Ámbar Barrera

@dra_caos

La Marcha de la Putas tiene su origen en la Ciudad de Toronto, Canadá, cuando en 2011 el policía Michael Sanguinetti afirmó que “las mujeres deben evitar vestirse como putas para no ser víctimas de la violencia sexual”. Como respuesta, las canadienses salieron a marchar en tacones, ligueros, escotes y minifaldas, exigiendo respeto y una disculpa por parte del policía. Desde entonces, la marcha se replica en distintas ciudades a nivel internacional.

Este domingo la capital poblana será testigo de la 3ra Marcha de las Putas y las organizadoras han difundido el siguiente mensaje en Facebook: “Unimos fuerzas y voces en este movimiento para decirle a la sociedad que no importa la vestimenta, el lugar, ni el ejercicio de nuestra sexualidad; nada justifica la imposición de relaciones sexuales y/ o el acoso sexual. La mujer no provoca VIOLENCIA, ni AGRESIÓN por ejercer libremente su personalidad, ideas y principios. Ya no más naturalización de la violencia de género con el argumento de que es nuestra culpa porque parecemos PUTAS. Ser trabajadora sexual tampoco justifica ser violentada. Siendo esta la tercera réplica de la Marcha, nos apropiamos de la palabra PUTA rechazando cualquier tipo de violencia dirigida hacia nosotras, contando con el marco del día de las Rebeldías Lésbicas más allá del ejercicio de una sexualidad libre, en el acto político y social, hacerse visibles”.

La idea es iniciar la marcha a las 5 de la tarde en el reloj del Gallito, en Paseo Bravo (11 sur y Reforma), y recorrer todo Reforma hasta el zócalo, donde habrá un performance y quemarán brassieres “como simbolismo de que a las mujeres las quemaban, o nos quemaban, por ser brujas, por amar a otra mujer o por putas”, explica Mónica Ponce, una de las organizadoras de la marcha y activista de El Taller AC.

“Otra idea de El Taller al organizar la marcha es hacer colectividad. Que otras organizaciones se sumen, no sólo las que tratan temas de feminismos. Eso es bien interesante, que nos sumemos y seamos muchos, porque al final todos tenemos un objetivo: levantar la voz”.