Eric David Montero

@ericdmontero

El rock clásico ya sufre de achaques, pero aun así sigue en escena. Sus precursores demuestran que tienen esa energía para seguir arriba de los escenarios como en sus tiempos de juventud.

Bob Dylan, Paul McCartney, David Bowie, Mick Jagger y compañía, así como agrupaciones de la talla de Black Sabath tienen esa gracia de siempre ser noticia aunque pasen los años, y siempre generar comentario a favor o en contra. Siempre están en boca de todos.

Muchos opinarán que ya no están en la edad, que ya han pasado sus años de gloria, pero ellos llegaron para quedarse. Su música siempre será del tronco común para todo melómano.

Su regreso o su permanencia hace muy bien en  un mundo donde la música ya se volvió desechable, y los grupos que están gozando de fama se vuelve una fábrica de discos que gozan de poco talento.

Hay quienes piensan que la fama está peleada con el talento, si eso fuera, McCartney no llenaría estadios, Black Sabath no causara revuelo con su nuevo álbum, la audiencia no estaría pendiente de los rumores del regreso de Led Zeppelin o Roger Waters no haría esos fantásticos solos de guitarra.

Los veteranos para eso están para hacer lo que saben, demostrar que no son máquinas de discos ni de canciones que en meses los fans cambiarán por otra, si no para hacer música que perdure.