Lado B
Entre la rebatinga, el acarreo y los cantantes populares
Antonio Gali Fayad cerró campaña en la zona de los fuertes; Enrique Agüera usó la plancha del zócalo
Por Lado B @ladobemx
01 de julio, 2013
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Foto: wachangel.

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Xavier Rosas | Ernesto Aroche

@wachangel | @earoche

Minutos antes de que Antonio Gali en la zona de los fuertes y Enrique Agüera en el zócalo capitalino lanzaran por enésima ocasión el discurso que han repetido durante toda la campaña, un mensaje se publicaba en Facebook:

“Candidatos: El mejor cierre de campaña sería levantar TODA la basura electoral que han dejado en nuestras ciudades durante estos 2 meses. Atte. Los ciudadanos”.

HectorRodrigo

Pero la basura electoral se quedó en las calles convertida en reproducciones de las promesas, en utilitarios de campaña, esos que no sirven de mucho pero hacen bulto en el momento, en artículos promocionales que se pelearon en filas interminables o que se repartieron de mano en mano para terminar, minutos más tarde, convertido en desperdicio electoral plástico.

Foto: @earoche

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“Ni un paso atrás” fue una de las frases que el abanderado por la coalición Puebla Unida lanzó en su discurso de cierre de campaña en la Plaza de la Victoria. “Ni un paso atrás” también fue la frase que motivó a los asistentes al término del evento.

Foto: wachangel.

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Las largas filas en los alrededores de los camiones y camionetas que transportaban  pulseras, vasos cerveceros, sombrillas, playeras,  paletas de agua, aguas embotelladas, bolsas  y un sinnúmero de artículos promocionales, todos con el nombre de Antonio Gali Fayad, dejaban claro que los asistentes no darían “ni un paso atrás” con tal de conseguir algo del candidato.

– ¡Ya me llevo varias playeras y a ver qué más conseguimos! -, comentó una de las asistentes de la colonia La Resurrección, al tiempo de mandar a uno de sus hijos a formarse nuevamente –pa’ que les dieran algo-, comentó.

Las  familias que habían acudido al evento cargaban con bolsas para la comida, así como de basura en donde habían juntado una gran cantidad de artículos promocionales, y aunque éstas últimas parecían estar a tope, seguían mandando a varios de sus familiares a conseguir más artículos.

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–Nomás venimos para que el que nos va a robar nos conozca, porque al final eso va a hacer y nosotros tendremos que seguir pagando impuestos.

La frase se escucha al pasar, una familia camina en dirección al zócalo de la ciudad ataviados ya con sus playeras rojas pero con el desanimo metido en los pies. En la plaza principal de la capital poblana son cerca de 10 mil los priístas que esperan el arribo del candidato para despachar el trámite y poder aprovechar el domingo familiar con el resto de las horas disponibles.

Pero Enrique Agüera aún no llega, y las manecillas del reloj ya se cuelgan del número once de la caratula, hora en que fue citado el acto protocolario de un cierre de campaña que no será un cierre en realidad pues las actividades y encuentros con grupos, y reuniones y demás acciones para tratar de endulzar el oído y conseguir el voto seguirá al menos visiblemente hasta el próximo miércoles, y ahí si habrá que apagar el altavoz y bajar los comerciales, detener los camiones de perifoneo y publicidad móvil que busca recordar a los electores que Moreno Valle es, fue y será –al menos en el imaginario político de sus contrincantes— uno de los hombres cercanos a Elba Esther Gordillo, la priísta defenestrada que por años mantuvo el control del sindicato magisterial gracias a gobiernos priístas, y que hoy, también gracias a gobiernos priístas, espera en la cárcel se dicte la sentencia y se confirmen las acusaciones de malversación de fondos y hasta de lavado de dinero que pesan sobre ella.

Pero mientras eso pasa, en el escenario “El Mimoso”, Luis Antonio López, ex vocalista de la banda El Recodo, ocupa el lugar en donde se ha de parar el otrora rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). Y mientras inicia el acto político comienza a desgranar su repertorio musical.

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Unos metros más arriba, en los cerros de Loreto y Guadalupe las filas seguían creciendo en la pepena por no regresar con las manos vacías. Y si abajo, en el zócalo, primero El Mimoso y más tarde Joan Manuel Sebastian serían los encargados de musicalizar el cierre de campaña, arriba, en la Plaza de la Victoria, la responsabilidad de entrener a las miles de personas, en su mayoría movilizadas por la estructura partidista quedó en manos de La Banda Limón o a Aarón y su Grupo Ilusión.

Foto: wachangel.

