• Ramón Alberto Garza: «creo que estamos en un proceso de evolución y creo que se está haciendo algo, no sé si sea lo suficiente, pero de que ya se rompió la inercia de que íbamos de mal en peor, si”.

• Balbina Flores: «En lo que va del sexenio de Peña Nieto no han cambiado de fondo el asunto de la inseguridad».

Fotos tomadas de lunavita.blogspot.mx y clasesdeperiodismo.com

Ernesto Aroche | Eric David Montero

@earoche  | @ericdmontero

–Cuando arranqué el periódico Reforma en 1993, –cuenta Ramón Alberto Garza– la camioneta blindada estaba en la Ciudad de México y mi auto no blindado estaba en Monterrey, de pronto, no sé en qué momento pasó pero la camioneta blindada estaba en Monterrey y el auto en México. Hoy hay que ver porque a lo mejor tengo regresar la camioneta al DF.

Con esa anécdota el director y fundador de Reporte Índigo sintetiza lo que con cifras y números explicó en junio pasado la revista Nexos: que la violencia generada por el crimen organizado que se vivió en el sexenio pasado, ha comenzado a moverse a regiones se habían mantenido relativamente a salvo: Guadalajara, Distrito Federal o el Estado de México.

Ello, sostiene, es lo que ha generado cambios en la agenda de la cobertura mediática, aunque también reconoce, como lo señaló un día antes Daniela Pastrana, directora ejecutiva de la Red de Periodistas de a Pie, que el tema también ha salido del discurso presidencial y eso ha permeado en la información que transmiten los medios de comunicación:

–Creo que una parte importante de que se haya terminado la exacerbación es que el presidente sí sacó de su agenda y de su discurso y su conferencia diaria el reporte de ejecutados, y eso como que apacigua los ánimos.

Política de censura

Para Balbina Flores, representante de Reporteros Sin Fronteras, entrevistada tras su participación en el congreso de periodismo digital Nómadas que se realiza en la ciudad de Puebla, el cambio en la agenda de medios es una de las viejas prácticas del régimen priísta que regresó con el cambio de partido en el poder.

–En lo que va del sexenio de Peña Nieto no han cambiado de fondo el asunto de la inseguridad, la autocensura de los periodistas continúa. Hay 4 periodistas que han sido asesinados en estos 7 meses y 2 desaparecidos. Ese es un indicador extremo.

Balbina Flores ya había dicho durante su participación que esa autocensura como resultado de las presiones de grupos políticos y del narco –e incluso ambos—comenzaron a registrarla desde el 2005: “Este problema lo detectamos por primera vez en Tamaulipas y luego se fue extendiendo a otros estados como Coahuila, Durango, Guerrero, Zacatecas, entre otros. La autocensura ha causado estragos grandes. La sociedad se está quedando sin información”.

Pero el problema, apunta la especialista en medios de comunicación, no es sólo la violencia exacerbada que genera el crimen organizado ni la guerra contra las drogas que se emprendió en el sexenio pasado, el riesgo de un agresión física por parte de reporteros y fotorreporteros es una constante casi laboral, sin pasar por alto la propia precariedad laboral que arrastran.

–Los conflictos sociales siempre van a estar ahí, las cuestiones de corrupción de colusión de autoridades con cuestiones de crimen organizado. Entonces mientras haya un descontento social por cuestiones de vivienda de seguridad de salud de educación el periodista siempre está en medio, siempre está en la calle. El periodista siempre va a ser un punto vulnerable.

Sí bajó la violencia: Ramón Alberto Garza

Aunque, a diferencia de la perspectiva de Daniela Pastrana y de Balbina Flores, para Ramón Alberto los niveles de violencia que se vivieron en el sexenio pasado sí se han reducido: “hoy puedo presumirte que Monterrey es una cosa distinta a lo que era hace un año. En Tamaulipas hay ciertas ciudades que siguen en manos del crimen organizado, son sus enclaves, pero hay muchas ciudades que han empezado a ser rescatadas, creo que estamos en un proceso de evolución y creo que se está haciendo algo, no sé si sea lo suficiente, pero de que ya se rompió la inercia de que íbamos de mal en peor, sí”.

Entrevistado luego de su ponencia en el Congreso Nómadas Digital, el fundador del diario Reforma sostiene que la violencia generada por el narco difícilmente desaparecerá:

“La violencia ahí va a estar, no se va a acabar porque somos el paso natural de la droga para llegar al mercado norteamericano. Si esto va a poder consolidarse en un solo cartel o dos ahí va a estar la respuesta para que las cosas se tranquilicen, si esto sigue siendo una rebatinga de cinco o seis carteles: los zetas, la familia michoacana, el chapo, los del golfo, pues seguiremos teniendo los encontronazos entre esos grupos”.