajo porque ustedes conocen el caso de Karla (una joven poblana, quien fue víctima de trata de personas y cuyo caso ha sido difundido recientemente), entonces no queremos que pase eso”, les dijo el encargado según palabras de Rogelio. “Y la otra fue: y también estamos muy ocupados porque acaban de aparecer tres muertos (…). Digamos -cuestiona el tío de Abril- que por qué utilizó esos ejemplos para dárnoslos precisamente a nosotros, porque nos estaba advirtiendo. Nos estaba diciendo, a ustedes les quedan dos opciones. O se las devolvemos dentro de diez años o se las devolvemos muerta”.

Desde la primera reunión con la procuraduría a la fecha, el tío de Abril dice que el resultado siempre ha sido el mismo: «estamos trabajando». Pero no hay ningún avance, ninguna respuesta. Y la familia sigue buscando.

“Si nos la entregan sana y salva, qué bueno. Pero si se han atrevido a tocarle un cabello, a lastimarla (…) o en el peor de los escenarios nos la entregan… muerta, entonces estamos seguros, ni mi hermano ni yo ni mi familia en general vamos a descansar un sólo día, aunque nos muramos de hambre, pero no vamos a descansar hasta dar con esos.” 

Rogelio asegura que en Puebla, “lo que hay es secuestro, robo, rapto, lo que hay es desafortunadamente trata de personas, desde hace muchos años.” Las cifras de desaparición en la entidad han ido en aumento, aunque el tema sigue sin ser discutido públicamente y es completamente invisibilizado.

De acuerdo a la solicitud de información 00105015 con fecha del 30 de marzo de 2015 hecha a la PGJ, en los primeros tres meses del año desaparecieron 152 personas, de las cuales a la fecha de la solicitud, 93 seguían sin ser localizadas. Y de todas las personas desaparecidas en los primeros meses de 2015, 85 son mujeres.

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Autor Lado B
Aranzazú Ayala Martínez
Periodista en constante formación. Reportera de día, raver de noche. Segundo lugar en categoría Crónica. Premio Cuauhtémoc Moctezuma al Periodismo Puebla 2014. Tercer lugar en el concurso “Género y Justicia” de SCJN, ONU Mujeres y Periodistas de a Pie. Octubre 2014. Segundo lugar Premio Rostros de la Discriminación categoría multimedia 2017. Premio Gabo 2019 por “México, el país de las 2 mil fosas”, con Quinto Elemento Lab. Becaria ICFJ programa de entrenamiento digital 2019. Colaboradora de “A dónde van los desaparecidos”
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