Foto: Xavier Rosas

Arturo Loría

@velvet_boy

SEGUNDA DE DOS PARTES

La carrera de Aletya comenzó hace aproximadamente ocho años. En 2006 graba un primer demo en el que combina electro pop con folk. En 2008 es elegida de entre 4 mil 700 proyectos musicales como uno de los tres representantes de México en el reality show La Zona de MTV, en el que queda como semifinalista.

Desde entonces y hasta ahora, Aletya ha evolucionado musicalmente pasando del electro pop a lo acústico con todo lo que hay en medio. A pesar de que podría parecer un cambio un tanto radical, en el fondo hay una línea que une el trabajo que a lo largo de estos ocho años ha realizado la cantautora y que ve precisamente su culminación en Aldea Imaginaria.

Aletya no se detiene y dice que ya tiene listo su siguiente paso.

Esto no es lo que hacías en 2007: empezaste haciendo electro pop, tienes incluso una canción disco, y de repente sacas un álbum de folk pop ¿Por qué el cambio?

–Yo siempre quiero experimentar, y a veces uno no se atreve, cuando es tan fácil cambiar. Son decisiones que no se toman de la noche a la mañana y eso sucedió con el acústico: siempre toqué folk, todas mis canciones nacieron en una guitarra. Ese el principio de la canción: el folk.

¿Todavía tocas esas viejas canciones?

–No. La verdad es que estoy enamorada de las que estoy haciendo en este momento. Sin embargo, va a llegar el día en el que tenga que tocar todas…

¿O sea que no hay oportunidad de que escuchemos en algún lado Angelina, por ejemplo?

Foto: Xavier Rosas

–[Se queda pensando unos segundos] ¡Ay, Angelina! ¡Me gustaría tocarla con jarana!

Tomo muy en cuenta las ideas que pueden nacer en algo trivial o efímero. Ahora me doy cuenta de que todo lo que te proyectan te puede servir. Hace tiempo, por ejemplo, en una reunión le mostré a un amigo Champán y Chocolate y él me dijo: “Ukelele…”. En otro momento yo hubiera dicho: “No sabes de lo que hablas”, sin embargo abrí mi mente y pensé: “Es cierto, le falta ukelele, le falta alegría”, así que me puse a estudiar el ukelele y ahora estoy emocionadísima con mis nuevas canciones con ukelele.

Eso es muy bonito. Eso es vivir la vida.

¿Te sientes más cómoda en algún género?

–Cada cosa en su cada cual. Siento que ahora yo puedo crecer más y puedo dar lo mejor de mí con mi proyecto acústico. En el momento en el que no me sienta cómoda lo mando a volar y hago otra cosa… sobre todo cuando sienta que no he crecido.

Por eso estoy muy emocionada con mi próximo disco, que marca una clara distancia con Aldea Imaginaria. La distancia no es buena ni mala, sino un avance.

Pero lo cierto es que también extraño el electro pop, el drum’n’bass… luego cuando hay reuniones con amigos que están tocando canciones drum’n’bass yo quisiera que alguien me dijera: “¡Grábala!”.

¿Con qué géneros o sonidos te gustaría experimentar?

–En este momento estoy muy contenta porque mi próximo disco ya es un experimento como tal. Busco cordófonos: guitarra de golpe, que es la guitarra del mariachi, ukelele, jarana, charango no he metido pero me gustaría en algún momento.

Estoy muy atraída por las bases rítmicas, por llenar todas esas capas donde antes metíamos sintetizadores de ricos y deliciosos cordófonos.

DEL NUEVO DISCO, LA ERA MYSPACE Y LA ESCENA MUSICAL POBLANA

Así como Aletya ha cambiado a lo largo de estos ocho años de carrera, la escena musical mexicana también. Y más aún, la escena musical poblana.

Portada del EP. Foto Wendy Pardo

Ella forma parte de un momento muy específico en Puebla en el que surgieron diversos proyectos de electrónica. Un momento que evolucionó y que, en opinión de Aletya, se terminó.

2007 fue el año en el que aquel movimiento surgió gracias a la red social más popular de ese momento: MySpace. Hoy, de acuerdo a la cantautora, pese a que vivimos en la era en la que Facebook y Twitter conectan a la gente, la escena musical poblana no es la misma de antes e incluso, dice, hay un “retroceso”.

