Aquel 20 de julio de 1972, fue una noche aciaga. Después de estar reunido con sus compañeros de la Universidad Autónoma de Puebla, discutiendo la publicación de una revista, el arquitecto Joel Arriaga Navarro, salió y se dirigió con su esposa Judith García, para abordar su auto y dirigirse a casa. Eran cerca de las diez de la noche y algunos minutos después un llamado al restaurante en el que se encontraban reunidos varios de sus compañeros universitarios, daba cuenta de un atentado en contra del arquitecto Arriaga, como cuenta el Dr. Jaime Ornelas Delgado en su programa radiofónico. Fueron once balazos los que cortaron la vida de Joel y los llamados de auxilio desesperados de Judith, no lograron que los policías que estaban cerca, persiguieran a los agresores. El gobierno de Gonzalo Bautista O’Farril señalaba: “Con pena debo confesar que todo este problema se debe a pugnas universitarias”. Increíble cinismo.

Sus amigos se trasladaron de inmediato al hospital, pero Joel había muerto. No fue el único militante comunista que fue amenazado de muerte, ni tampoco el único que murió por defender sus ideas y querer un trato diferente para los pobres de México.

Joel Arriaga estuvo preso en 1968 por participar en el movimiento estudiantil popular de ese año en México. Dos años estuvo en el penal de Lecumberri con varios de sus compañeros.

La vida de Joel fue totalmente consecuente con su ideología, su trayectoria fue totalmente honesta y de trabajo. Su partido, el Comunista Mexicano, lamentó profundamente su muerte y la institución de la que era parte, la Autónoma de Puebla, le rindió un homenaje de cuerpo presente, en el que cientos y cientos de estudiantes, profesores, campesinos, obreros le rindieron homenaje a Joel Arriaga Navarro.

Muchos universitarios eran perseguidos por su militancia política por la derecha poblana y el gobierno. Y es que el partido comunista era un partido prohibido y atacado permanentemente.

Hoy Lado B publica la entrevista que hiciera Oralia Ramírez a Judith García viuda de Arriaga, en dos partes. Con la publicación va nuestro abrazo solidario a toda su familia: Judith, Argelia, Galia y Libia.

El próximo 20 de julio se cumplen 40 años del artero asesinato de Joel Arriaga, que dedicó buena parte de su vida a la docencia y a soñar con un país mejor.