Lado B
Un café, Processo 4 y los Duendes de la Cocina
Conociendo la historia de un grupo de “artistas poblanos de tiempo completo”
Por Lado B @ladobemx
03 de octubre, 2012
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  • Conociendo la historia de un grupo de “artistas poblanos de tiempo completo”
  • Éste es un trabajo serio y más difícil a veces, por el concepto social que se tiene del arte: Miguel Barroso

Foto: Marlene Martínez.

Xavier Rosas

@wachangel

Una peculiar voz chillona interrumpe la entrevista. Unos ojos saltones y una cabellera blanca, llaman la atención del reportero. Definitivamente tomar café,  acompañado por tres seres creados con hule espuma, resulta poco común encontrarse en cualquier lugar de Puebla.

Sin embargo para un grupo de artistas esta escena parece formar parte de su día a día. Previo a la llegada de estos seres de ojos saltones y extrañas cabelleras llamados los “Duendes de la Cocina”, los integrantes de este grupo, también peculiar, no dudan al decir “tráete los títeres, están en la camioneta”.

Para el reportero resulta extraño dirigirse a Miguel, Fabiola o Jorge, ya que cada uno de ellos manipula uno de estos personajes construidos con hule espuma. Mientras la entrevista se desarrolla, aquellos títeres salidos de la imaginación de estos artistas poblanos, juegan entre sí; escuchan la conversación de seres de carne y hueso, se entrometen en la misma e incluso parece que cobran vida en las manos de Processo 4.

-El grupo surge hace 8 años-, comenta Miguel Ángel Barroso, director artístico de este grupo independiente de teatro, -pero se da a conocer a partir de que nos roban todo en 2006-, agrega.

Aquel títere de ojos saltones y cabellera blanca voltea a ver a la doncella de hule espuma que se halla a su costado. Parece que espera que ella intervenga en la plática. -Pusimos una escuela, la estábamos empezando a acondicionar, íbamos a dar nuestro primer curso de verano, ya teníamos como 20 niños inscritos y había guitarras, títeres, de todo tipo de material para que los niños pudieran estar en los talleres. Justo al tercer día de haber iniciado el curso de verano, nos vaciaron todo, incluyendo las crayolas y el boiler -, relata Fabiola O. Montes, directora general.

Imagen: Internet

Mientras un tercer “Duende de la Cocina”, que viste camisa naranja a cuadros, observa la mirada de Fabiola que al parecer se perdió en aquel recuerdo, Miguel retoma el hilo de la charla -a partir de ahí dijimos ‘no nos van a tirar, porque al final de cuentas el artista no depende de las cosas-.

-Empezamos a tocar puertas, les dijimos a mucha gente ‘échenos la mano’ y  afortunadamente hubo muchos que nos tendieron la mano y nos programaron funciones, nos dieron la primera carpa mágica, nos dieron muchas cosas. A partir de ahí empezó a conocerse a Processo 4. Por ello, como una manera de agradecer a los niños, aunque ya sé que los papás son los que nos soportan, hicimos el Festival Internacional Proceso 4.  Por aquí medio nos recuperamos y empezamos a medio agradecer. Por ello decidimos hacer este festival y hacerlo gratuito y en zonas cercanas a donde viven los niños que no tienen recursos. Ya tiene 4 años que empezó nuestra aventura, que empezó este festival-,  relata Miguel mientras el “Duende de la Cocina” que cobra vida en su mano derecha, mordisquea la cabeza de Fabiola, y una títere observa extrañada a su compañero de hule espuma. -.

Todos somos Processo

La historia de este grupo de artistas poblanos se remonta a más de 8 años atrás. -De alguna manera el grupo “Mímesis” ya tenía muchos años trabajando, el grupo “DuOrozus” ya tenía muchos años trabajando también, y había varios grupos también y de repente nos empezaron a contratar en eventos a todos juntos. Cuando vimos que ya llevábamos una año y cachito trabajando así, dijimos ‘para qué tenemos cuatro grupos, por qué no mejor nos integramos en uno solo’ (…), en realidad no fue tan complicado encontrar el nombre, dijimos –a ver de dónde vienes tú, no que de la BUAP, tú de aquí, y tú…; dijimos ‘somos cuatro procesos diferentes, cómo nos vamos a llamar: Processo 4-, recuerda el director artístico.

La señorita que atiende la mesa de aquel café, luego de entregar las cartas y observar a tres títeres acompañando la charla, decide mejor ya no acercarse. El pedido al parecer será sólo de un café que el reportero pidió momentos antes que arribaran los Processo 4, como se les conoce en el medio artístico de Puebla.

Mientras tanto, aquel tercer “Duende de la Cocina” alza la mano para pedir la palabra; voltea a mirar a Jorge Andrés Alvarado Barroso, y observa al reportero mientras el también fundador de este grupo de artistas recuerda -de los cuatro grupos que iniciaron quedan tres, bueno en realidad dos, porque uno de los grupos, como a los dos años, empezó a hacer otras cosas diferentes y se fue; y prácticamente nos quedamos “DuOrozus” y “Mímesis” a trabajar en Processo 4-.

Foto: Marlene Martínez.

“Si tú eres actor ¿de qué vas a vivir?