Lo anterior no la desanima: ya tiene nuevo disco en camino.

Cuéntanos de tu próximo disco…

–Alta Amar es mi próximo EP, va a contener seis tracks nuevos.

Hay un juego de palabras ahí: las alturas, la esquizofrenia, el amar, la locura, el éxtasis, la felicidad… ¡Violently Happy! [en referencia a la canción de Björk incluida en el álbum Debut] Este disco es así: aventarse de la azotea por la felicidad, ya no dependes de una persona, estás enamorado y que te lleve el tren.

Vamos a la mitad del disco. Por primera vez estoy haciendo un equipo, y estoy fascinada… he trabajado tanto tiempo sola, que ahora me doy cuenta de los beneficios de trabajar en equipo.

En Aldea Imaginaria tenía músicos invitados, de los mejores de Puebla. Yo no tenía ningún productor, alguien me echaba la mano con la grabación, fue hecha en estudio casero y luego mezclado y masterizado por un amigo. Terminaba loca siempre.

En este momento me siento muy contenta porque estoy trabajando con Pedro Cabrera Jr. como productor y ahora tengo un equipo.

Alta Amar probablemente salga en agosto a través de Casete, podrá descargarse digitalmente.

¿La nominación de los IMAS te ha traído mayor difusión?

–El mayor logro de mi nominación en los IMAS es que me siento realizada: yo misma pago mis producciones, pago mis discos, pago todas mis cuestiones, no tengo ningún equipo detrás, ni ningún management ni nada. Nunca lo he tenido. Hay mucha gente de la escena independiente que dice serlo pero, finalmente, tienen una estructura detrás. Yo no tengo ninguna estructura, yo trabajo sola completamente, yo costeo mis producciones.

La nominación ha hecho que la gente me escriba y me diga que le gusta lo que hago, me ha traído algunas propuestas de videoclips, el primer sencillo de Alta Amar entre ellas.

Empezaste en la era del Myspace, ahora que estamos en la era del Facebook y Twitter, la escena ha cambiado también ¿Sientes que la promoción y la distribución de la música ha cambiado en este tiempo?

–Muchísimo. Terrible el hecho de que cuando en Puebla tocábamos había una escena musical, herramientas como el Myspace permitieron que nos conociéramos. Así formamos la escena, fue una manera de hacer redes, de hacer lazos. A nosotros nos unieron como escena local el Myspace, el Internet; no las calles ni los bares. Nosotros llegamos ahí a través del Internet. Se llenaban los foros locales, la gente se interesaba como si sus artistas locales, sus vecinos, fueran rockstars. Llenaban todos los lugares donde íbamos a tocar, y a ti te consta que se interesaban por lo que hacíamos, bailaban.

Fue mágico. No era necesario que tuviéramos un disco en iTunes, un video, que vendiéramos en tiendas de discos. No, nosotros sólo teníamos dos o tres canciones subidas a un player de Myspace y con eso ya funcionábamos ¡Cuántas bandas locales e internacionales conocimos!

Tras caer Myspace, si alguien local va a tocar a un bar nadie lo va a ver ni le interesa; pero si viene alguien que tiene un video o un disco, entonces llena. Volvimos a la época de Raúl Velasco en la que lo que está sonando es lo que la gente quiere ver. Desconocidos no.

Retroceso.

¿Hay una escena ahora en Puebla?

–No la hay.

¿Músicos que valgan la pena?

–Eso sí. No hay una escena como tal, pero hay gente que se esfuerza.

¿Hay bandas poblanas que a ti te gusten?

–Qué te digo, de nuestra época me gustaban todos, pero en este momento me gusta Beta, Fasten y ya, porque creo que es lo único que hay. No tenemos más.

¿Qué haría falta para volver a tener una escena?

–Es muy difícil. Necesitan pasar más años para que se muevan conciencias. Se necesita tiempo, que la gente se interese en ir a ver a sus artistas locales. Eso deberíamos hacer: ir a ver quién está tocando en la esquina, interesarnos en eso. Y luego, llevarle la esquina a la gente.

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Foto: Xavier Rosas

*Agradecemos a Sillarquía, (3 oriente #207, Centro, Puebla), tienda y taller de restauración de sillas fundado por Juan Pablo Guarneros todas las facilidades prestadas para la realización de este trabajo. Las fotos y el video que acompañan esta entrevista son responsabilidad de Xavier Rosas.