Foto tomada del libro San Antonio: fotografías desde el interior

 Josué Cantorán Viramontes

@josuedcv

No está a más de diez cuadras del zócalo y de las oficinas centrales del ayuntamiento, la zona más turística de Puebla, acaso a unos doce minutos en una caminata tranquila, pero el barrio de San Antonio ya se considera zona de riesgo. Ahí se camina con cuidado, de preferencia en compañía de alguien, pues es un foco rojo de pandillerismo juvenil y, lo que es peor, carga un estigma social que lo señala como un barrio impenetrable.

Así de impenetrable, San Antonio, el barrio que desde el siglo XIX albergó pulquerías y prostíbulos, el que fue cuna de temibles bandas en los años 80, fungió también como el espacio donde el colectivo de arte La Pesera realizó el proyecto San Antonio: fotografías desde el interior, mismo que hoy se concreta con la publicación de un pequeño libro homónimo.

Este proyecto, financiado en parte por el Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias, consistió en integrarse paulatinamente a la comunidad del barrio hasta ganarse su confianza y dotar a algunos de sus vecinos, en especial niños, de cámaras fotográficas digitales con el fin de que captaran la vida íntima del barrio.

El resultado fue un amplio archivo fotográfico que incluye imágenes de momentos de diversión y de juego, rituales religiosos, retratos de los lugareños en sus espacios de trabajo o de vivienda, y hasta aspectos del paisaje urbano del barrio donde prevalecen el grafiti y las vecindades.

Foto tomada del libro San Antonio: fotografías desde el interior

Además, los tres integrantes de La Pesera –Agnija Anča, Adriana Bonilla y Nereo Zamítiz– realizaron por su parte un registro fotográfico complementario para que en ese conjunto se redondeara la visión interna con las tres lentes externas al barrio.

De esa manera, el gran aporte del libro es que contiene fotografías que registran momentos de la vida cotidiana de los vecinos del barrio desde muy dentro, como la calurosa tarde en que los niños decidieron nadar en la fuente del barrio o el día en que los devotos sacan a su patrono, San Antonio, en procesión.

Este proyecto buscó alejarse de la visión colonialista con la que algunos grupos artísticos o académicos se acercan a las poblaciones consideradas vulnerables para realizar con ellos proyectos de cualquier índole, con la esperanza de mejorar sus condiciones de vida.

Al contrario de lo anterior, Nereo Zamítiz explicó, en una presentación del libro que se llevó a cabo en Casa Click, que los integrantes del colectivo no se acercaron al barrio con la pretensión de alejar a los niños de un posible futuro en pandillas, o de las drogas, sino sólo para ofrecerles un acercamiento a la fotografía o al arte, que difícilmente podrían tener de otro modo, y simplemente ver qué podía resultar a partir de ahí.

Foto tomada del libro San Antonio: fotografías desde el interior

Finalmente, agregó el artista, quizá el mayor aporte tangible que se llevarían los jóvenes de este proyecto, es la satisfacción y el valor personal que les confiere ver su obra publicada en el libro o expuesta en algún museo o galería, pues así se entendería que no hay un solo camino para transitar en la vida.

El libro, de pequeño formato y que tuvo un reducido tiraje de 500 ejemplares, ya está siendo distribuido entre la gente del barrio de San Antonio, así como en fototecas y bibliotecas especializadas en fotografía de varios puntos del mundo, pero el público general interesado puede adquirir su versión electrónica de forma totalmente gratuita.

El libro Barrio de San Antonio: fotografías desde el interior será presentado en la Feria Internacional de Lectura (Filec), el viernes 14 de febrero a las 17 horas en el Auditorio Docente del Inaoe.

La Pesera – Barrio de San Antonio (1) by Ernesto Aroche Aguilar