Mientras las rutas con más quejas siguen por las calles, la nueva RUTA lejos de ser solución es, como se veía venir, un problema más
Son las nueve y media de la noche, estoy parado a la mitad de la diagonal Defensores de la República en un paradero de la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA). Tengo que llegar al Paseo Bravo, quedé de verme con alguien. Todos los camiones que pasan van atascados, tal vez si no tuviera una mochila tan grande me hubiera metido en alguno. Dejo pasar varios, todos se desbordan de gente. Mi idea es tomar la línea 1 y transbordar a la línea 2 recién inaugurada para llegar al Paseo. Le pregunto a dos señores que están esperando si hay otra forma de llegar, me sugieren que tome la alimentadora aunque tarda un poco. Me arriesgo, salgo del paradero y atravieso la calle hasta la parada de camiones. Pasan unos minutos, llega una alimentadora pero va a la CAPU. Espero más de 25 minutos y nada, de momento pienso de nuevo en tomar la troncal, siguen llenos. ¡Maldita sea!
Mientras camino a la calzada Ignacio Zaragoza, donde a fuerza pasa algún otro camión que me saque de aquí, maldigo una y otra vez a la RUTA. Me acuerdo del meme donde aparece un camión amarillo con azul de la inconfundible ruta Agua Azul-Mayorazgo con la frase: «¿Me extrañan culeros?». Me río solo. Pero luego me acuerdo que cuando recién estaban colocando el carril confinado de la RUTA en la 11 norte-sur vi a un ciclista ocuparlo, en ese momento un camión azul con amarillo se pasó a ese carril y casi se lo lleva. El chavo de la bici se tuvo que subir al camellón para que el autobús pasara a toda velocidad, rebasando al resto de coches atorados en el tráfico, y no lo arrollara.
Me detengo unos minutos. ¿Qué chingaos pasa con el transporte público en Puebla? ¿En serio todas las rutas convencionales son tan malas? ¿Valió la pena sacar los camiones de la Diagonal y la 11 norte-sur para que entrara la RUTA?
Más allá de percepciones personales y para tener certeza, le pregunté a la Secretaría de la Contraloría y a la Subsecretaría de Transportes, que ahora forma parte de la Secretaría de Infraestructura: «¿Cuántas revisiones se hicieron a las concesiones de transporte público? ¿Qué anomalías o irregularidades se encontraron en dichas revisiones? ¿En cuáles rutas se encontraron más anomalías? ¿Qué sanciones se interpusieron? ¿Se aplicó algún retiro de concesión?”
En respuesta a la solicitud de información folio 00106015 la Contraloría, que a partir de la reforma a la Ley de Transportes publicada el 20 de diciembre de 2013 se encarga de revisar el transporte público, respondió que a la fecha realizó 11 mil 738 inspecciones.
Las irregularidades más frecuentes son:
Con respecto a cuáles son las rutas donde se encontraron más anomalías (cha – cha – cha – chaaaán) la dependencia menciona las siguientes:
Con respecto a la revocación de concesión, la Contraloría pone de manera textual: “le informo que de acuerdo al artículo 131 de la Ley en comento, la revocación o suspensión de concesiones, resulta ser un asunto competencia de la Secretaría de Infraestructura y Transportes”.
Y la Secretaría de Infraestructura y Transportes contestó a la solicitud de información folio 00106115 que: “conforme con lo señalado por los artículos 106 de la Ley del Transporte para el Estado de Puebla, 102 y 214 Bis de su Reglamento, no se prevé el retiro de concesiones, solo (sic) de suspensión, revocación y terminación”. (¡¿¿WTF??!)
Con respecto a las otras preguntas la subsecretaría respondió:
“Con fundamento en el artículo 54 fracción I y IV de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Estado de Puebla, atentamente se le comunica que, con relación a sus preguntas relativas a ¿Cuántas revisiones se hicieron a las concesiones de transporte público?, ¿Qué anomalías o irregularidades se encontraron en dichas revisiones? y ¿En cuáles rutas se encontraron más anomalías?, esta Secretaría no es competente para dar respuesta respecto de la información solicitada por Usted, por lo que se sugiere realice su petición al siguiente Sujeto Obligado, denominado Secretaría de la Contraloría».
Sin embargo, el año pasado hice una solicitud de información folio 00367014 y allí sí me contestaron cuáles eran las rutas con más quejas ciudadanas desde 2011 hasta agosto de 2014, además, que para sancionar a estas unidades o para dar respuesta a las quejas de los ciudadanos “se programaron operativos en contra de las rutas que registran el mayor índice de quejas o denuncias por parte de la ciudadanía de manera mensual” y se aplicaron multas o apercibimiento sin detallar cuántas y cuáles.
