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En el marco de la conmemoración del voto femenino, la gran mayoría de las mujeres no son reconocidas como individuos, aseguró Cinthia Cruz del CastilloPrevalece maternidad como prioridad sobre empleo, aún en las clases privilegiadas

La mayoría de las mujeres mexicanas aún están muy lejos de considerarse empoderadas, es decir, de poder autogestionarse y decidir por sí mismas, señaló la doctora Cinthia Cruz del Castillo, académica del Departamento de Psicología de la Universidad Iberoamericana, en el marco de la celebración de los 70 años de la ratificación del voto femenino en México.

La académica, quien coordinó la publicación del libro de investigación Mujeres en transición: reflexiones teórico-empíricas en torno a la sexualidad, la pareja y el género, publicado por la Ibero, hoy forma parte de un grupo de asesoría psicológica dirigido a mujeres mexicanas.

Marlene Martínez

Mujeres en transición compila las experiencias de diferentes grupos de mujeres, a través de nueve textos redactados por expertas de diferentes instituciones del país, entre las que se incluye la Ibero.

Con este libro, aseguró Cruz del Castillo, se buscó replicar un modelo explicativo sobre el empoderamiento y la autonomía a grupos muy distintos de mujeres, a través de sus vivencias particulares.

“Según el grupo de mujeres al que nos referimos, la autogestión cambia. No es la misma para una mujer con un nivel de ingreso y escolaridad alta, capaz de moverse en un campo de toma de decisiones amplio, que para una mujer que vive en un entorno rural, con una dominación masculina en toda la comunidad”, explicó la doctora.

En México, de acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social publicados en 2010, 46.3 por ciento de la población femenina del país vive en una situación de pobreza y marginación, un punto que debe tomarse en cuenta al hablar a estos grupos sobre empoderamiento, informó Cruz del Castillo.

Aun así, en la investigación se encontró que, pese a las divergencias que existen entre las mujeres de diversos entornos sociales, incluso en los grupos élite prevalece la cuestión de que “la sexualidad va ligada a la maternidad”, y se entiende que la plenitud de la mujer sólo es alcanzada al convertirse en madre.

Por cuestiones como ésta, aseguró la especialista, “estamos bastante alejadas de llamarnos o de considerarnos empoderadas”.

Con respecto a las nuevas generaciones, la investigadora afirmó que, aunque el panorama es más abierto, aún se manifiestan actitudes que no concuerdan con la necesidad de la autogestión.

“Aunque tienen mayor motivación al logro, pues hay un mayor acceso a la educación para las niñas que en el pasado, nos hemos percatado de que todavía en el interior de los hogares prevalecen ideas como ‘no estudies, si de todas maneras te vas a  casar’, ‘para qué desperdiciamos el dinero, si quien debe mantenerte es tu esposo´”, lamentó la psicóloga.

Cruz del Castillo encuentra una esperanza en las redes sociales, pues “hay jóvenes que se enteran de otras formas de interactuar, que no son las mismas que vemos en México, y les hacen pensar y cuestionarse, y aprender que hay que transformarse para convivir de mejor manera”.

Por último, la doctora señaló que el empoderamiento de la mujer es benéfico a nivel colectivo, pues está ligado a un enfoque más centrado en las competencias individuales, lo cual puede traducirse en mayor competitividad a nivel profesional.