El día de ayer, Andrés Manuel López Obrador se presentó en la Universidad Iberoamericana, universidad a la que declinó la invitación hace seis años. Yo me mantuve atenta por la radio, ya que Ibero 90.9 transmitiría la conferencia.
Decían que la fila para entrar al auditorio era inmensa, yo no lo creí. Decían también que había gente muy entusiasmada, pensé: ¿en la Ibero?
Como yo sólo podía escuchar la transmisión por la radio, pensé que a veces ese medio hace su magia, por un tuit descubrí que una de mis amigas andaba por ahí y le pregunté si eso era verdad. Ella me contestó: “Está llenísimo amiga”.
Ya que me lo pude imaginar con certeza, seguí la transmisión, AMLO habló y debo decirlo, habló de cosas que me importan. Habló de los sueldos, de estar en contra que se pague por hora y se evite pagar el salario mínimo. Habló de parar los gasolinazos, habló sobre la educación. Y en su discurso se permitió hasta bromear.
Lo más interesante de ayer, probablemente no fue AMLO, fueron todos los jóvenes que se congregaron para escucharlo, para acercarse y para preguntarle. Plantearon la dinámica, cada quién tendría un número y podría preguntar por sorteo.
Comenzaron las preguntas y yo pensaba: “esos son nuestros jóvenes, los que están buscando mirar de frente a sus candidatos, cuestionarles, exigirles, confrontarlos, de frente, a la cara, tal cual se deben hacer las cosas cuando se pide y existe la necesidad de un diálogo”.
Lo que más me alentó fue escuchar esas voces jóvenes. Creo que es deber de todos estar ahí en los espacios de diálogo, más si estos espacios se abren en foros como las universidades. Necesitamos un país que se involucre con sus representantes y que sus representantes tengan plena disposición para escuchar y responder.
Al mismo tiempo que sucedía la conferencia de AMLO en la UIA, aparecía este tuit en mi timeline:
Hoy, aparece esta nota en la página de Proceso:
Creo que el ejercicio sucedido en la Iberoamericana con AMLO, debería repetirse en todas partes y con todos los candidatos. Lo considero una exigencia. Si eres candidato, tienes la obligación, LA OBLIGACIÓN, de disponerte al diálogo y no salir huyendo.
La invitación de un debate con la periodista Carmen Aristegui es para mañana. Andrés Manuel está interesado en participar, Quadri (¿Quién es Quadri?) también. Sin embargo, Enrique Peña Nieto y Josefina han cancelado por todos sus compromisos y actividades. Pero, yo lo puedo interpretar desde el miedo, no estar en su zona de confort y tener de frente a Carmen Aristegui moderando un debate debe espantar (creo que da más miedo Carmen, que Andrés Manuel), más si no tienes un teleprompter, más si tomarán todos tus puntos débiles para atacar, más si tienes que responder y no sabes cómo hacerlo.
Basta de discursos. Queridos candidatos, si no pueden disponerse al diálogo, no me representan.
Reto No.8
Yo te reto candidato a que vayas a las casas universitarias a hablar con los jóvenes. Todos se quejan de la apatía en los jóvenes, del desencantamiento en el que viven, ¿por qué no te sientas a hablar con ellos y los escuchas? Sería bueno que supieras ¿qué les preocupa?, ¿qué país quieren?, ¿qué esperan de sus representantes?, ¿qué están dispuestos a hacer por su país? y que te vieran de frente, como una persona dispuesta al diálogo, si ahora eres capaz de dialogar, también lo harás como presidente. Si ahora no tienes disposición al diálogo, tampoco la tendrás cuando te sientes en una silla presidencial.
Comparto lo sucedido ayer en la Iberoamericana con AMLO.
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