Camilo Useche*

Al igual que con los libros de Stephen King, la visión que tengo de los de Stieg Larson, es de total desinterés y pereza. No me gusta ese tipo de literatura que busca captar público sin ningún transfondo narrativo que realmente merezca hacerlo. Me han dicho que la trilogía de Larson es excelente, que son libros que te consumen y que te los lees de una sentada, que estamos ante verdaderas obras maestras.  Mucha gente dice lo mismo de Stephen King, y nunca lo leí.

La verdad no me interesa leer a Larson, bastante tengo con otras lecturas, que creo más fundamentales.  Sin embargo, pienso, no hace falta leerse la primera parte de la trilogía “Millennium” de Larson “ The girl with the dragon tatoo” para darse cuenta que David Fincher no jugó del todo limpio con la novela.   Adaptar un libro al cine siempre es difícil, y salir bien librado al hacerlo, también.

Yo, como no leí el libro, ni me interesa hacerlo, puedo decir que David Fincher ha hecho un buen trabajo, aunque quizás el más convencional de su carrera.  Claro que quedan cosas sueltas, y los fanáticos estarán escandalizados; también es cierto que Fincher debía reconstruir esta historia no sólo sobre el libro, sino también sobre la adaptación sueca al cine del mismo libro y que recuerdo haber visto hace un par de años.  Sobre esos dos mapas, Fincher crea esta obra de suspenso con una agilidad asombrosa ( los 158 minutos de metraje, parecen 60, y cuando parece finalizar aún restan 30 min más) y con la frialdad y el encierro mental de películas como “Seven” (1995) o “Zodiac”(2007).

De todas maneras, hacer películas sobre asesinos en serie es de por si ya un campo en el que este director tenía bastante experiencia,  a pesar de que en esta película caiga en banalidades y  tópicos excesivos. Lo interesante ahora es ver cómo imagina la desolación del mundo y los miedos en cada uno de sus personajes, cómo inserta ese toque siniestro y perturbador que le van dando explosión a las brillantes actuaciones y a esas locaciones nórdicas y europeas, siempre tan lluviosas y frías.

El gran descubrimiento, para mi, es esta chica llamada Rooney Mara, ¿dónde había estado escondida? ¿Cómo es posible que esa chica sea la misma niña rica ex novia de Zuckerberg, en “la red social” (2010)? Y la misma de ese remake innecesario de “Pesadilla en Elm street” (2010)? Extraordinaria esta mujer, irreconocible en este papel de perturbada social, con la mirada perdida y la rabia en cada gesto, como que te quiere morder.  Fincher Inmortaliza una vez más el personaje de Lisbeth Salander  dejando hacer a esta actriz lo que le da gana. El resultado, de lejos, es lo mejor de la película.

Imagen: http://www.onlinemovieshut.com

Millennium: los hombres que no amaban a las mujeres (The girl with the dragon tatoo)

Dirección: David Fincher.

Guión:  Steven Zaillian (screenplay),  basada en la novela de Stieg Larsson.

Intérpretes: Daniel Craig, Rooney Mara and Christopher Plummer.

Género:  Drama.

País: USA, 2011.

Duración: 158 minutos.

*Candidato a Doctor en Historia por I’ Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales de Paris. Maestro en Relaciones Internacionales y Estudios Latinoamericanos UAM, Madrid. Historiador y sociólogo por la Pontificia Universidad Javeriana y por la Universidad Nacional de Colombia.

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