En fin, la reina de las quejas entonces es la Ruta 10 con mil 262 en 46 meses y el segundo lugar se lo lleva la Ruta Loma Bella con mil quejas en ese mismo lapso. (Sí me checa)
Otras de las que también tienen bastantes quejas son: la Cree Madero (941), Ruta 2000 (856) y Ruta Cholula (687).
A ver, momento, durante estos últimos cuatros años han salido varias rutas: la 32 y 32A por la línea 1 de la RUTA; las Agua Azul-Mayorazgo y la Galgos del Sur por la línea 2; y la Bicentenario A por un choque el 2 de octubre de 2013, donde falleciera una persona.
En los casos de la 32, 32A, Mayorazgo y Galgos del Sur el argumento para que salieran fue la entrada de los camiones articulados del metrobús; la Bicentenario A, de acuerdo a un comunicado de la entonces Secretaría de Transportes (ST), “ante diversas irregularidades, como el exceso de velocidad, que hoy derivaron en un trágico accidente”.
¿Qué tantas quejas tenían estas rutas?
Las rutas 32 tenían pocas quejas, al menos según lo que dio a conocer la ST, la 32A acumula 18 quejas en casi cuatro años y la 32 tiene 20. A pesar de mi anécdota con el ciclista, la Mayorazgo tenía 57 quejas de 2011 a agosto de 2014 y la Galgos del Sur registró 84 en ese mismo periodo. La Bicentenario A tenía 415 (también en el top ten de las más gachas y sin contar con que ya no estaba operando en 2014).
Y me vuelvo a preguntar: ¿Qué chingaos pasa con el transporte público en Puebla?
Mientras rutas como la 10, que repite en la lista de Contraloría y Transportes, o Loma Bella siguen volándose las señales de tránsito, manejando de manera imprudente, maltratando a las personas con discapacidad o de la tercera edad y no respetando la parada solicitada, también agrediendo a sus pasajeros (todo esto no me lo invento, lo dice la ST en las 103 hojas que me mandó). Otras rutas que no eran tan malas (en término de quejas) ya no circulan.
Primero, que las quejas ciudadanas y hasta las revisiones de las autoridades valen queso, las rutas de las cuales más se quejan los poblanos y que tiene más anomalías operan como si nada.
Con excepción de la Bicentenario A, el gobierno del estado no ha desaparecido rutas con base en el servicio que brindan a los ciudadanos y hasta tengo mis dudas de que no haya algún otro motivo de fondo, sino ya no hubiera camiones amarillos correteándose a toda velocidad por la 31 poniente-oriente.
Segundo, ateniéndonos a las quejas ciudadanas, las rutas que salieron para que entraran las líneas 1 y 2 de la RUTA no eran tan malas, y en todo caso podrían haber complementado el proyecto del metrobús, sobre todo ahora que no hay abasto con los camiones que brindan el servicio. El mismo estudio “Análisis Costo Beneficio del Proyecto de: Transporte Masivo de la Cuenca Norte-Sur de la Zona Metropolitana de Puebla” dice que para el proyecto son necesarios 78 autobuses articulados con capacidad para 160 pasajeros, 44 autobuses para cien pasajeros y otros 40 camiones para rutas auxiliares con capacidad de 40 pasajeros.
Tercero, es urgente que el gobierno implemente acciones para mejorar el transporte público, más allá de meter un metrobús, más allá de exigir que las unidades no tengan más de diez años de antigüedad. Los poblanos nos merecemos un transporte de calidad y que se nos tome en cuenta para decidir esas acciones, como más ciclovías (mi sueño dorado) o un reordenamiento de las rutas tradicionales.
Y para no dejarles con la duda sobre qué pasó con mi cita: bueno, llegué 35 minutos tarde, tomé la ruta 72 y luego en el bulevar 5 de mayo otra que llevara al Paseo Bravo. La persona con la que me quedé de ver me hizo comprarle un molote para que me perdonara la impuntualidad. Me gasté 32 pesos más de lo que tenía pensado.
Acá las respuestas que ofrecieron la Secretaría de Transportes y la Secretaría de la Contraloría a las solicitudes que se hicieron
Quejas reportadas por usuarios a la Secretaría del transporte
Revisiones de la Contraloría al transporte público
EL PEPO