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-Desde la mañana tuve que llenar 15 camiones –comentó uno de los organizadores a este reportero, para después reconocer que– La verdad no quería venir.

Pero a la fiesta de la coalición multicolor, que utilizó de sede la zona de Los Fuertes que había estado protegida por los trabajos de remodelación que llevó a cabo la Secretaría de Infraestructura (SI), bajo las órdenes de Antonio Gali Fayad, también  regresaron los vendedores a “sacar el día” en el cierre de campaña de Tony Gali.

Las tortas de jamón, los chicharrines y hasta un puesto de cemitas, regresaron a una de las zonas que desde que terminaron los trabajos de remodelación ha sido protegida por el gobierno del Estado para impedir la entrada de ambulantes; y sin embargo, ahí estaban.

Al término de la verbena, al igual que en los años previos a la remodelación de la zona, los rastros de las familias poblanas quedaron tirados en la Plaza de la Victoria, así como en las calles aledañas a esta y los jardines de Los Fuertes. Las botellas de agua, las banderas de los diferentes partidos que conforman la coalición, los microperforados o los rastros de servilletas de la comida que llevaron algunas familias, es decir, la basura que genera la verbena, volvió a vestir la zona protegida en la que se invirtieron más de 260 millones de pesos.

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Y al fin llegó, ataviado con una camisa blanca con las mangas rotuladas con su nombre: Enrique. Interrumpiendo con su llegada la actuación de “El Mimoso”. A sus espaldas los presidentes estatal y nacional de su partido, Pablo Fernández del Campo y César Camacho, respectivamente, la secretaría general, Ivonne Ortega, la senadora Blanca Alcalá, y hasta el esquivo Enrique Doger Guerrero, el diputado federal que se  mantuvo apartado de la campaña del hombre que él dejó como su sucesor en la rectoría universitaria hace algunos años.

Ahí estaba también los candidatos a diputados por la capital del estado y hasta el actual director del Banco del Ahorro Nacional (Bansefi), Jorge Estefan Chidiac.

Y entonces comenzó la arenga, “no más exclusión y olvido”, “no más inventos” atajó el candidato, en una clara alusión a la política que se ha dictado desde Casa Puebla y recordó que su paso por las calles de la capital poblana las exigencias se repiten: la falta de seguridad, hay carencia de servicios públicos, falta pavimentación y alumbrado. Es decir, los temas que desde el inicio de la campaña, hace 55 días, se han mantenido en la agenda electoral, sin una respuesta concreta más allá de las promesas también electorales.

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Antonio Gali Fayad regresó a los Fuertes de Loreto y Guadalupe y en ese regresar a los terrenos naturales del morenovallismo al parecer se impuso un olvido entre los miles de asistentes sobre la denuncia que impulsó en 2012 el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el Comité Defensor del Patrimonio Cultural, Histórico y Ambiental de Puebla A.C. y la Fundación Manuel Toussaint A.C., referente a “la destrucción que sufrió la zona histórica de Los Fuertes de Loreto y Guadalupe”.

Foto: wachangel.

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Tony Gali, acompañado por el resto de los candidatos a las diputaciones locales, cerraron la contienda electoral en un escenario polémico por las intervenciones a espacios históricos que ha llevado a cabo el gobierno del Estado.

Las cumbias de Los Askis hicieron antesala a los abanderados de la coalición Puebla Unida, mientras la estrella de aquella verbena, Antonio Gali Fayad saludaba a personajes políticos como Ana Teresa Aranda, Francisco Fraile, Graco Ramírez o Jesús Ortega.

En su cierre de campaña, Tony Gali inició puntual y terminó pronto, apenas 15 minutos de discurso, para insistir una y otra vez que él representa la continuación del gobierno morenovallista, y que lo mejor que le puede pasar a la ciudad es que se mantengan la línea dictada desde ahí.

Y aunque retomó parte de las frases que llevaron a su antiguo jefe, Rafael Moreno Valle, a la gubernatura, como “Lo mejor está por venir”, Tony Gali aseguró que ganará “ampliamente para cerrarle paso al chantaje, la provocación o la intimidación. Vamos a ganar para que Puebla esté más cerca de sus sueños y aspiraciones”.Y pidió: “No dar una vuelta  en u” y “Ni un paso atrás”.

Así fue, los asistentes al término de las palabras del abanderado de la coalición Puebla Unida, “no dieron vuelta en u” para recoger la basura que dejaron en la zona protegida de Los Fuertes y “ni un paso atrás” dieron para no perder su lugar en las largas filas que se formaron para obtener los artículos de la campaña que se regalaron a manos llenas por los organizadores.

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