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Capilla del Arte UDLAP y sus Miércoles Musicales abren su foro al Proyecto Cachivache del músico poblano Alejandro Reyes Tlacatelpa, quien nos ofrece un recital acusmático con obras electroacústicas cuadrafónicas de compositores ecuatorianos y mexicanos contemporáneos.

Para esta interesante sesión que lleva por título “Concierto acusmático: Cine para el oído”, el Proyecto Cachivache propone siete piezas que conforman un rico muestrario de imágenes sonoras, las cuales podrán ser disfrutadas con los ojos vendados.

La cita es este miércoles 23 de abril a las 19:30 horas, en 2 norte 6, centro histórico. La entrada es libre

Antecedentes

Desde finales del siglo XIX y principios del siglo XX, se desarrollaron las tecnologías para poder registrar el sonido en un dispositivo fijo tales como los cilindros de cera, los discos de acetato y las cintas magnéticas. Los primeros experimentos para crear nuevas composiciones musicales aprovechando estos nuevos medios se dieron casi de inmediato. De manera muy rudimentaria se podía alterar el sonido bajando o aumentando la velocidad de reproducción, reproduciendo las cintas al reverso, incluso se importaron técnicas de cortado y pegado de cintas, usadas en el incipiente arte cinematográfico, todo esto para poder crear montajes sonoros imposibles y fantásticos.

Para finales de la década de 1940, el ingeniero francés Pierre Schaeffer propone su solfeo de los objetos sonoros, donde crea una teoría que respalda a este nuevo tipo de arte. Retoma el término “acusmático” de la escuela de la Grecia antigua, los pitagóricos, donde los aprendices y aspirantes a pertenecer a los Pitagóricos tomaban clase detrás de una cortina sin poder ver las demostraciones del maestro. De ahí Shaeffer utiliza el término para describir una música que utiliza sonidos que uno oye sin observar las causas tras el mismo.

Actualmente los compositores de música electroacústica se valen de los hardwares y softwares disponibles para realizar sus composiciones. Así, en esta sesión de Miércoles Musicales se presenta una selección de piezas provenientes de dos países latinoamericanos, México y Ecuador, con la opción de que el público se esconda detrás de una “cortina” que le vendará los ojos.

Conoce más del Proyecto Cachivache aquí.