Fabiola, Jorge y Miguel se divierten mientras la charla con el reportero continúa. Aquellos “Duendes de la Cocina” han hecho de las suyas y al parecer contagian cierta alegría y diversión a quienes se encuentran en las mesas de alrededor seres de carne y hueso que se extrañan al ver tan pintoresca escena.

-Siempre andamos divirtiéndonos, jugando, pero diversión no es sinónimo de desmadre, de desinterés, de echar la hueva-, señala Jorge, mientras manipula al títere que lleva en su brazo.

-En tanto uno tome en serio su trabajo, los demás lo van a respetar. Nos metemos a estudiar, a trabajar, a clases de clown que para mi han sido muy sufridas porque te hacen olvidarte de todo lo que aprendiste en la licenciatura, pero finalmente lo gozamos, disfrutamos nuestro trabajo-, cuenta Fabiola.

Miguel se mantiene por unos momentos reflexionando. Observa a su títere de ojos saltones y cabellera blanca, y comenta – en mi familia siempre me decían ‘¿cuándo vas a hacer algo de tu vida?’, y fue hasta que me vieron en una novela famosa de Televisa que dijeron ‘¡ese es mi sobrino, ese es mi hijo…!’. Es decir, todavía hay confusión entre la fama y el talento y hay que entender que a veces la fama no requiere talento, pero que el talento sí requiere trabajo, solito no sirve de mucho. Día a día hay que estar trabajando. Los Processo 4 son artistas de tiempo completo, es decir, cualquier licenciado al menos le dedica 8 horas a su trabajo para producir, y nosotros también-

Y agrega -éste es un trabajo serio y más difícil a veces, por el concepto social que se tiene del arte. Se piensa que si eres doctor ‘muy bien ya tienes para comer’, que si eres abogado ‘muy bien ya tienes para comer’, pero que si eres actor ‘¿de qué vas a vivir?’. Bueno, creo que nosotros hemos dado muestras a nuestras respectivas familias y comunidad, que no hay necesidad de buscar de qué vivir, esto es para vivir. No sólo es una forma de vida, sino que además debe darte la forma para vivir bien-.

A esas alturas de la charla, los “Duendes de la Cocina” ya han dejado de jugar alrededor de la mesa de aquel café. La señorita que atiende observa a aquellos peculiares seres de hule espuma desde la barra, ya que al parecer nunca había tenido como clientes a tres títeres y sus creadores.

Mientras tanto, los Processo 4 siguen jugando entre ellos, como en cada función suelen hacer. Jorge, Fabiola y Miguel se miran unos a otros, pareciera que han revivido aquella historia contada al reportero, sin embargo, saben que aún faltan muchas más por contar.

Foto: Marlene Martínez.

Jorge Andrés Alvarado Barroso

– Creo que se trae en un gen integrado, creo que ya se trae y no puedes apartarte de lo que te gusta, lo que haces. Yo por ejemplo, haciendo la carrera en Comunicación, todos mis trabajos estaban enfocados netamente al teatro y también a la pantomima.

Recuerdo que estudiaba en la primaria en la Hacienda de Guelatao. Alguna vez recuerdo que mi papá nos ponía música clásica de los acetatos grandotes. Nos ponía música de orquesta y alguna vez llegó una orquesta sinfónica a tocar el Huapango de Moncayo y yo lo había escuchado muchas veces en los acetatos. Ahí fue cuando vi por primera vez lo que escuchaba en el disco. Escucharlo en vivo fue lo que me llevó a este rollo.

Foto: Marlene Martínez.

Fabiola O. Montes

-En mi caso surgió de repente, así de la nada. Estaba estudiando la licenciatura en Administración y vi que en la BUAP iba para su segundo año la carrera en Arte Dramático. Se me pasó la fecha para ingresar, pero al siguiente año ahí estaba entrando. Ya ni me acuerdo en qué año entré, pero desde ese momento ahí me quedé. No he hecho otra cosa que no sea dedicarme al teatro  y digo, me encanta la Administración, pero la enfoco para el grupo, el teatro, la pantomima, el clown, a los niños.

Foto: Marlene Martínez.

Miguel Ángel Barroso

-Bueno en mi caso se llama deficiencia mental –bromea-. La pregunta me movió muchas cosas, me hizo recordar que en la primaria era el que siempre salía en los bailes, en todo este rollo de las obras. En la secundaria a las mejores calificaciones iban a una poesía coral a varias escuelas, y yo no sé por qué me colé, porque nunca fui de las mejores calificaciones, al menos no en la secundaria. Ya para entrar a la prepa estaba decidido a ser Biotecnólogo y bueno como tenemos un tío famoso que es neurólogo, pensé que por ahí era el camino.

Terminé la secundaria, iba con mis papeles para la prepa y pasé frente a Espacio 1900. Estaba en la puerta parado un amigo y me dijo ‘a dónde vas’, le pregunté ‘y tú qué haces’, me contestó ‘estamos esperando para grabar una novela’. Le pregunté qué era lo que se tenía que hacer y me contestó que nada, que sólo me parara ahí y que ahorita me llamaban. Lo que pasó fue que en realidad ahí me quedé, ya no  me salí. Estudié ahí, anduve por varios lados y bueno, también tengo una segunda licenciatura ya haciendo teatro, estudié Medicina Veterinaria.

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