Originario del Distrito Federal, Jorge Llaca llegó a Puebla hace 12 años, en un periodo en el que, según muchos coinciden, en esta ciudad se gestaba un fuerte movimiento de arte contemporáneo. El artista, formado sobre todo en la escultura pero interesado en los lenguajes de mayor vanguardia, logró casi desde el inicio integrarse con éxito al movimiento local debido a la naturaleza hiperrealista de sus esculturas y al discurso que las rodeaban.
Antiguo alumno de Helen Escobedo, Jorge ha explotado su formación como escultor para realizar arte contemporáneo. Por ello, aunque ha explorado soportes como el video y el arte sonoro, se ha sentido siempre más cómodo con los lenguajes tridimensionales, como la instalación, técnica que en la que ha trabajado con mayor ahínco a lo largo de su carrera.
Este sábado 25 y domingo 26 de abril, Jorge Llaca abrirá las puertas de su estudio, El Taller Permanente de Arte Contemporáneo (Camino Real a Momoxpan 1814 local 3, Plaza Villa Monarca, San Pedro Cholula), como parte del programa de Estudios Abiertos Cholula, con la finalidad de que el público conozca de cerca sus procesos de creación.
Si bien la formación de Jorge Llaca son las artes plásticas de mayor tradición, y en especial la escultura, la línea del artista por un arte más contemporáneo se dio cuando tomó un diplomado en el Centro Nacional de las Artes con la reconocida artista Helen Escobedo.
Igual que él, Escobedo había sido formada en la escultura pero finalmente utilizó sus conocimientos plásticos para realizar sus famosas instalaciones. La artista decidió acoger a Jorge Llaca como su alumno y tras cuatro años de enseñanza, éste logró conocer de manera directa el mundo de la plástica internacional.
Desde entonces, el artista ha decidido realizar instalaciones donde se hace evidente su formación como escultor y sus influencias, además, de la escultura clásica de Grecia y Roma antiguas y de la tradición decimonónica, así como su interés primario por representar el cuerpo humano.
Tal es el caso de La urdimbre de la imaginación, una instalación que produjo en 2006, poco tiempo después de haber llegado a Puebla, y que lo colocó por primera vez en el mapa del arte local. Tras haber colaborado con la artista marroquí radicada en Puebla Aziza Alaoui, a Jorge le comisionaron una pieza para la sala contigua de la ahora desaparecida Galería de Arte Moderno y Contemporáneo Angeles Espinosa Yglesias.
Lo que Jorge Llaca presentó sorprendió a todos: era una escultura en cera de sí mismo a tamaño real, como las que pueden verse en los conocidos museos de cera, pero de corte hiperrealista y atada con alambres a las paredes de la sala.
Ese trabajo, considera el artista, fue un parteaguas en su carrera porque no sólo le dio entrada al circuito poblano del arte contemporáneo, sino que tuvo mucho más éxito del que esperaba. Aunque planeaba tirar la escultura una vez terminada la exposición, al artista le fue solicitada exhibirla más tarde en la Biblioteca Palafoxiana y desde entonces no ha dejado de viajar.
Otros trabajos importantes de Jorge Llaca son La seducción de Morfeo, donde también conjuntó la escultura con la instalación, o El pozo de Airón, en la que colocó 15 ataúdes en la galería y, dentro de cada uno, esculturas con el rostro de artistas conocidos del ambiente local, como José Lazcarro y Hernaín Bravo.
Hace 12 años, cuando Jorge Llaca llegó a Puebla, sólo dos universidades formaban profesionales del arte: la UDLAP y el Instituto de Artes Visuales del Estado. En años recientes, instituciones grandes y pequeñas han abierto licenciaturas relacionadas al arte, lo que ha propiciado generaciones más vigorosas en cuanto a creadores y propuestas artísticas.
–Son chavos que traen ganas de dedicarse a la plástica o a las artes –considera el artista–. Es un fenómeno creciente y que está transformando a la sociedad en la parte cultura, y eso demanda espacios, recursos, políticas culturales. Esa demanda, aunque todavía no es muy escuchada por los gobiernos, empieza a ser.
Lo anterior, considera el creador, pone a Puebla en un momento decisivo pues comienza a generarse un movimiento de mayores alcances que, si es explotado de manera correcta, podría colocar a la ciudad como una metrópoli artística, como desde hace décadas lo son ciudades como Guadalajara, Monterrey, Tijuana y Oaxaca.
[quote_box_right]Antiguo alumno de Helen Escobedo, Jorge ha explotado su formación como escultor para realizar arte contemporáneo. Por ello, aunque ha explorado soportes como el video y el arte sonoro, se ha sentido siempre más cómodo con los lenguajes tridimensionales[/quote_box_right]
Para ello, continúa el artista, es necesario que en Puebla se ponga mayor atención en lo que se produce actualmente, pues parece que todo el foco institucional se centra en su pasado barroco y novohispano.
Y al respecto, considera que Estudios Abiertos es un esfuerzo importante que “habla de la fe y la necesidad de empezar a compartir a la población el quehacer artístico de una manera directa, porque en Puebla no hay muchos espacios, no porque no estén sino porque no existe la cultura de acercarse”.
En Estudios Abiertos
Durante las dos jornadas de Estudios Abiertos, en las que Jorge Llaca y otros diez talleres ubicados en San Pedro y San Andrés Cholula serán abiertos al público, se podrá ver de cerca el proceso que el artista utiliza para realizar grabado y escultura.
–Lo que quiero –dice Jorge– es compartir lo que hago, mostrar quién soy, qué es mi trabajo, y que la gente de alguna manera se lleve algo.